Dos carrerones

Fueron 11 minutos de gran atletismo y enorme emoci¨®n, tal y como se pronosticaba en el hotel donde se aloja el equipo espa?ol. Ram¨®n Cid, director t¨¦cnico de la Federaci¨®n Espa?ola, hab¨ªa apuntado los 3.000 metros obst¨¢culos como escenario para cosechar. Acert¨®. Fernando Carro, madrile?o, 27 a?os, confirm¨® su car¨¢cter competitivo en una carrera dominada por el maestro Mekhissi, dos platas y un bronce en las tres ¨²ltimas ediciones ol¨ªmpicas. Mekhissi tiene marcas impresionantes y una trayectoria que le sit¨²an entre los mejores de la historia, no sin conflictos, pol¨¦micas y episodios muy desagradables. Gan¨® la final con la autoridad que acostumbra. Sigui¨® la estela del italiano Chiappinelli, un atleta de s¨®lo 20 a?os pero con un desparpajo considerable, y se impuso con facilidad. Un atleta intent¨® lo imposible. Carro super¨® al italiano a falta de 300 metros y se lanz¨® a una aventura que no culmin¨®. En la recta final asumi¨® la realidad. Mekhissi era inalcanzable.

Carro festej¨® el segundo puesto con una alegr¨ªa incontenible. Puede que no disponga de una gran marca en el cotarro mundial (8.21.00), pero est¨¢ claro que es un excelente competidor. En Berl¨ªn, con el bochornazo de costumbre, se ajust¨® perfectamente a una carrera que arranc¨® a paso tranquilo y cambi¨® de perfil cuando Chiappinelli atac¨® con una fiereza que desconcert¨® a varios atletas. Mekhissi comprendi¨® el momento. Carro, tambi¨¦n. Siempre figur¨® entre los cinco primeros de la prueba. No se le escap¨® un detalle. Le sobr¨® Mekhissi, pero el franc¨¦s sobra a casi todo el mundo. En lo suyo, en los 3.000 metros obst¨¢culos, es un fen¨®meno, a pesar de sus 33 a?os.

El segundo puesto de Carro reivindica la gran tradici¨®n espa?ola en los 3.000 obst¨¢culos, algo olvidada en los ¨²ltimos a?os. Es una medalla de prestigio. La prueba comenz¨® momentos despu¨¦s de la magn¨ªfica final de 200 metros, donde el turco Guliyev, campe¨®n del mundo, estuvo a un soplo de batir el legendario r¨¦cord europeo de Pietro Mennea (19.72 segundos, en 1979). Aquella marca resisti¨® dos d¨¦cadas como r¨¦cord del mundo. En Berl¨ªn, ?ngel Rodr¨ªguez, el atleta sobre el que se ha sostenido la velocidad espa?ola hasta la irrupci¨®n de Bruno Hortelano, pronosticaba en el hotel una marca de impresi¨®n. ¡°Creo que est¨¢ en condiciones de correr en 19,7. Le veo mejor que nunca, y m¨¢s delgado¡±, coment¨®.

Guliyev marc¨® el registro que sospechaba Rodr¨ªguez. Bruno fue cuarto (20.05), se qued¨® a una cent¨¦sima de su r¨¦cord de Espa?a, y perdi¨® la medalla en los cuadros. Por detr¨¢s apareci¨® el brit¨¢nico Nathaniel Mitchell-Blake, que le super¨® por una cent¨¦sima. De la calidad de la prueba hablan las marcas de los finalistas. El suizo Alex Wilson fue segundo, 20.04 segundos, nuevo r¨¦cord nacional. Mitchell logr¨® su mejor registro del a?o. Bruno Hortelano igual¨® el suyo. El brit¨¢nico Gemilli, quinto, tambi¨¦n consigui¨® su mejor tiempo de la temporada (20.10).

Tiempazo. Un tiempazo como el de Hortelano se?ala el valor de su regreso, despu¨¦s del accidente que sufri¨® tras los Juegos de R¨ªo. Parec¨ªa imposible una reaparici¨®n de esta magnitud. De hecho, ha mejorado las marcas que le convirtieron en una sensaci¨®n del deporte espa?ol. Le doler¨¢ esa cent¨¦sima, pero sale de Berl¨ªn con mejores objetivos de los previstos: la barrera de los 20 segundos est¨¢ a punto de caer.