El fuego y el hielo
Nick Kyrgios lo relat¨®. "En el primer juego que le quebr¨¦ el servicio le grit¨¦ "?Vamos!", muy fuerte, para que supiera que le competir¨ªa cada punto ese d¨ªa". Se refer¨ªa al 6 de mayo de 2015, cuando se enfrent¨® por primera y ¨²nica vez con Roger Federer. El escenario no pod¨ªa tener mejor nombre para un choque as¨ª: la Caja M¨¢gica.
Aquella vez en Madrid, el tenista greco-malayo que se pasea por el mundo con pasaporte australiano e intimidando a todos con un poderos¨ªsimo servicio, le arrebat¨® el triunfo de las manos al suizo. Y lo hizo con ¨¦pica: salvando dos puntos de partido.
Muchas cosas han pasado desde aquella vez y antes de que se enfrenten por los cuartos de final del BNP Paribas Open en Indian Wells.
Roger estuvo seis meses fuera por lesi¨®n. Regres¨® para acrecentar a¨²n m¨¢s su leyenda. De paso, casi sin querer, le obsequi¨® al tenis un argumento s¨®lido para expandir su magia y popularidad al sumar su 18¡ã t¨ªtulo de Grand Slam en esa final de novela contra Rafa Nadal, en el ¨²ltimo Abierto de Australia.
Nick se ha encargado de perfeccionar a¨²n m¨¢s su excelente servicio, mejorar su juego en todos los aspectos y seguir siendo d¨ªscolo y locuaz. Entremedio, despach¨® en torneos seguidos -Acapulco e Indian Wells- a Novak Djokovic e igual¨® el registro de su compatriota Lleyton Hewitt: vencer a Federer, Nadal y Djokovic la primera vez que los enfrent¨®.
El duelo del viernes en Indian Wells puede, con el correr del tiempo, convertirse en un partido de culto. El mejor de todos los tiempos que se empecina en demostrar que tiene gasolina para rato, y el talento emergente que no pasa inadvertido. El tipo que amas u odias, pero que siempre respetas. Y que, era que no, est¨¢ hambriento de gloria.
Ser¨¢ el duelo entre un suizo que busca con una raqueta lograr la perfecci¨®n que tienen los relojes que fabrican en su pa¨ªs, y la explosividad de un joven irreverente, hambriento de triunfos y gloria para una Australia llena de historia ten¨ªstica, pero falta de festejos en los ¨²ltimos a?os.
Un amigo escribi¨® en Facebook: "Si Kyrgios frena la locura, ser¨¢ el pr¨®ximo n¨²mero uno del mundo". Quiz¨¢s esa locura sea la que lo tome de la mano para conducirlo directamente a la gloria.