Cuando vuela el Aleti
Me parece bien que un equipo que est芍 a doce puntos del primero diga que puede ganar la Liga. Me parece muy bien. Me parece bien, muy bien, porque si lo dice el que est芍 a doce, con m芍s raz車n lo debe defender quien est芍 a once. Ya lo hicimos antes, ya remont車 el Aleti en una sola vuelta para pasar de los pelda?os que te llevan a segunda hasta el m芍s alto de todos, el que ocupa el campe車n. Fuimos campeones porque aquel equipo que maravillaba por delante se fortaleci車 atr芍s hasta completarse. Hab赤a ca赤do el Gran Torino en Superga y el cetro de mejor escuadra de Europa pas車 a la que maravillaba en el Metropolitano, la orquesta de Helenio Herrera al son de Ben Barek. Hoy, tal que ayer, falta la consolidaci車n trasera para que ma?ana se recuerde a este equipo como recordamos al que empezaba en Marcel Domingo y terminaba en Escudero. Demuestra el rival -honor al actual Barcelona- que eso puede ser, que los equipos pueden ser totales: que la defensa es cosa de los once, que el acorde車n debe funcionar arm車nico en las teclas de arriba y en las de abajo, que eso se trabaja entre semana hasta que suena el domingo como una melod赤a sin error.
Tiene nuestro Aleti algo que nadie posee: esa aceleraci車n de ataque cuando el bal車n cruza el medio campo con sentido; vuela entonces hacia la puerta contraria con una rapidez tan vertical que condena al adversario a vivir en un temblor. Los tenemos asustados. La Fiera que volvi車, y con Maxi, m芍gicos, Simao, Ag邦ero y Forl芍n, apuntan a la devoluci車n del lugar que le corresponde a este club. Un lugar tan alto que, una vez alcanzado, no hay motivo ninguno para aceptar perder a cualquiera de los cuatro.