El Mundial de motociclismo comenz¨® en 1949 y el brit¨¢nico Leslie Graham aparece como el primer rey de la m¨¢xima categor¨ªa, 500cc, pero unos a?os antes Europa vivi¨® un m¨ªtico duelo entre dos pilotos que batallaban por algo m¨¢s que los t¨ªtulos del Campeonato de Europa, el certamen m¨¢s importante que se corr¨ªa antes de la II Guerra Mundial. La gloria de poseer la mejor tecnolog¨ªa de la ¨¦poca, muy conectada en esos momentos con la industria militar y aeron¨¢utica, se convirti¨® en una preguerra entre los pa¨ªses m¨¢s potentes del Viejo Continente con Alemania e Italia a la cabeza. Hitler y Mussolini ten¨ªan planes comunes en el aspecto pol¨ªtico, pero lidiaron un ¨¦pico enfrentamiento en las figuras de sus protegidos al manillar de una motocicleta: Georg Meier en el bando de los nazis y 'Dorino' Serafini por parte del fascismo italiano. ?Qui¨¦nes fueron estos ases de la velocidad?

Meier, apodado 'Schorsch' y nacido el 9 de noviembre de 1910 en Muhldorf am Inn, se convirti¨® en polic¨ªa motorizado de Baviera a los 22 a?os tras haber dejado la escuela con 14 a?os, convertirse en aprendiz en un taller local de reparaci¨®n de motocicletas y estar tres a?os completando su periodo de entrenamiento. Su tremendo aguante ante situaciones complicadas fue una virtud que le acompa?¨® toda su vida. Ah¨ª comenz¨® tambi¨¦n su aventura en las carreras que le llev¨® a grandes ¨¦xitos como convertirse en el primer no brit¨¢nico en la historia que gan¨® la m¨¢xima categor¨ªa de la Isla de Man tras sacar m¨¢s de veinte segundos al segundo al final de la primera vuelta y haber soportado con estoicismo burlas como que en los entrenamientos le pintaran una letra ele enorme en la espalda de su chaqueta como si fuera un novato.

Teodoro Serafini naci¨® en San Pietro, cerca de Pesaro, el 22 de julio de 1909. Era el mayor de los cuatro hijos de un constructor de carruajes y apicultor que ten¨ªa una enorme afici¨®n por las motos. El talento de Dorino empez¨® a quedar claro cuando en una prueba en el circuito de Rimini destroz¨® el r¨¦cord abosluto de la pista con 18 a?os. Con Benelli y MM empez¨® a competir y ganar t¨ªtulos en Italia hasta que Gilera vio en ¨¦l al elegido para afrontar el gran reto de la ¨¦poca y le ofreci¨® 2.000 liras al mes de contrato. Serafini fue un gran piloto de motos pero como curiosidad una pincelada: tiene el mejor porcentaje de la historia en la F1 ya que corri¨® un ¨²nico gran premio oficial del Mundial con puntos en juego y subi¨® al podio, segundo en el GP de Italia de 1950 celebrado en Monza junto a Ascari y al volante de un Ferrari. Un 100%.

Hechas las presentaciones, llega el momento del duelo. En 1924, la FICM hab¨ªa creado un formato de un ¨²nico evento anual denominado Gran Premio de Europa. Dicha prueba se celebr¨® entre 1924 y 1937 con categor¨ªas que oscilaban entre los 125 y los 1000cc, as¨ª como tres categor¨ªas de sidecares, pero en 1938 la cita cobr¨® una nueva dimensi¨®n e importancia al organizarse varios carreras puntuables dando lugar al Campeonato de Europa y a un t¨ªtulo que reconoc¨ªa al mejor piloto del continente y, en esos momentos, del mundo al no haber otro campeonato m¨¢s importante. En esos a?os preb¨¦licos, Meier era un soldado de la Wehrmacht, piloto BMW de f¨¢brica y famoso por sus gestas al manillar de la Kompressor Type 255 lo que le vali¨® incluso para ser recibido y homenajeado por Adolf Hitler. 'Der Gusseiserne Schorsch' (Georg, el hombre de hierro) era un h¨¦roe para los nazis que obtuvo innumerables triunfos, incluyendo ese primer t¨ªtulo de Europa en 1938, ¨¦xito que por supuesto celebr¨® con el saludo fascista.

Italia quer¨ªa su Meier y Benito Mussolini, entusiasta aficionado a las m¨¢quinas de dos ruedas, proclam¨® a Serafini como el primer piloto del pa¨ªs a trav¨¦s del Moto Club transalpino. Muy cercano a los 'camisas negras', Dorino incrust¨® en su Gilera el 'Fascio Littorio', s¨ªmbolo preferido del 'Duce', y empez¨® a acompa?ar sus victorias tambi¨¦n con el saludo de la ¨¦poca al dictador. ?l era el elegido para desafiar en 1939 el dominio alem¨¢n al manillar de su bestia multicil¨ªndrica sobrealimentada como la de los nazis, pero en su versi¨®n italiana. Meier comez¨® con tres victorias consecutivas tras batallar en pista contra Serafini, pero decidi¨® saltarse la cita de Francia para correr para Auto Union una prueba de coches. Un error que lo pag¨® caro ya que en la siguiente cita, Suecia, tuvo un fuerte accidente que le produjo una lesi¨®n en la espalda... que le dej¨® sin combatir en la Segunda Guerra Mundial que pas¨® como instructor de motocicletas y chofer del almirante Wilhelm Canaris, jefe de inteligencia militar alemana... ejecutado en 1944 por conspirar contra el Fuhrer.

Serafini aprovech¨® la ausencia de Meier para ganar en Nurburgring y Ulster (Irlanda del Norte), y ponerse l¨ªder con una exigua renta a falta de dos carreras, Suiza e Italia, en las que Meier ya iba a correr pese a los dolores. Sin embargo, el 1 de septiembre las tropas nazis invadieron Polonia, Francia y Gran Bretala les declar¨® la guerra... y cancel¨® las pruebas de Berna y Monza proclamando campe¨®n a Serafini. Triunfo agridulce porque supuso el final de la carrera profesional para ambos en las motos ya que durante ocho a?os no se disputaron carreras, Meier tuvo que esperar cuatro m¨¢s por las restricciones contra Alemania que prohib¨ªa a sus deportistas participar en eventos internacionales hasta 1951 y Serafini se pas¨® a los coches ya que se consideraba demasiado viejo para correr sobre dos ruedas.

Para finalizar y entrelazar a¨²n m¨¢s la vida de estos dos ases de la velocidad, decir que la espalda tambi¨¦n fue un punto en com¨²n. Meier no volvi¨® a correr y Serafini, que sum¨® varios segundos puestos m¨¢s en F1 pero siempre en carreras no puntuables, sufri¨® dos tremendos accidentes que le obligaron a pasar innumerables veces por el quir¨®fano y marcaron su vida con dolores hasta su fallecimiento con 90 a?os, uno m¨¢s de los que celebr¨® Meier y su tambi¨¦n maltrecha espalda. Serafini se estamp¨® contra un ¨¢rbol en el Gran Premio de Cominges y se rompi¨® brazos, piernas, costillas... e incluso pensaron que no sobrevir¨ªa pero meses despu¨¦s ya estaba al volante de un autom¨®vil. Una capacidad de superaci¨®n que tambi¨¦n compart¨ªa con Meier. El ¨²ltimo accidente de Serafini, el que acab¨® con su carrera y le dej¨® ya tocado de por vida de su espalda se produjo en la Mille Miglia de 1951. Su Ferrari 340 Am¨¦rica se cay¨® por un barranco tras esquivar a unos espectadores y atravesar un campo de arado dando vueltas de campana. Incre¨ªblemente Serafini sobrevivi¨® pero pr¨¢cticamente supuso el fin de su carrera.