Por algo se quej¨® Alonso: Honda, 68 caballos menos que Mercedes

No solo era la potencia, no solo la fiabilidad, no solo el consumo excesivo, no solo el MGUH¡­ no solo eso. Era todo a la vez y alguna cosa m¨¢s. La unidad de potencia de Honda que ha sufrido McLaren y sus pilotos, Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne esta temporada que termin¨® en Abu Dhabi era la peor del campeonato sin ninguna duda. ?Cu¨¢nto peor? Mucho, que dir¨ªa aquel, mucho, mucho.

Pero si de intentar calcular hablamos podemos contar el n¨²mero de motores que han gastado en relaci¨®n al resto de motoristas, ya sabemos que el piloto belga gast¨® doce y el espa?ol once mientras que la mayor parte de los pilotos de Mercedes y Ferrari se quedaron en los cuatro que establece el reglamento. Pero hay m¨¢s. Los caballos. La potencia.

Hay todo tipo de informaciones al respecto, todo tipo de estimaciones, pero seg¨²n las ¨²ltimas mediciones que se han publicado en Alemania, Honda ten¨ªa 68 caballos menos que Mercedes al final de la pasada temporada, con todas las mejoras puestas en marcha durante todo el a?o y sin contar con el ¨²ltimo motor de Mercedes que estren¨® Hamilton en Brasil, ya vimos con qu¨¦ resultado.

As¨ª las cosas, Mercedes tendr¨ªa 949 caballos, el motor m¨¢s potente y Honda el que menos con 881, 68 menos. Si a eso le unimos que durante varias carreras no funcionaban bien la parte electr¨®nica la desventaja es tremenda y con todo eso vimos a Alonso defenderse de Hamilton en M¨¦xico. Sin palabras. Sin m¨¢s palabras.

En cuanto al segundo motor con m¨¢s potencia, ah¨ª est¨¢ Ferrari con 934 seguido de Renault con 907. Si hacemos caso a estos n¨²meros, Alonso y McLaren ganar¨¢n 26 caballos con el propulsor galo. As¨ª, sin hacer nada m¨¢s. Lo que supone cerca de medio segundo en algunos circuitos, tres d¨¦cimas en otros, lo que hubiera puesto al coche de Woking inmediatamente despu¨¦s de los tres grandes, pero a¨²n muy lejos de Mercedes, Ferrari y Red Bull. Necesitan dar un paso adelante, tanto en chasis como en motor, sobre todo, para llegar a donde espera el asturiano.