Es f¨¢cil traducir ¡®fan zones¡¯
Los seguidores del Madrid y de la Juve acudieron ayer a sus respectivas ¡°fan zones¡±.
Parece normal que la UEFA use esos t¨¦rminos en ingl¨¦s, siguiendo su lengua oficial; pero el esp¨ªritu gregario de muchos periodistas ha hecho que se asienten en la prensa como si no dispusi¨¦ramos de equivalentes en espa?ol, y que incluso se llame ¡°fan zones¡± a las establecidas en la final de la Copa disputada en Madrid.
Veamos. La locuci¨®n ¡°fan zone¡± se compone con dos t¨¦rminos de muy sencilla traducci¨®n incluso para quienes no sepan ingl¨¦s.
¡°Zone¡± viene del griego ¡°zon¨¦¡± de donde pas¨® al lat¨ªn tal como lo decimos en espa?ol: ¡°zona¡±. Pero su significado primitivo era ¡°cintur¨®n¡± o ¡°faja¡± (por eso se llama ¡°zoster¡± al herpes que rodea la cintura); y desde ah¨ª se ampli¨® a ¡°extensi¨®n considerable de terreno que tiene forma de banda o franja¡±, para significar finalmente ¡°parte de terreno encuadrada en ciertos l¨ªmites¡±.
Por su parte, ¡°fan¡± equivale a ¡°seguidor¡±, ¡°aficionado¡±, ¡°admirador¡±, ¡°entusiasta¡±. Se relaciona con el adjetivo ¡°fanatic¡±, derivaci¨®n a su vez del lat¨ªn ¡°fanaticus¡±, que significaba ¡°exaltado¡±, ¡°fren¨¦tico¡±. En el mundo cl¨¢sico sol¨ªa aplicarse ese adjetivo a los sacerdotes de ciertas diosas griegas o romanas entregados a violentas manifestaciones religiosas, seg¨²n se?ala el diccionario etimol¨®gico de Corominas y Pascual.
O sea, que los fan¨¢ticos de la ¨¦poca ya adoraban a Cibeles (se desconoce si adem¨¢s le brindaban alg¨²n t¨ªtulo).
Precisamente ¡°fan¨¢ticus¡± se form¨® sobre la palabra ¡°fanum¡±: templo. Y los referidos sacerdotes llenos de vehemencia eran algo as¨ª como ¡°los templistas¡± (los ¡°fanaticus¡±). Con esa ra¨ªz se crearon tambi¨¦n ¡°profano¡± (lo que est¨¢ fuera del templo) y ¡°profanar¡± (tratar sin respeto algo sagrado).
No s¨¦ si muchos aficionados responsables y cabales se sentir¨¢n c¨®modos con la consideraci¨®n de ¡°fan¨¢ticos¡±. Si no fuera as¨ª, dispondr¨ªamos para ellos de una estupenda palabra inventada en Uruguay: hincha.
A principios del siglo XX, en el Nacional de Montevideo trabajaba como utillero (all¨¢ ¡°utilero¡±) Prudencio Miguel Reyes, apasionado y ruidoso seguidor del equipo. La palabra ¡°utillero¡± a¨²n no se aplicaba a los encargados del material, a quienes se sol¨ªa llamar ¡°hinchabalones¡± (no confundir con hinchapelotas); t¨¦rmino excesivamente largo que se acort¨® en ¡°hincha¡±.
De ese modo, ¡°el hincha¡± de Nacional, tan entusiasta como aquellos guardianes del templo, acab¨® dando nombre a toda una colectividad: la hinchada.
En resumidas cuentas, la ¡°fan zone¡± bien podr¨ªa denominarse la ¡°zona de hinchas¡±. Y as¨ª no se ofender¨ªan ni los buenos aficionados¡ ni el idioma.