Petrovic, Sabonis y el bello abrazo

Drazen Petrovic sum¨® 28 puntos frente a Espa?a y Arvydas Sabonis meti¨® 31 a Puerto Rico. El 29 de julio de 1992, en plena fase regular de baloncesto de los Juegos Ol¨ªmpicos, Croacia y Lituania anticipaban sus candidaturas a acompa?ar al Dream Team USA en el podio final. Plata y bronce, respectivamente. Cuatro a?os antes, en Se¨²l 1988, tambi¨¦n se hab¨ªan colgado medallas, pero bajo banderas diferentes: Sabonis, el oro con la URSS, y Petrovic, la plata con Yugoslavia. El mapa mundial cambiaba a pasos agigantados y Barcelona 92 fue su reflejo. La URSS ya no exist¨ªa. En su lugar compiti¨® el Equipo Unificado, bajo el c¨®digo EUN, que reuni¨® a 12 de las 15 rep¨²blicas exsovi¨¦ticas, todas menos las tres b¨¢lticas. Yugoslavia ni siquiera particip¨®: estaba sancionada por la guerra que asolaba su regi¨®n.

Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina s¨ª acudieron como pa¨ªses independientes. Tambi¨¦n algunos deportistas yugoslavos y macedonios, bajo bandera ol¨ªmpica. Con esa misma ense?a desfil¨® el Equipo Unificado, aunque los atletas que lograron ¨¦xitos individuales s¨ª pudieron escuchar el himno de su rep¨²blica. El EUN lider¨® el medallero final, por delante de Estados Unidos y¡­ Alemania. Otra novedad en el mapa: Alemania volvi¨® a competir unificada, tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, y mostr¨® su potencial. Al margen del Tel¨®n de Acero hubo otro sonado regreso: Sud¨¢frica, ya sin sanciones internacionales por el Apartheid. Una de sus atletas, Elana Meyer, blanca, luch¨® por el t¨ªtulo de 10.000 con la et¨ªope Derartu Tulu, negra. Al cruzar la meta se fundieron en un bello abrazo. Una imagen del deporte.