Tres de M¨¹ller, un loco y una expulsi¨®n
El primer cruce europeo entre el Bayern y el Real Madrid fue en la 75/76. Amancio fue expulsado en el que fue su ¨²ltimo partido en la Copa de Europa.
La primera eliminatoria entre el Real Madrid y el Bayern sucedi¨® en la 75-76 y dej¨® muy malos recuerdos para el equipo blanco.
El Madrid hab¨ªa eliminado al Dinamo de Bucarest, el Derby County (con una remontada gloriosa) y al Borussia M?nchengladbach. Esta eliminatoria result¨® pol¨¦mica. El Madrid se trajo de all¨ª un 2-2 un tanto afortunado, con un golazo final de Pirri, y aqu¨ª fue 1-1. Pas¨® por el mayor valor de los goles fuera, pero con un bald¨®n: al Borussia se le anularon aqu¨ª dos que todav¨ªa no me explico por qu¨¦. Aquel Borussia fue un gran equipo, al que el f¨²tbol espa?ol ya le hab¨ªa arrebatado un jugador (Netzer, que jug¨® contra ellos esa eliminatoria) y luego cuatro m¨¢s: Simonsen, Bonhof, Stielike y Jensen.
Aquello levant¨® polvareda en Alemania, donde el Bild encabez¨® una de sus truculentas campa?as. En esas condiciones toc¨® para semifinales el Bayern de M¨²nich, que ven¨ªa de ganar las dos ediciones anteriores de la Copa de Europa. Vinieron respetuosos: "Si eliminamos al Madrid seremos campeones otra vez".
El Madrid andaba l¨ªder en la Liga, pero entre algodones. Le faltar¨ªan seguro Pirri y Breitner, y Vel¨¢zquez andaba con molestias. Al final jug¨®, pero no los otros dos. Del Bosque tuvo que ser el l¨ªbero. El Bayern era la base de la selecci¨®n alemana ganadora de la Eurocopa del 72 y el Mundial del 74, con sus Maier, Beckenbauer, H?ness, M¨¹ller¡ Y emerg¨ªa Rummenigge.
La ida se juega en el Bernab¨¦u el 31 de marzo del 76, con el Bernab¨¦u a reventar y ¨¢rbitro austriaco, el prestigioso Linemayer. Hay ambiente de pasi¨®n en las gradas, muchas quejas contra el revuelo que en Alemania ha producido el arbitraje ante el Borussia. Y mucha ilusi¨®n, a pesar de las bajas.
Aquello empieza bien. El Madrid lleva balones arriba, donde saltan Santillana y Roberto. Vel¨¢zquez dirige la maniobra, hay griter¨ªo y emoci¨®n. En el minuto 12, Roberto Mart¨ªnez marca y el campo retumba. Retumbar¨¢ m¨¢s cuando haya una mano de Beckenbauer, reclamada como penalti, pero Linemayer ha apreciado justo antes una falta del Madrid y eso es lo que ha pitado. Bronca.
Todo se complica en el 35¡¯, cuando Vel¨¢zquez se resiente, se tiene que ir y entra el inexperto Vitoria. Y m¨¢s en el 42¡¯, cuando tras una ocasi¨®n clar¨ªsima del Madrid, el Bayern cuela un contraataque y marca M¨¹ller. El arranque de los alemanes ha pillado a los madridistas lament¨¢ndose, error fatal. Es el 1-1, gol psicol¨®gico. El descanso resulta sombr¨ªo. Todo va a peor en la segunda mitad a partir de que Roberto Mart¨ªnez, que estaba haciendo el partido de su vida, se parte la nariz en un choque con Maier. Tiene que irse y dejar el sitio a Guerini. El Madrid ya es un puro remiendo.
Cerca del t¨¦rmino del partido hay un agarr¨®n a Santillana en el ¨¢rea. Linemayer no pita, ante la indignaci¨®n general. Corre por las gradas una sensaci¨®n de desgracia y de injusticia que incuba lo que ocurrir¨¢ no mucho m¨¢s tarde de esa jugada: salta un exaltado que pasar¨¢ a la historia como El Loco del Bernab¨¦u, llega hasta Linemayer evitando a H?ness y le sacude un tremendo pu?etazo. Le agarran los jugadores del Bayern, le tiran al suelo, Maier se ensa?a con ¨¦l. Llegan polic¨ªas, los grises de la ¨¦poca, le rescatan, hay forcejo con los alemanes. Luego, con una falta de profesionalidad inaudita, le dejan escapar en los pasillos del estadio.
El Bild se ceba, exagera, inventa agresiones de la polic¨ªa a sus jugadores, presenta el Bernab¨¦u como una caldera salvaje, azuza contra los traidores Netzer y Breitner, que han dejado los clubes que les criaron en Alemania para unirse a esa tribu b¨¢rbara¡ El Bild ten¨ªa una tirada varias veces millonaria y gran influencia entre las clases populares.
Su salida, atravesando la pista con la cabeza baja, es triste. Duele ese final para una carrera europea gloriosa.