Disfrutar en pareja
Las posibilidades de compartir la experiencia del pedaleo se multiplican recurriendo a las e-bikes
Bien pensado, el titulo puede dar lugar a equ¨ªvocos. Aunque s¨ª, hoy os quer¨ªa hablar de disfrutar en pareja¡ con la bicicleta. Las posibilidades que ofrecen las e-bikes en este sentido creo que tambi¨¦n merecen la pena ser exploradas, yo al menos estoy descubriendo otra ventaja indiscutible del pedaleo asistido como es la equiparaci¨®n de diferentes estados f¨ªsicos. Permitidme que esta semana hagamos un par¨¦ntesis en lo pr¨¢ctico o lo t¨¦cnico para habla de experiencias, de sensaciones, casi de emociones¡
Doy por supuesto que muchos de los que practicamos el ciclismo encontramos en esta actividad una forma de desconexi¨®n total. Un espacio personal y dir¨ªa que en ocasiones privado, que no siempre tiene que ser compartido con alguien. Que en una pareja cada cual tenga esa parcela individual me parece tremendamente recomendable y saludable. Dos personas pueden tener mucho en com¨²n, pero no necesariamente cada instante de su existencia.
Aclarado mi posicionamiento al respecto, tambi¨¦n creo que cuando se tiene una pasi¨®n resulta m¨¢s que gratificante compartirla con alguien tan cercano como tu novia, tu compa?ero, tu esposa o sencillamente un amigo. Siquiera ocasionalmente, no se trata de fagocitar a nadie para llevarle a un territorio en el que quiz¨¢ no se sienta tan c¨®modo como nosotros. Para estos escarceos, la verdad es que la bicicleta el¨¦ctrica resulta ideal. Neutraliza cualquier diferencia de forma f¨ªsica y permite disfrutar en sinton¨ªa de momentos que de otra manera resultar¨ªa imposible.
Desde que tengo una e-bike salgo a pedalear con mi mujer mucho m¨¢s que antes. Nos divierte recorrer caminos y senderos juntos, el problema es que para ella, ciclista incluso m¨¢s ocasional que yo, determinados desaf¨ªos pueden pasar del disfrute a la pesadilla. Demasiados kil¨®metros o demasiadas ascensiones terminan siendo pocos llevaderos si marchas junto a alguien que est¨¢ m¨¢s fuerte que t¨², as¨ª que tal d¨¦ficit de energ¨ªa se convierte en un serio inconveniente.
Pero ya sabemos que las carencias de energ¨ªa se sufren de otro modo con una pedelec, as¨ª que con una de ellas nos resulta mucho m¨¢s sencillo compartir esos atardeceres de agradables paseos por el campo. Lo ideal ser¨ªa que pudi¨¦ramos tener cada uno nuestra e-bike (en proceso de ahorro andamos), pero mientras ese momento llega la combinaci¨®n de la Specialized Turbo Levo para ella y la Stumpjumper FSR para m¨ª resulta un compromiso bastante aceptable. Nuestro potencial se iguala much¨ªsimo (en realidad la balanza se inclina hacia ella) y as¨ª tenemos la oportunidad de afrontar retos que con anterioridad resultaban impensables.
No pretendo decir con esto, ya lo he comentado al inicio, que se deba renunciar al oasis de privacidad que nos regala la pr¨¢ctica de nuestro deporte favorito. Simplemente que esta democratizaci¨®n del esfuerzo que suponen las e-bikes abre el abanico de posibilidades de un modo que, personalmente, se me antoja interesante. Con tu mujer, con tu mejor amigo, con tu padre o con tu hijo, t¨² eliges¡ si es que quieres hacerlo. La libertad de rodar en solitario, escuchando ¨²nicamente tus pensamientos y saboreando cada momento como s¨®lo puedes hacerlo sin distracciones siempre estar¨¢ ah¨ª.
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