Pole de Hamilton en Barcelona; Alonso brilla, 7? y Sainz, 12?

Caminando a la batalla, con esa manera de andar de los guerreros, con el escudero de siempre al lado, paso serio, concentrado, pero no pudo evitar Fernando Alonso la mirada hacia arriba. Es el pasear del torero y su apoderado de dise?o. Justo encima de los boxes est¨¢ la pasarela que da acceso a los pisos que suelen ocupar patrocinadores varios en el circuito de Barcelona. Pero ah¨ª estaban, justo en ese momento, tambi¨¦n los aficionados del asturiano. Y cuando iba directo a su coche, con su gorra con la bandera de Espa?a, recibi¨® los gritos. "Vamos Fernando", "T¨² puedes hacerlo Nano", "?nimo Alonso". Y el astur sonri¨® y se meti¨® dentro tras saludar. Pulgar hacia arriba. Esos gritos, justo el d¨ªa despu¨¦s de terminar ¨²ltimo en los entrenamientos del viernes, tras protagonizar otra escena m¨¢s con pala de p¨¢del incluida, con aver¨ªa en su motor a la tercera curva. Gritos. Despu¨¦s de todo. "Si alguien puede eres t¨²", dijo uno. Y el doble campe¨®n del mundo intent¨® el imposible. Quer¨ªa estar en Q3. No pod¨ªa ser, aunque deber¨ªa. Estuvo.

Poco antes Roberto Merhi, vestido de F2 Campos Racing, charlaba con Rold¨¢n Rodr¨ªguez, uno fue piloto de F1, otro estuvo a punto de serlo. Junto a ellos pasa Carlos Sainz vestido de faena camino al intento de brillar como sabe. El madrile?o saluda a sus colegas, choque de manos con el castellonense que fue su rival para el t¨ªtulo de World Series en 2014. "A por ello Carlos", le dicen. Pod¨ªa estar en la Q3. Y deb¨ªa. No pudo ser.

Los dos espa?oles protagonistas en las batallas que les permiten sus m¨¢quinas ahora, pero demostrando que podr¨ªan, los dos, luchar por la victoria con uno de los coches m¨¢s veloces. Sin duda. Pero ahora en el gobierno de la F1 est¨¢n otros genios. Llegan en Barcelona sensaciones perdidas y se pone la piel de gallina cuando sale Lewis Hamilton con su espada de plata, al ver a Sebastian Vettel con un precioso Ferrari rojo. Ellos y sus compa?eros de box, Raikkonen y Bottas, los finlandeses de segunda que buscaban la sorpresa.

Al empezar la Q1 se meten los dos espa?oles y se quedan fuera sus dos compa?eros de equipo. Vandoorne a medio segundo de Alonso. Kvyat, ¨²ltimo quiz¨¢ con alg¨²n problema, lejos de Sainz. Empieza la Q2, mandan Hamilton y Vettel y¡­ lleg¨® el milagro del guerrero. Dicen que en esto de la F1 no hay superman que valga, que todo es el coche que¡­ y luego llega Alonso, directo de Estados Unidos de dar vueltas en un ¨®valo con un coche muy diferente, sin apenas entrenar y se mete en la Q3 con un McLaren Honda, a ocho cent¨¦simas del s¨¦ptimo y luchando con Williams y Force India. ?Eso es posible con el motor Honda? Solo con Alonso. Por su parte Sainz termina duod¨¦cimo. No estaba el Toro Rosso como se esperaba. Doce por 20 de Kvyat. Al menos eso.

Lleg¨® el momento de Q3 cuando salen a bailar las estrellas. Ocon, Massa, P¨¦rez y Alonso, el reto m¨¢s all¨¢ de los tres grandes no hacen primer intento. Una vuelta. Entre los grandes, al primer intento mandan Hamilton y Bottas.

Falta poco menos de un minuto y sale el genio astur. S¨¦ptimo. Ocon, detr¨¢s. P¨¦rez, detr¨¢s. Y Massa, detr¨¢s. Fernando Alonso saldr¨¢ s¨¦ptimo. Sin palabras. ?Con un s¨¦ptimo? S¨ª, con un s¨¦ptimo. Con un McLaren Honda. Talento puro. Como Hamilton, 64 para el brit¨¢nico, pole por delante de Vettel, Bottas y Raikkonen con los Red Bull precediendo al h¨¦roe del d¨ªa. ?Qu¨¦ pasar¨¢ en carrera? Veremos¡­ Pero volvemos a aprender una lecci¨®n: Nunca dejes de confiar en los m¨¢s grandes.

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