Haka en el Campoamor: los All Blacks, Princesa de Asturias

Recibido el premio, Steve Tew, el CEO de la Federaci¨®n, y Grant Fox, campe¨®n del mundo en 1987, se hicieron a un lado. El foco se centr¨® en los jugadores Keven Mealamu, Israel Dagg, Conrad Smith y Jordie Barrett. S¨ª, llegaba el momento m¨¢s esperado. Se despojaron de la chaqueta, protocolo olvidado, y firmaron una haka de etiqueta. Emocionante e intensa. Una imagen que pasa a la historia de los Premios Princesa de Asturias como una de las m¨¢s conmovedoras. El colof¨®n a los ¨²ltimos d¨ªas de los All Blacks, la mejor selecci¨®n de rugby del planeta, en Oviedo. El gesto con el que agradecieron el galard¨®n de los Deportes en un gui?o a la fuerza del equipo.

La fuerza del grupo, ah¨ª estaba la clave. ¡°Para los All Blacks el trabajo en equipo y la colaboraci¨®n son la norma. Juegan al rugby de forma mod¨¦lica: Juego limpio, camarader¨ªa, solidaridad, educaci¨®n y respeto. Y son, adem¨¢s, ejemplo de diversidad e integraci¨®n¡±, glos¨® el rey Felipe VI a los presentes en el Teatro Campoamor. ¡°Saben qu¨¦ significa trabajar en equipo, sumando fuerzas y talento. Compartiendo conocimiento, entusiasmo y esfuerzo¡±, cerr¨® su alusi¨®n el monarca.

El acto tuvo un marcado contenido hist¨®rico. Y la crisis en Catalu?a estuvo muy presente. El Rey record¨® que Espa?a afronta "un inaceptable intento de secesi¨®n en una parte de su territorio nacional y lo resolver¨¢ por medio de sus leg¨ªtimas instituciones democr¨¢ticas". Se entregaba el Premio a la Concordia a la Uni¨®n Europea, y el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, tambi¨¦n habl¨®: "Hoy mi visita es diferente. He estado varias veces en Oviedo, pero esta vez es especial. He visto banderas espa?olas por las calles y es una visi¨®n hermosa". Una visi¨®n de la que se congratul¨® tambi¨¦n Antonio Tajani, presidente del parlamento Europeo.?

Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, tambi¨¦n record¨® que "la concordia es sin¨®nimo de unidad". Todo, en presencia de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno.?

Esa idea de unidad, de conjunto, que enlaza con la idiosincrasia de la selecci¨®n kiwi. Fue el full back Israel Dagg, dos veces campe¨®n del Mundo, el que hab¨ªa dado antes la primera pincelada. ¡°Somos una selecci¨®n multicultural, formada por jugadores de diferentes or¨ªgenes. Pero da igual. Cuando jugamos, los All Blacks queremos unirnos y ser uno. Es lo bueno de ser kiwi¡±, indic¨®.

Y la distinci¨®n se dirige tambi¨¦n al rugby. Trasciende a los All Blacks. O al menos, as¨ª se lo toman los ganadores. ¡°Es un s¨ªntoma de que el rugby est¨¢ en auge. No creo que esto hubiera sido posible hace 20 a?os¡±, defiende Dagg ejerciendo de abanderado del deporte de la pelota ovalada.

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Ante un Campoamor a rebosar, Alicia M¨¦nendez, de la Fundaci¨®n Princesa de Asturias, explic¨® las razones de la decisi¨®n como ¡°ejemplo de integraci¨®n racial y cultural que refleja valores como la solidaridad y la deportividad y es un referente en el mundo¡±. A continuaci¨®n lleg¨® la escena ya descrita. Casi de inmediato ya se hab¨ªa hecho viral.

Y eso que los All Blacks hab¨ªan guardado el secreto bajo llave en los d¨ªas previos. ¡°La haka necesita del grupo¡±, dec¨ªan en los corrillos, alimentando el misterio. ¡°Es el v¨ªnculo con nuestros or¨ªgenes¡±, hab¨ªa subrayado Mealamu, el maor¨ª en la delegaci¨®n kiwi. Un v¨ªnculo que ahora tambi¨¦n tiene ra¨ªces en Asturias, con una haka que ser¨¢ recordada.