Marc M¨¢rquez lo tiene casi todo
Marc M¨¢rquez lo tiene casi todo para ser el m¨¢s grande. Tiene, por ejemplo, seis t¨ªtulos mundiales, cuatro de ellos en la m¨¢xima categor¨ªa de MotoGP, lo que le sit¨²a ya como el segundo piloto espa?ol m¨¢s laureado, s¨®lo por detr¨¢s de un mito: ?ngel Nieto. Esa media docena de alirones, rematada el pasado domingo en Valencia, le colocan tambi¨¦n entre los diez mejores de la historia del motociclismo global, con s¨®lo otros siete pilotos con m¨¢s coronas. Tambi¨¦n tiene, valga igualmente de ejemplo, mejores n¨²meros que Valentino Rossi a la edad de 24 a?os: 6 mundiales por 5 del italiano; 61 victorias contra 59; 73 poles contra 30; 168 participaciones en grandes premios frente a 124... Todo es superlativo en Marc M¨¢rquez, tan r¨¢pido en dar mordiscos a la historia del deporte como en el circuito.
M¨¢s all¨¢ de los d¨ªgitos, M¨¢rquez tiene un pilotaje valiente y espectacular, un todo o nada que le ha llevado 27 veces al suelo este a?o, o a sumar tres ceros en sendas carreras (dos por ca¨ªda y uno por aver¨ªa). Su salvada en Cheste, a 64 grados de inclinaci¨®n y a 164 km/h se ha convertido en viral. No es la primera vez que le vemos acciones as¨ª. Tambi¨¦n tiene carisma y una contagiosa sonrisa. Pero le falta algo, que depende menos de ¨¦l. Por un lado, que las motos puedan llegar a una afici¨®n m¨¢s general: la televisi¨®n de pago limita el foco en un deporte asociado en sus or¨ªgenes a la televisi¨®n p¨²blica. Y por otro, que el dominio mundial de los pilotos espa?oles ha trasmitido la sensaci¨®n de que es f¨¢cil y se valora menos. Una injusta percepci¨®n. Marc M¨¢rquez tiene un m¨¦rito enorme, a la altura de los m¨¢s grandes.