Como Iribar no hay ninguno
Iribar, Yashin y Banks. En mi ¨¦poca de chaval esos eran los porteros a los que admir¨¢bamos, aunque s¨®lo supi¨¦semos de ellos por la prensa, la radio y ya despu¨¦s, en el Mundial 66, tambi¨¦n por la televisi¨®n, en blanco y negro. Y de negro vest¨ªan tanto Iribar como Yashin, la Ara?a Negra. Eran sobrios, elegantes, siempre bien colocados. Pero para nosotros, el mejor era el Chopo, como se conoc¨ªa al guardameta de Zarautz. ¡°?Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno!¡±, se cantaba no s¨®lo en San Mam¨¦s sino en muchos campos de Espa?a cuando el Chopo ten¨ªa actuaciones como la de la final de la Copa de 1966 ante el Zaragoza en el Bernab¨¦u, el d¨ªa que la afici¨®n del Athletic enton¨® ese estribillo pese a que el equipo rojiblanco hubiera perdido. Sali¨® a hombros.
Por eso no extra?¨® que fuera ¨¦l quien batiera el r¨¦cord de 46 partidos de Zamora al jugar de titular casi ininterrumpidamente durante doce a?os, cediendo muy pocos partidos a otros guardametas (Sadurn¨ª, Reina...), algo que no alcanzaron Gento, Amancio, Pirri... Lo dej¨® en 49 y no se sabe bien por qu¨¦ Kubala no lo llam¨® m¨¢s tras un partido ante Alemania en la primavera de 1976. Iribar, tan grande, parec¨ªa infranqueable cuando se pon¨ªa ante el delantero con los brazos en cruz. Iba para tornero y acab¨® siendo el mejor portero. Como Iribar no hay ninguno.