Impresiones finales con Dragon¡¯s Dogma 2, el mundo abierto m¨¢s fiel dentro del g¨¦nero

Es dif¨ªcil de entender que ninguna gran editora haya intentado calcar una experiencia similar a la del primer Dragon¡¯s Dogma. Doce a?os han pasado de un juego at¨ªpico, especial. Su etiqueta inicial de juego ligado a la demostraci¨®n de Resident Evil 6 se disip¨® en cuanto el boca a boca hizo su efecto. No era el mejor juego en lo t¨¦cnico. Tampoco en lo visual. Era poco atractivo en el cuerpo a cuerpo. Sin embargo, al paso de las horas descubr¨ªa sus virtudes en grande.

Una d¨¦cada despu¨¦s nos encontramos aqu¨ª, a las puertas de una secuela que se ha hecho de rogar. Y es que la franquicia rebosa el saber hacer de Hideaki Itsuno. Hay obras que se identifican r¨¢pidamente con un autor, y la saga es el ni?o mimado de una persona que ya logr¨® la fama internacional con la marca Devil May Cry. Lo que nos encontramos en esta segunda entrega es la misma base potenciada en cada uno de sus aspectos. Los sistemas de juego son reconocibles entre los veteranos, pero las posibilidades se multiplican. Es m¨¢s y mejor, como se suele decir en estos casos. Tras jugar varias horas a una versi¨®n cercana a la definitiva, tenemos claro que estamos ante otro hito de la factor¨ªa japonesa.

El sandbox m¨¢s fiel a las bases del g¨¦nero

Dragon¡¯s Dogma fue un adelantado a su tiempo. En una ¨¦poca en la que Twitch y derivados no ten¨ªan la penetraci¨®n de hoy en d¨ªa, Itsuno y su equipo moldearon un juego en el que se disfruta igual vi¨¦ndolo que jug¨¢ndolo. Si pones dos pantallas en paralelo de jugadores distintos, el mismo camino se va a alterar con situaciones in¨¦ditas entre cada uno. Es un juego que vive de la simulaci¨®n del entorno, de lo que nos rodea como jugadores. No somos el centro de la experiencia: el mundo contin¨²a con sus rutinas. Tomamos el papel de un actor m¨¢s entre tantos y tantos personajes.

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La franquicia, sobre todo esta segunda entrega, puede ser catalogada como el sandbox m¨¢s fiel al g¨¦nero. La estructura de Dragon¡¯s Dogma 2 toma la de un entorno de pruebas en el que podemos superar los obst¨¢culos de maneras que se salen del guion. Moldeas la aventura dentro de las enormes posibilidades que ofrece a trav¨¦s de sus f¨ªsicas, rutinas y reglas. ?Est¨¢s luchando con un grupo de enemigos cerca de un acantilado? Agarra a uno y t¨ªralo por el precipicio. Y cuando cae la noche, todav¨ªa no replicada en ning¨²n otro mundo abierto, el mundo se convierte en un entorno todav¨ªa m¨¢s hostil. M¨¢s all¨¢ de la oscuridad se puede encontrar una amenaza implacable.

No queremos desvelar detalles concretos sobre las misiones que vimos; la sorpresa debe prevalecer de cara al juego final. Lo que s¨ª podemos decir es que no hay una sola manera de alcanzar el objetivo de cada misi¨®n. Estudias tus alrededores, aprendes qu¨¦ se puede hacer y qu¨¦ no y act¨²as en consecuencia. Tambi¨¦n influye los peones que tengas contratados, hasta tres al mismo tiempo y que aprenden de cada misi¨®n que completen junto a un jugador. Si te hace falta una gu¨ªa para una, por ejemplo, puedes visitar el nexo para poder hacerte con los servicios de uno que sepa qu¨¦ debes hacer a continuaci¨®n. No solo avanzas en tu partida, sino que se forma una especie de comunidad en la que colectivamente cada jugador tiene la mano a otro a trav¨¦s de su pe¨®n.

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Nuevos horizontes jugables

Durante la sesi¨®n se puso ¨¦nfasis en dos de las nuevas clases de esta entrega: el lancero m¨ªstico y el arquero m¨¢gico. Su presencia extiende el largo cat¨¢logo de clases que ya pudimos ver en la entrega original. De las dos nos quedamos con algunos toques. Centr¨¢ndonos en el lancero m¨ªstico, el personaje puede utilizar la telequinesis para lanzar por los aires a los enemigos con tan solo un chasquido de dedos. Sus combos con la lanza le permite asestar muchos golpes en cuesti¨®n de segundos. Se arriesga mucho en el cuerpo a cuerpo, es cierto, pero lo suple con grandes dosis de da?o.

Pero la que mejores sensaciones nos dej¨® fue precisamente la segunda clase mencionada. El arquero m¨¢gico diversifica su repertorio en varios tipos de flechas con usos muy concretos. Una de ellas, por ejemplo, era una flecha explosiva cuyo recorrido pod¨ªamos controlar en tiempo real. Es perfecta para cuando quieres centrar el da?o en puntos concretos de un enemigo o grupos. Otra de las flechas ten¨ªa un efecto rebote. Si estamos en una cueva, el rebotar entre el enemigo y el escenario derret¨ªa por completo la barra de vida del rival. Como ya dec¨ªamos sobre el escenario y el ¨¦nfasis en la simulaci¨®n, el ensayo y error con cada tipo de herramienta te permite descubrir nuevos horizontes jugables.

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Capcom pisa fuerte

No queremos extendernos mucho sobre lo que encontramos en la demostraci¨®n. Es pronto. Durante el an¨¢lisis entraremos en detalle sobre cada uno de los elementos que convierten a Dragon¡¯s Dogma 2 es un RPG de altos vuelos. Lo que s¨ª podemos decir es que nuestras sensaciones han sido fant¨¢sticas. Es un sandbox ¨²nico que sigue demostrando el potencial de las bases que vimos hace m¨¢s de una d¨¦cada. Pocos mundos abiertos transmiten tan bien el concepto de aventura. The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, Elden Ring, The Witcher 3: Wild Hunt¡­ y Dragon¡¯s Dogma 2 apunta a sentarse en la misma mesa que ellos.

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