El duende del Aleti vive en las Pe?as
Los argentinos se llevan la mano a una zona noble de su cuerpo, instalada en el hemisferio izquierdo del organismo varonil, cuando el gafe amenaza (?c¨®mo har¨¢n las argentinas?). Los argentinos denominan mufa al gafe y en ¨²ltimo extremo le cambian el nombre. Por eso llamaban Nemen a quien fuera su presidente. El cenizo de los atl¨¦ticos son las celebraciones, pero es evidente que en el comit¨¦ organizador de actos rojiblancos no cabe la superstici¨®n porque dudo de que haya una entidad deportiva que tenga tantas cosas que celebrar a lo largo de una temporada. Siempre tenemos una fiestecita y lamento que desapareciera el equipo de petanca, que era bien bueno, porque imagino al estadio en pie ovacionando a la tripleta petanquista despu¨¦s de ganar la Bola de Plata de la Comunidad. Y luego palmar¨ªamos con el Alcorc¨®n que est¨¢ en racha. De todos los actos, actillos y actazos, hay uno que s¨ª es sagrado: el del domingo. Las Pe?as en el Calder¨®n.
Es la ¨²nica tarde en la que justifico ir al campo por lo que voy a ver antes que por lo que voy a ver despu¨¦s. En este club, incomprensible hoy por hoy, hay una fuerza que viene de la historia, s¨ª, pero tambi¨¦n del duende que le acompa?a. De la magia colchonera nace la fe creciente que se expande por el mundo; por todas partes. No es un fen¨®meno f¨¢cil de entender porque al duende se lo est¨¢n poniendo en chino tonquin¨¦s. Pero se da. No por los que estamos en Madrid y vamos siempre. Por los que vienen de lejos: ?qu¨¦ tal si pens¨¢is que el Numancia es el Barsa y les gan¨¢is, chavales?