Carro y Hortelano: el car¨¢cter que hace crecer
Hace poco le¨ª una frase pronunciada por Carl Lewis en el Mundial de Tokio 1991: ¡°No hay pistas r¨¢pidas, hay atletas r¨¢pidos¡±. La nueva superficie del Olympiastadion de Berl¨ªn, el mismo espacio que vio volar a Jesse Owens y Usain Bolt, ten¨ªa fama de lenta. De contradecirlo se encarg¨® Ramil Guliyev, que par¨® el reloj de los 200 metros en 19.76, cerca del a?ejo r¨¦cord de Pietro Mennea (19.72). So?¨¢bamos con un duelo con Bruno Hortelano, que no existi¨®. Guliyev ha bajado este a?o cuatro veces de 20 segundos. Bruno no se code¨® con el turco c¨®smico por el oro, sino con Wilson y Mitchell-Blake por una medalla, que cedi¨® por una cent¨¦sima. El espa?ol corri¨® en 20.05, una marca que el a?o pasado le hubiera dado el t¨ªtulo mundial, que entonces conquist¨® el propio Guliyev con 20.09. Este jueves s¨®lo sirvi¨® para ser cuarto.
El rendimiento previo de Hortelano hab¨ªa elevado tanto las expectativas, que nos produjo un enorme baj¨®n. No hay que entender baj¨®n como sin¨®nimo de decepci¨®n. Durante dos a?os, Bruno ha luchado por volver a ser atleta. Hoy compite con los grandes. Unos minutos despu¨¦s, Fernando Carro nos desvolvi¨® la moral en una disciplina m¨¢s tradicional para Espa?a, que ya ha dado siete medallas europeas: los 3.000 metros obst¨¢culos. Despu¨¦s de consolidar la plata, el madrile?o de Canillejas, vecino de este peri¨®dico, no se conform¨®: ¡°Me ve¨ªa un pel¨ªn m¨¢s adelante¡±. Una hora antes, Sergio Fern¨¢ndez hab¨ªa hecho una declaraci¨®n similar, tras acabar s¨¦ptimo en 400 metros vallas: ¡°Yo ven¨ªa aqu¨ª realmente a por medalla¡±. Ese es el esp¨ªritu que hace crecer. Y con ese car¨¢cter llegan los resultados. Ayer, hoy o ma?ana.