Lydia Valent¨ªn rescata la gloria robada
El ¨¦xito del Pirag¨¹ismo en los Premios Nacionales del Deporte 2016, fallados el pasado lunes, ha eclipsado otra merecid¨ªsima distinci¨®n, la de mejor deportista de Lydia Valent¨ªn, que compartir¨¢ con Maialen Chourraut. La haltera se colg¨® el bronce en los Juegos de R¨ªo, pero no ha sido galardonada por esa raz¨®n, o al menos no s¨®lo por esa, sino como desagravio por las medallas de Pek¨ªn 2008 y Londres 2012, plata y oro, que ha heredado por el dopaje de varias rivales y que no pudo disfrutar in situ. A Lydia le han robado la satisfacci¨®n de vivir el momento, las fotos de los podios ol¨ªmpicos y la emoci¨®n del himno. Eso no se lo devolver¨¢n. Pero poco a poco le han ido cayendo reconocimientos que van compensando la injusticia. Me atrevo a decir que, a la larga, su figura ha crecido ante la mirada de los aficionados.
Lydia Valent¨ªn recibi¨® un Premio AS el a?o pasado, con el que se le rindieron honores de campeona ol¨ªmpica. El Premio Reina Letizia tambi¨¦n la reconoce como tal. Y el pr¨®ximo enero, seg¨²n nos revel¨® este mi¨¦rcoles la propia deportista, el COE celebrar¨¢ un acto exclusivo para entregarle la plata de Pek¨ªn 2008. Un goteo continuo de gestos de resarcimiento, que habr¨ªa que acompa?ar tambi¨¦n de la devoluci¨®n del dinero perdido. Alejandro Blanco lucha por ello, y algo se va a conseguir. Entre premio y premio, Lydia sigue con su carrera deportiva. El domingo partir¨¢ a Anaheim (California, EE UU) para aclimatarse para los Mundiales, donde parte como gran favorita, debido a la suspensi¨®n de nueve pa¨ªses por sus esc¨¢ndalos de dopaje, unida al boicot de Corea del Norte. Esa limpia de tramposos tambi¨¦n es un triunfo suyo.