La final de Karius
Abuelos, padres, hijos. Al padre de Jamie Carragher, que acab車 la fiesta el viernes noche, lo tuvo que cuidar el hijo de Jamie Carragher, mientras el millonario Jamie Carragher trabajaba e intentaba poner sus pensamientos en orden para una televisi車n noruega. El mundo al rev谷s, pero as赤 de locas son las grandes noches europeas del Liverpool. Para sus aficionados ser del Liverpool es un estilo de vida. Las desgracias y noches de 谷xitos son las que les ha convertido en una familia que se trajo al campo la sensaci車n de que caminando juntos son invencibles. P車nganle a todo esto la banda sonora del Allez, Allez, Allez, una canci車n del verano del 85 que empez車 a usarse en campos italianos hasta que la magia del Youtube lo hizo llegar a Anfield.
A toda velocidad. Calentaba Karius con cara de funeral. Hasta Klopp hab赤a perdido su sonrisa. De repente era, ahora s赤, la final. El final. Desde el inicio del encuentro el Liverpool se puso a hacer lo que sabe: hacer llegar el bal車n a los de arriba cuanto antes. Tambi谷n desde el minuto uno se jug車 a provocar errores. Se perd赤a el bal車n al menos una vez por minuto en los primeros diez y hasta Isco regalaba la pelota. Y cuando el Liverpool la recuperaba, buscaba la porter赤a de Keylor Navas, todo a velocidad punta, con intensidad, con el ritmo que igualaba las cosas. Chutaban cuando pod赤an y los rebotes acababan en unos de las docenas de rojos que merodeaban por el 芍rea rival. Era el momento del Liverpool.
La experiencia, esa virtud invisible. En la previa se repiti車 de mil maneras diferentes que el Madrid sab赤a competir en estos partidos. Esa experiencia no es una acumulaci車n de momentos buenos, sino de momentos malos. Y de c車mo se repone a eso. ※Son tan fr赤os como el hielo§, hab赤a dicho Klopp y la intenci車n era disolverlos con mucha calor en los inicios. El mensaje de Klopp estaba surgiendo efecto: as赤 hab赤an llegado a Kiev, as赤 saldr赤an de Kiev. Con valent赤a. Y as赤 cayeron varias ocasiones, una de ellas necesit車 los mejores reflejos de Navas.
Las lesiones. Y Salah se lesion車, con lo que empez車 la segunda parte de la primera parte. El egipcio se puso las manos a la cabeza y lo mismo hicieron millones de hinchas del Liverpool. Y llor車. Cristiano y Sergio Ramos le consolaron. El f迆tbol tiene la man赤a de romper el gui車n imaginado. El Liverpool intent車 protegerse con un 4-4-2 pero hac赤a las cosas con un punto menos de expectativa. Con la rotura de Carvajal se inici車 la tercera parte de la primera parte. Y volvi車 el Allez, Allez como si de repente los del Liverpool cayeran en la cuenta de que los blancos son tambi谷n humanos. Yendo al descanso hab赤a que pesar las preocupaciones de esas interrupciones. Y los ingleses cargaban con m芍s mochila.
A la vuelta del descanso. El Liverpool sali車 con una marcha menos, sin su referencia, casi sin fe. Ahora les tocaba sufrir a ellos. Y el mayor error de todos los tiempos -as赤 lo sinti車 la grada- lo cometi車 el inquieto Karius. Lo siguiente era, de perdidos al r赤o. Y la grada lo entendi車. El mayor rugido de la noche fue antes del c車rner del empate que, al llegar, se celebr車 con alivio, rabia y desprendi谷ndose para siempre del miedo. Empez車 la segunda parte de la segunda parte. El Liverpool mordi車 m芍s y Karius par車 bien, hasta que lleg車 el mejor gol de la historia. O, de nuevo, as赤 se sinti車. Apareci車 la mala suerte (un palo) y, al final, el otro peor error, etc谷tera. Qu谷 decepci車n que 谷sta haya sido la final de Karius.