Expedientes de dopaje en los cajones
A mediados de 2012, el Consejo Superior de Deportes recibi¨® una carta de la AMA en la que se quejaba de que no hab¨ªa recibido informaci¨®n de unos 80 expedientes de dopaje espa?oles desde 2008. Conoc¨ªan los resultados anal¨ªticos adversos, pero desconoc¨ªan sus resoluciones. Eran tiempos en los que la lucha antidopaje se divid¨ªa en una incomprensible bicefalia. Por un lado, la Agencia Estatal (AEA), te¨®ricamente independiente, hoy rebautizada como AEPSAD. Por otro, la Comisi¨®n de Control y Seguimiento de la Salud y el Deporte, adscrita al CSD. Para rematar, eran las federaciones las que ten¨ªan la potestad de sancionar. Cada uno de esos dos ¨®rganos puso a una persona para ordenar aquel descontrol: hab¨ªa casos prescritos, otros no comunicados, y la mayor¨ªa sencillamente olvidados en los cajones.
Miguel Cardenal se puso serio con el asunto. El entonces subdirector general de Salud y Deporte, Jos¨¦ Luis Terreros, fue relegado del cargo y pas¨® a otras funciones. Su mano derecha, Miriam Pallar¨¦s, acab¨® destituida. Con la Ley actual, esas competencias se a¨²nan en la AEPSAD, que ahora dirige el propio Terreros. Tras el cierre de la Operaci¨®n Puerto, la Federaci¨®n Espa?ola de Ciclismo ha ofrecido a la Agencia los expedientes de Manolo Saiz, Vicente Belda e Ignacio Labarta, que deben reabrirse para su resoluci¨®n, una vez que ya existe sentencia firme del caso. Durante el juicio se demostr¨® que hubo pr¨¢cticas dopantes, suficiente para sancionar por v¨ªa administrativa. Ha habido contactos entre juristas de la RFEC y la AEPSAD, pero sin soluci¨®n a la vista. Esperemos que no se vuelvan a dormir en un caj¨®n.