Fernando Torres, Campe車n de la Lealtad
Fernando Torres, capit芍n del Atl谷tico de Madrid, m芍ximo goleador de la competici車n, mejor jugador europeo, levanta al aire de Italia la Nike Cup, el campeonato de Europa en categor赤a cadete. Fernando Jos谷 Torres Sanz, 15 a?os pecosos y avispados. Al alzar el trofeo lleva al cuello la bufanda del Atleti.
Viene de hacerle otro destrozo al Bar?a, pero est芍 muy preocupado por el partido. Hay que ganar o ganar. Y no sabe si el equipo est芍 muy cat車lico# es dif赤cil acompasar los biorritmos de tanto duende libertario. Lo peor de todo es que no va a poder jugar. Ah赤 est芍, en la grada, aterido bajo la niebla suburbial de Madrid; oculto bajo un gorro, guantes gruesos, las solapas del chaquet車n alzadas. Las once y media de la ma?ana y un bocata de panceta: se?ores, juega el Fortuna. Pasa un intuitivo entre las cuatro filas de la tribunilla y los banquillos; mira hacia el espectador de la tercera tan atento al juego y piensa: ese pavo tiene un aire a Fernando Torres# pero en flaco, a?ade. El nueve de la Selecci車n est芍 viendo a sus amigos y, en el centro, a su 赤dolo, el capit芍n del Fortuna, un Futbolista, el jugador que quer赤a ser cuando ten赤a once a?os y el capi estaba en el juvenil del Carabanchel. Gana el Fortuna y Fernando se abraza, entusiasmado, con el capit芍n Carlos Matallanas.
Fernando Torres clava la bandera del Atleti sobre el frontis del autob迆s que conduce a la Espa?a campeona de Europa por las calles de la capital. Solo un club tiene su escudo en ese viaje. Fernando Torres (※supers車nico y magistral§, escribe el cronista) marca con el Liverpool al rival del Atleti y se va a la c芍mara resaltando ante mil millones de espectadores las rayas rojas y blancas que dibujan el hombro de su camiseta. Y su coraz車n.
Fernando Torres le dice a un amigo: ※Me llam車 el Cholo, s車lo quiero volver. Ay迆dame§. Fernando Torres llena el Calder車n una ma?ana de invierno. Miles se quedaron fuera. No hab赤a partido.
Fernando Torres le da el hombro a Juanfran tras el penalti de Mil芍n. Una l芍grima cae sobre el hombro del lateral y en ese abrazo, y en esa l芍grima, va la hinchada del Atleti que compra todas las camisetas de Juanfran en tres d赤as.
Fernando Torres, r谷cord de t赤tulos, de goles en finales, levanta en Lyon la copa que m芍s deseaba. Al alzar el trofeo lleva al cuello la bufanda del Atleti. Dos tardes despu谷s, en Neptuno, la emoci車n le corta el habla cuando se dirige a la multitud colchonera. Siempre pasa cuando un elegido queda Campe車n de la Lealtad.