El Premio Princesa de Asturias sube al Everest

Aquella conocida respuesta de George Mallory, tan sencilla, explica algo tan complejo como el monta?ismo. ¡°?Por qu¨¦ quiere subir al Everest?¡±, le pregunt¨® un periodista en una gira por Am¨¦rica en 1923. ¡°Porque est¨¢ ah¨ª¡±, respondi¨® Mallory, que se dej¨® la vida al a?o siguiente a m¨¢s de 8.000 metros, junto a Andrew Irvine, en la persecuci¨®n de su sue?o. Hubo que esperar otros 29 a?os para que Edmund Hillary y Tenzing Norgay pisaran la cima m¨¢s alta de la Tierra. Luego lo hicieron muchos otros. Entre ellos, claro, nuestros protagonistas de hoy: Reinhold Messner, el primero en hollarlo sin ox¨ªgeno, y Krzysztof Wielicki, el primero en hacerlo en invierno. Ambos han sido distinguidos con el Premio Princesa de Asturias del Deporte, que incorpora con justicia al monta?ismo y a la aventura en su palmar¨¦s.

Cuando Messner y Wielicki recojan en octubre el galard¨®n, no lo har¨¢n s¨®lo por sus propias gestas, sino por tant¨ªsimos otros que les precedieron y les sucedieron. Este mismo mi¨¦rcoles, Carlos Soria anunci¨® que emprende el camino hacia la cumbre del Dhaulagiri, a sus 79 a?os. Vaya tambi¨¦n en su homenaje. La elecci¨®n de dos monta?eros saca el premio de la competici¨®n deportiva, para elevarlo a una actividad donde ¡°rivalizar no tiene sentido¡±, que dir¨ªa Messner. Las monta?as se ascienden porque est¨¢n ah¨ª, para retar a lo imposible, por af¨¢n de superaci¨®n, por amor a la naturaleza... Tambi¨¦n es una forma de vida. Un a?o despu¨¦s de los All Blacks, Messner y Wielicki mantienen el toque universal y social de este premio. Atr¨¢s hubo ediciones m¨¢s medi¨¢ticas, m¨¢s locales, m¨¢s pol¨¦micas... De todo hubo. Hoy suben dos h¨¦roes a lo m¨¢s alto.