Un descubrimiento apasionante
Las bicicletas el¨¦ctricas ya est¨¢n convirti¨¦ndose en una aut¨¦ntica revoluci¨®n dentro del sector en convivencia con el ciclismo tradicional.
El 11 de agosto de 2016 sufr¨ª un accidente de moto, llam¨¦mosle serio. Los detalles carecen de importancia para lo que nos ocupa, no tanto as¨ª sus consecuencias: cuatro d¨ªas en la UCI, once hospitalizado, varias fracturas en el pie, costillas y hombro izquierdos, una contusi¨®n abdominal y un (para m¨ª) interminable periodo de recuperaci¨®n.
Seis meses de baja laboral y con una actividad f¨ªsica limitada a la rehabilitaci¨®n de mis lesiones. No fue f¨¢cil, claro est¨¢, pero finalmente volv¨ªa a una cierta normalidad en la primavera de 2017, ¨¦poca del a?o ideal para intentar recuperar parte de mi forma practicando uno de mis deportes favoritos, el ciclismo de monta?a.
Sab¨ªa que reencontrarme con la bici tampoco iba a ser un reto sencillo. Cualquiera que practique deporte con asiduidad sabe que la dificultad para ponerse en forma es proporcional a la rapidez con que se pierde cuando no se mantiene una constancia m¨ªnima. As¨ª que despu¨¦s de casi ocho meses de par¨®n forzoso, volver a rodar con mi Specialized iba a poner a prueba, sin duda, mi capacidad de superaci¨®n y de sufrimiento.
Lo ten¨ªa asumido, ya digo. Lo que no imaginaba es que fuera a ser tan incre¨ªblemente duro. Hab¨ªa perdido la mayor parte de musculatura de la pierna izquierda (sin obviar que tampoco antes mis ¡®bielas¡¯ eran las de Contador) y mi resistencia aer¨®bica estaba bajo m¨ªnimos. Mis pulsaciones se disparaban ante el m¨¢s m¨ªnimo repecho y recorrer apenas una veintena de kil¨®metros por un trazado sencillo en su orograf¨ªa supon¨ªa todo un suplicio.
Ser¨¢n estas primeras salidas, pensaba yo en un intento de subirme la moral. No era plan rendirme antes de intentarlo. Pero la realidad es que la situaci¨®n se convirti¨® en un escollo casi insalvable, mi incapacidad era un misil a la l¨ªnea de flotaci¨®n de mi moral y, tras unas cuantas excursiones m¨¢s, comenc¨¦ a apreciar cierta pereza a la hora de colocarme el casco y las zapatillas. Siempre ten¨ªa una excusa para no entrenarme, en cada ocasi¨®n surg¨ªa un plan mejor para dejar aparcada la bici en el garaje. Algo estaba fallando.
Desilusionado y casi deprimido, comenc¨¦ a comentarlo con algunos amigos que comparten mi afici¨®n por el mountain bike. Opiniones para todos los gustos, consejos siempre bienvenidos pero de lo m¨¢s variopintos hasta que uno de ellos nombr¨® a la bicha. ?Por qu¨¦ no te compras una bici el¨¦ctrica? ??C¨®mo?! ?Tan mal me ve¨ªa? ?Tan acabado? Me son¨® a disparate y no quise ni tener en cuenta su comentario¡ hasta que empec¨¦ a padecer de nuevo m¨¢s de la cuenta en la siguiente salida.
Nunca he sido, debo reconocerlo, un entusiasta de la movilidad el¨¦ctrica. Pertenezco a una generaci¨®n que ha crecido quemando gasolina y sin ser conscientes del da?o que la contaminaci¨®n hace a nuestro planeta. Quiz¨¢ por eso lo de los coches a pilas me resulta un tanto chirriante, por mucho que asuma que la protecci¨®n del medio ambiente no admite muchas m¨¢s alternativas en el corto plazo. As¨ª que es f¨¢cil intuir lo que supuso para m¨ª aceptar que quiz¨¢ una de esas modernas e-bikes fuera la soluci¨®n a parte de mis males, la herramienta ideal para intentar salir del pozo en el que me encontraba sumido.
Y aqu¨ª estamos, estrenando un blog dedicado al asunto gracias a la generosidad del Diario AS, que ha sido mi casa profesional durante 25 a?os y con la mantengo una estrecha colaboraci¨®n desde que asum¨ª mi nueva responsabilidad dentro del Grupo Prisa. Me apetece mucho disponer de esta ventana peri¨®dica (espero que con la mayor asiduidad posible) para que compartir con aqu¨¦llos interesados en esta nueva modalidad del ciclismo experiencias, dudas, consejos, descubrimientos¡ todo aquello que se tercie sobre un descubrimiento que, personalmente, se me antoja entusiasmante.
No me gustar¨ªa que esta primera entrada del blog ¡®Planeta e-bike¡¯ se os atragantara por su extensi¨®n. Tiempo tendremos para ir entrando en materia y estas l¨ªneas ¨²nicamente pretenden servir de introducci¨®n sobre el asunto que, espero, nos va a congregar en este espacio de As.com. A modo de cierre y resumen, dir¨ªa que las bicicletas el¨¦ctricas es una alternativa a tener muy en cuenta por un numeroso grupo de usuarios, que ya est¨¢ convirti¨¦ndose en una aut¨¦ntica revoluci¨®n dentro del sector en convivencia con el ciclismo tradicional y que creo que hay mucho que aprender, aprender, compartir y disfrutar de un deporte apasionante. Lo iremos comprobando poco a poco, ojal¨¢ que me acompa?¨¦is en el viaje que comienza aqu¨ª y ahora¡