Pilotos por un d¨ªa: al volante de un F¨®rmula 3 de Campos Racing
Prueba en Valencia sobre un Dallara F312 de 220 caballos: agarre agresivo en las curvas r¨¢pidas y potencia desde el primer aceler¨®n.

Es uno de los sue?os de todo periodista de motor: ser piloto por un d¨ªa. Y gracias a la iniciativa de Campos Racing y de Goldcar, uno de sus patrocinadores principales, As tuvo el privilegio de experimentar las sensaciones de pilotar un F¨®rmula 3. El escenario elegido para la ocasi¨®n fue el Circuito de la Ribera, un trazado de 2.200 metros (800 de recta) y 21 curvas localizado a 30 kil¨®metros de Valencia. All¨ª esperaba el Dallara F312, un monoplaza de 220 caballos y 570 kg capaz de alcanzar los 280 km/h.
Pero claro, antes de poder introducirse en el cockpit de la bestia con la que compiten en el Eurof¨®rmula Open era obligatorio pasar por una preparaci¨®n previa. As¨ª, la jornada empez¨® con?un briefing impartido ni m¨¢s ni menos que por Adri¨¢n Campos, uno de los pilotos referentes de nuestro pa¨ªs que lleg¨® a disputar 21 carreras de F¨®rmula 1 con Minardi, que aconsej¨® dejar fuera del coche al "Alonso frustrado" que todos podemos llevar dentro. Hab¨ªa que disfrutar al m¨¢ximo, s¨ª, pero sin riesgos.
Despu¨¦s, tocaba conocer el circuito y adaptarse a sus trazadas al volante de un Renault Clio Cup X98 junto a un piloto experto.?La potencia y el agarre de este coche con cambio de levas, y con el que se aprende a ejecutar el delicado procedimiento de salida, deja unas sensaciones ¨²nicas¡ que no tardar¨ªan en ser superadas. El plato fuerte esperaba y, tras disputar una competici¨®n de cambio de neum¨¢ticos, lleg¨® el momento de volver a ponerse el casco y los guantes para la hora de la verdad.

Sudor, nervios, tensi¨®n, palpitaciones¡ Son las primeras sensaciones al subirse al monoplaza, despu¨¦s la adrenalina solo dejar¨ªa lugar para la diversi¨®n. Primera, aumentan las revoluciones, se suelta gradualmente el embrague y ?a correr! El primer aceler¨®n ya deja a las claras donde est¨¢s, en un b¨®lido que echa para atr¨¢s cada vez que se abre gas y que se agarra al asfalto en las curvas r¨¢pidas con una agresividad que transmite confianza para pasar cada vez m¨¢s r¨¢pido por ellas.
Un piloto al volante del Clio hac¨ªa de liebre para evitar sustos, pero tomando la ¨²ltima curva lo m¨¢s lenta posible para darle espacio, se pod¨ªa acelerar a tope y llegar al final de recta con una velocidad endiablada. Tres vueltas despu¨¦s, el sue?o se terminaba, pero la emoci¨®n no¡ Quedaba la traca final, un par de vueltas en un biplaza Radical SR8 RX pilotado por un profesional. Con ¨¦l, la mand¨ªbula se quer¨ªa desencajar y la cabeza implosionar. Ahora, el que conduc¨ªa s¨ª era un piloto de verdad¡