Sete Gibernau opina sobre la pol¨¦mica Rossi-M¨¢rquez
El expiloto catal¨¢n ha decidido enviar una carta a los medios de comunicaci¨®n en la que expresa su parece ante la acci¨®n del GP de Malaisia.
Sete Gibernau ha querido expresar su opini¨®n respecto al incidente entre Rossi y M¨¢rquez en Sepang y ha escrito una carta dirigida a los medios. Aqu¨ª reproducimos ¨ªntegramente la misiva del expiloto catal¨¢n:
Sigo triste.
Veo de nuevo con tristeza, como el mundo del deporte est¨¢ dividido. Dir¨ªa incluso, no s¨®lo el del deporte.
Una vez m¨¢s, en un fin de semana lleno de emociones, sentimientos y pasiones movidas todas ellas por la fuerza de LA ILUSION, acaba desencadenando una batalla de descalificaciones, insultos e incluso violencia verbal, entre dos bandos de una misma comunidad.
Al nacer, la pureza de la inocencia, hace de un ni?o un diamante en bruto capaz de ilusionarse con la caricia de la madre, el gui?o del padre o el abrazo del hermano. Cuando nos vamos haciendo mayores, estas peque?as cosas, gestos, los acabamos denominando ¡°cualquier cosa¡±.
Esa inocencia innata, intr¨ªnseca en el ADN de aquel que a¨²n no ha vivido nada capaz de neg¨¢rsela, o cuanto menos cuestionarla, hace que el caj¨®n de las ilusiones de ese peque?o individuo, est¨¦ lleno de todo aquello que, por ¡°cualquier cosa¡± que parezca, no lo es.
A partir de aqu¨ª, las circunstancias de la vida de cada uno de nosotros, marcar¨¢ sin duda, la trayectoria y el destino al que nos tendremos que enfrentar.
Y en esta trayectoria, en este viaje a trav¨¦s del tiempo, ese circuito lleno de curvas, r¨¢pidas, lentas, dif¨ªciles unas y m¨¢s f¨¢ciles otras, al que llamamos vida, tendremos la oportunidad de aprender, siempre de la mano de la experiencia, todo lo necesario para gestionar de la mejor manera todo aquello que nos va sucediendo.
Todo aquello que aprendemos, no es otra cosa que las experiencias vividas por aquellos que ya las han vivido, transmitidas a aquellos que aun no las han vivido. Esas mismas, u otras similares. Sin tener en cuenta, el factor individual y por tanto ¨²nico de cada individuo que las vive.
Todos nacemos inocentes y todos tendr¨ªamos que tener el derecho a que se nos transmita aquello que otros ya han vivido.
Hoy, de nuevo, insisto, estoy triste.
Se est¨¢ castigando, de manera injusta y cruel, a dos personas, dos grand¨ªsimos deportistas, al que se les ha privado de ese aprendizaje al que todos tendr¨ªamos que tener derecho.
Hace ya muchos a?os, que la figura de la madre y del padre, aquellos que mas aman a sus hijos, no est¨¢ cumpliendo de manera efectiva, con sus supuestas obligaciones dentro de la familia del motociclismo.
Hace ya demasiados a?os, que aquellos responsables de velar por la seguridad y los intereses de aquellos que m¨¢s aman, han dado las llaves de la educaci¨®n y de la formaci¨®n, a qui¨¦n deber¨ªa haber sido ¨²nica y exclusivamente, maestro de su propio talento y aprendiz de aquello que desconoce.
Lo que hoy sucede, no es otra cosa, que la consecuencia de aquello que no se ha ense?ado.
Con el agravante para mi injusto, de que a quien ahora juzgan, critican y linchan, no es al responsable, sino al ni?o, al que lleno de ilusiones y talento, nunca, jam¨¢s, se le ha dicho, que aquello que ha hecho, nunca, jam¨¢s, debi¨® hacerlo.
Sin normas, sin un reglamento claro que defina lo que est¨¢ bien y lo que no, jam¨¢s se podr¨¢ ense?ar al piloto aquello que puede hacer y lo que no.
En una palabra, sin normas claras, no hay educaci¨®n posible.
Sete Gibernau