El morado, el Real Madrid, el Nazareno...
El morado, s赤, aparece en la bandera de la Rep迆blica. El morado del pend車n de Castilla, en origen un carmes赤 alterado por el desgaste de los tiempos. Esa sugesti車n de morado en una banda de la nueva camiseta de Adidas ha montado un revuelo que no cesa, y sobre el que vuelvo. Viene a ser una muestra de la mala uva que recorre Espa?a en estos d赤as, tan distintos de los de la Transici車n, cuando mandaba lo contrario: la comprensi車n mutua, la buena fe, la capacidad para meterse en los zapatos del otro, para admitirle, para ceder, para entenderse. Ahora no se salva nada, ni la camiseta de nuestra dign赤sima Selecci車n de f迆tbol.
El morado remite a la Rep迆blica como podr赤a remitir al Nazareno, a los penitentes de tantos lugares de la primavera espa?ola. Pero nadie piensa que esa banda insin迆e una devoci車n por las procesiones de Semana Santa, sino a la Rep迆blica. Recuerdo ahora que cuando lleg車 la Rep迆blica, el Madrid se quit車 la corona del escudo y lo cruz車 una banda oblicua morada. Acabada la guerra, recobr車 la corona, pero mantuvo esa banda morada porque quiz芍 el escudo anterior resultaba demasiado desnudo sin ella. Recientemente, en retoque marquetiniano, achat車 la corona y cambi車 el morado por el azul, por simple raz車n est谷tica. Nadie repar車 en ello.
Por supuesto, &cuando entonces*, como escrib赤a Umbral, a nadie se le ocurr赤a relacionar la banda morada de aquel Madrid de las Copas de Europa en blanco y negro con la Rep迆blica. Tampoco cuando vest赤a de morado en Zaragoza, Valencia, Sevilla. Ni Rep迆blica ni Semana Santa, s車lo un segundo uniforme, del color tenido por el de Castilla. Pero hoy hay tanto pu?eteo que una banda azul atravesada por rayas rojas ha montado un l赤o. Felizmente, los jugadores se han hecho un &selfie* contra los propaladores de &la salsa de la farsa, el meollo del mal rollo, la mecha de la sospecha, la llama de la jindama*... a los que tan bien retrat車 Serrat.? Un buen &selfie*.