El plazo de fichajes y de cajas fuertes
El primer d¨ªa del a?o no fue s¨®lo la fecha en la que el reglamento FIFA autoriza negociar con cualquier jugador que acaba contrato al final de la temporada; tambi¨¦n fue el momento que esperaban unos cuantos clubes y unos cuantos futbolistas para sacar de sus cajas fuertes los documentos que les vinculan y que cerraron antes de la hora marcada por la Federaci¨®n Internacional. Quiebros invisibles para el ojo vigilante que mira desde Suiza.
Ser¨¢ dif¨ªcil encontrar a uno de los grandes astros en la lista de los que cumplen sin renovar. Sus clubes tienen poderosas maneras de evitarlo aunque en el lance se da?en: el banquillo y la grada son malos para los dos, pero en a?o de Mundial pierde m¨¢s el jugador. De buscar la excepci¨®n vayan a Londres y encontrar¨¢n en el se?orial barrio de Chelsea al futbolista en activo que m¨¢s dinero ha ganado en su profesi¨®n: Ballack. Por dos veces agot¨® los plazos pactados en Alemania, por dos veces engord¨® su cuenta con el dinero que no hubo de pagarse por traspaso. A la tercera, ya en el club de Abramovich, amag¨® con la retirada pero al encontrarse con la prohibici¨®n para fichar que amenaza al Chelsea, entendi¨® ladinamente que no iban a tener m¨¢s remedio que renovar a sus estrellas (al menos como prevenci¨®n por si no prospera su recurso) en condiciones op¨ªparas. Y otra vez lo hizo; le sac¨® al magnate ruso un a?o en cifras tremendas, y despu¨¦s de un mesecito bien jugado le levant¨® un par m¨¢s. Ser¨¢ hasta 2013. Un fen¨®meno.
El mercado agota el contrato de buenos futbolistas aunque no sean octavas maravillas. Es el tiempo de los secretarios t¨¦cnicos: avispados, grises y mequetrefes. Los primeros sabr¨¢n espigar en ese ¨¢mbito para mejorar su equipo con buenos jugadores de buen car¨¢cter. Los segundos dejar¨¢n que otros tomen decisiones por ellos. Los terceros, directamente, se equivocar¨¢n.