The Division 2
- PlataformaPS49STDPC9XBO9
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorMassive Entertainment
- Lanzamiento15/03/2019 (PS4, PC, XBO)17/03/2020 (STD)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorUbisoft
The Division 2, an¨¢lisis: El mejor looter shooter de la generaci¨®n
Perdemos horas de sue?o y alguna que otra actividad social para brindaros nuestro an¨¢lisis completo de The Division 2, la obra magna de Ubisoft.
Lleg¨® la hora del veredicto final. En MeriStation hemos salvado Washington D.C de todas las amenazas que hasta el momento permanec¨ªan en sus calles. No han sido pocas las horas que hemos invertido en ofreceros el espectro completo de la nueva obra de Massive Entertainment, por lo que llegada a la recta final, por fin nos encontramos seguros de analizar el que, para nosotros, es el mejor looter shooter de lo que llevamos a la generaci¨®n.
Un principio; un final, como dir¨ªa aqu¨¦l. Casualidades del destino, la actual etapa en sobremesa comienza y termina con un g¨¦nero incipiente en el mercado global. The Division 2 es todo lo que se puede esperar de una secuela de bien. Una nueva entrega que toma la base ya macerada de a?os atr¨¢s para construir la mejor versi¨®n de su f¨®rmula. No solo eso, tambi¨¦n sienta un precedente de futuro para todos sus competidores.
Siete meses despu¨¦s de la debacle
Vivimos en Manhattan las consecuencias de un ataque biol¨®gico en el coraz¨®n de la sociedad moderna. Como todo juego bajo la marca Tom Clancy, la mezcla pol¨ªtica con elementos realistas permanec¨ªa intacta: una c¨¦lula de agentes durmientes activados ¨²nicamente cuando el pa¨ªs se encuentra en jaque dentro de sus fronteras. The Division florec¨ªa con la esperanza de establecer el orden en un pa¨ªs que volvi¨®, de alguna manera, al Salvaje Oeste.
En 2016 se asentaron las bases de una propiedad intelectual de tremendo potencial. Bajo un modelo de negocio caduco para los tiempos que corren, Massive Entertainment aprendi¨® de los problemas a trav¨¦s, sobre todo, de su comunidad. El contacto entre jugador y desarrollador ha sido parte de la roca madre del estudio. Con el paso de los a?os, llegar¨ªamos hasta la versi¨®n 1.8, la mejor imagen de la primera entrega y punto de partida sobre el que desarrollar la secuela.
El semblante de The Division 2 enga?a. De las calles fantasmales pasamos a una ciudad que ha sufrido el descontrolado avance de la naturaleza. Lo que puede parecer el resultado de a?os de dejadez, resultan en tan solo siete meses. Washington D.C ha visto c¨®mo la sociedad ha vuelto a caer presa de sus propios errores. Errores traducidos en el DC-62, un posible ant¨ªdoto que se propag¨® en varios barrios de la ciudad y que termin¨® surtiendo el efecto contrario. El rastro amarillento es signo inequ¨ªvoco de su presencia; de ah¨ª las zonas oscuras.
Mientras que en el original revelar la inc¨®gnita de la proliferaci¨®n del dinero negro era el hilo conductor (y de ah¨ª conocer el papel que jugaban las facciones, adem¨¢s de cierta traici¨®n que no revelaremos), aqu¨ª encontramos un cambio de tercio hacia derroteros m¨¢s cl¨¢sicos. La misi¨®n: reconstruir la ciudad y poner fin a la oleada del crimen. Notamos que ha perdido fuerza narrativa, el objetivo ya no tiene un aura de misterio, se ha dilu¨ªdo demasiado entre objetivos que no terminamos de sentir como nuestros.
Durante los ¨²ltimos compases de la campa?a principal, el gui¨®n toma un poquit¨ªn m¨¢s de relevancia con la incorporaci¨®n de un personaje clave en el devenir de los acontecimientos, pero la sensaci¨®n es que falta algo. Las escasas escenas de v¨ªdeo no van a ning¨²n lado, no consiguen alzarse como las partes donde llevar la voz cantante de su desarrollo. Tienen la misma relevancia de los interludios narrativos durante las misiones; tampoco encontramos el mismo carisma que en el elenco de personajes visto a?os atr¨¢s.
Afortunadamente, el trasfondo, el conocer qu¨¦ hay detr¨¢s de cada casa es puro Tom Clancy. Existen multitud de documentos a lo largo de la aventura bastante bien escritos y que permiten escarbar en elementos que durante el transcurso natural parecen balad¨ª. Eso s¨ª, la p¨¦rdida a la que aludimos no es en absoluto una herida profunda. Todos sabemos a qu¨¦ nos enfrentamos cuando ponemos las manos en ¨¦l, aunque cabe resaltar que esper¨¢bamos algo mejor tras lo vivido anteriormente.
PvE: El ¨¦xito de la normalizaci¨®n
Pese a que el modo jugador contra jugador ha tomado mucha relevancia en The Division 2, la reina del baile sigue siendo, c¨®mo no, la experiencia contra la inteligencia artificial. La secuela viene con grandes cambios que toman como referencia los ¨²ltimos mundos abiertos de la compa?¨ªa gala. Es natural, sus desarrollos internos suelen alimentarse entre s¨ª para renovar sus f¨®rmulas de ¨¦xito, ya sea en forma de mec¨¢nicas o de aportar variedad al progreso. Tal y como os ven¨ªamos contando a lo largo de esta semana, existen cinco puntos clave con los que la secuela supera con amplitud al original.
En primer lugar, el dise?o de mundo. The Division planteaba una estructura demasiado simplista; la exploraci¨®n se basaba ¨²nicamente en completar misiones secundarias, de especialistas y principales, todo ello en una ciudad que se antojaba demasiado lineal en planteamiento. Durante la entrevista que realizamos a Chadi El Zibaoui, associate director, fue claro con las diferencias entre Washington D.C y Manhattan: ?La m¨¢s obvia es la variedad, porque Manhattan segu¨ªa un dise?o cuadriculado, homog¨¦neo, con grandes edificios claustrof¨®bicos. Con Washington D.C. tenemos una gran variedad de escenarios con tan solo recrear la ciudad; esa fue la raz¨®n por la que la elegimos. Quer¨ªamos ofrecer m¨¢s cosas y m¨¢s oportunidades. Ahora tenemos muchos espacios abiertos, lo cual es un desaf¨ªo en t¨¦rminos de dise?o de nivel a la hora de c¨®mo afrontar los encuentros comparado con las calles estrechas?.
La variedad de elementos visuales y lugares ayudan a mejorar las sensaciones conforme el paso de las horas. Ese abrazo a la expansi¨®n horizontal le permite lograr mejorar las situaciones dentro de la exploraci¨®n libre. Las de dentro de las misiones principales, en cambio, siguen un dise?o tubular similar a lo ya visto; sucesiones de secciones de combate donde defender, capturar o eliminar al conglomerado repartido en la habitaci¨®n. No hay que olvidar en ning¨²n momento que nos encontramos ante un shooter de coberturas puro, lo cual es dif¨ªcil de lucir hoy en d¨ªa. Sin embargo, gran parte de su ¨¦xito ha pasado por demostrar que un dise?o de juego tan cl¨¢sico puede seguir brillando frente al resto de propuestas de acci¨®n.
Hay una cosa clara: una propuesta de mundo en l¨ªnea persistente debe considerar todas las opciones de juego entre sus usuarios. El estudio ha trabajado en base a una idea, un estilo de desarrollo que rompa con las barreras de nivel, progreso y completado. La famosa ?normalizaci¨®n? es el gran triunfo de Massive Entertainment. En cualquier momento todo jugador de diferente nivel respecto al resto de los integrantes del grupo puede jugar como uno m¨¢s. El sistema equilibra los niveles para equiparar el poder de los miembros un nivel por debajo del que se encuentre por encima. Sigues obteniendo tus recompensas adecuadas a tu nivel y experiencia, todo ello mientras juegas con quien te d¨¦ la real gana. Durante nuestros avances el pasado mes de enero, alud¨ªamos a la normalizaci¨®n como algo exclusivo de los contenidos PvP, especialmente en zona oscura. Nada m¨¢s lejos de la realidad, y es que disfrutar de The Division 2 es la filosof¨ªa primigenia dentro del equipo.
Como suele gustar ¨²ltimamente, la exploraci¨®n se ha convertido en una tarea org¨¢nica, similar al encontrado en franquicias como Far Cry. Ahora, veremos que los barrios ofrecen multitud de interrogantes que descubrir a medida que avanzamos. Estas actividades suelen abordar varias situaciones: peleas callejeras entre facciones, ejecuciones p¨²blicas, b¨²squedas de rehenes¡ Resolverlas garantizar¨¢ mayor estabilidad a la poblaci¨®n aut¨®ctona gracias a los asentamientos, otra de las grandes novedades.
Existen tres enclaves civiles (dos funcionales) que ayudar en su empresa por lograr la estabilidad total en la regi¨®n. Es en ellas donde recibimos las recompensas y vemos los efectos de los proyectos, desaf¨ªos que requieren diferentes objetivos, que pasan por la donaci¨®n de recursos, finalizaci¨®n de actividades, etc¨¦tera. El papel que desempe?an quiz¨¢ no sea el m¨¢s importante una vez conseguimos todos los personajes clave, pero asegura una fuente de experiencia que de otra manera no tendr¨ªamos. Es decir, gracias al recolectado de tareas en sus muros, exprimiremos m¨¢s y de mejor manera el mundo ah¨ª fuera.
Amenazas presentes
Reconocemos que ten¨ªamos ciertas reticencias sobre la relevancia de algunas facciones antes de ver el espectro completo. Hienas, Hijos Verdaderos y Parias combaten por cada palmo de acera, cada cent¨ªmetro de asfalto dentro de una ciudad sin ley. Si por algo se caracterizaba The Division, era por el carisma que impart¨ªan el plantel enemigo. Muy diferenciados entre s¨ª, luchar contra unos u otros requer¨ªa cambiar por completo nuestra estrategia predefinida. Eso, afortunadamente, ha quedado presente en la segunda entrega.
Los Hienas son una panda de fan¨¢ticos que utilizan una potente droga para obtener mayor vitalidad. Sus t¨¢cticas no distan de una organizaci¨®n an¨¢rquica; el uso frecuente de rushers porra en mano y francotiradores lejanos les convierte en un grupo inc¨®modo, donde terminamos conociendo por las malas que ning¨²n lado es seguro. Por otra parte, los Hijos Verdaderos, quiz¨¢ la facci¨®n de mayor relevancia, son los m¨¢s especializados de los tres. Nacidos como parte de una escisi¨®n del ejercito de los Estados Unidos, sus t¨¢cticas de combate son minuciosas. Se despliegan por el tiroteo dejando una peque?a zona neutral con la que responder a base de plomo, siempre intentando ahogar al rival para poder atacarle por su flanco. Por ¨²ltimo, y no menos importantes, los Parias. En un primer vistazo parecen una extensi¨®n de los Hienas en lo visual, pero pronto comprendemos que el hobby de estos valientes son los explosivos. No importa regalar su vida, algunos se lanzar¨¢n hacia nosotros como simples bombas andantes. Aprovechan todos los recursos a su alcance para fabricar cualquier artilugio, siempre que matar sea el objetivo al otro lado de la mira.
Pese a que el comportamiento de la inteligencia artificial es, a grandes rasgos, similar a lo conocido, tenemos la sensaci¨®n de que algunas asperezas han sido limadas de cara a crear una coreograf¨ªa m¨¢s natural. Debemos tener en cuenta que algunas concesiones siguen presentes, pero es en la escala de divisiones dentro de cada organigrama cuando sale a la luz c¨®mo ejecutan sus movimientos dependiendo del rango que disponen. Por ejemplo, los granaderos buscar¨¢n siempre mantener ciertas distancias entre nosotros, mientras que los soldados rasos fallan m¨¢s de lo debido, adem¨¢s de ser m¨¢s agresivos.
En general, si bien coment¨¢bamos que la exploraci¨®n se hab¨ªa vuelto m¨¢s org¨¢nica, de una manera similar ha evolucionado el combate. Las principales cr¨ªticas de la comunidad ten¨ªan como denominador com¨²n el abuso de las esponjas de balas. Es algo pr¨¢cticamente com¨²n en el g¨¦nero y que sin embargo no se ha sabido llevar hacia ning¨²n nuevo lugar. En The Division 2, los enemigos de ¨¦lite cuentan con una armadura en cada parte de su cuerpo. Cuando sufren nuestra acometidas, el da?o proporcionado recala en la pieza a la que hayamos disparado. Una vez destruida, ese punto de convertir¨¢ en una debilidad que aprovechar, puesto que el da?o, ahora s¨ª, ir¨¢ hacia su barra de salud.
No solo ocurre con los enemigos acorazados, sino tambi¨¦n con el resto de arquetipos. Con solo echar un vistazo a su uniforme podemos extraer la informaci¨®n necesaria para proporcionar ese da?o extra tan necesario en los momentos cr¨ªticos. Momentos que no ser¨ªa lo mismo sin la contundencia de las armas, responsabilidad del refinamiento de un gunplay que ya se encontraba en la c¨²spide del g¨¦nero por comportamiento y diversi¨®n. No han sido pocas las ocasiones en las que hemos alabado el enfoque del control hacia una experiencia en la que prima el videojuego por encima del realismo. La respuesta del cuerpo es precisa en cualquier direcci¨®n, lo que deja atr¨¢s esa cierta rigidez del primero. Es todo un gustazo combatir en The Division 2, y es que como third person shooter pocos rivales tiene en estos momentos.
La zona oscura
Un soplo de aire fresco al g¨¦nero. Esa era de una de las frases al conocer los primeros compases de la zona oscura de Manhattan. Deb¨ªa pulirse, de eso no cabe duda, aunque fue un primer gran paso a lo vivido hoy aqu¨ª. Ahora damos paso a tres zonas oscuras, de mayor relevancia narrativa debido a las secuelas que dej¨® tras de s¨ª el uso del DC-62. Para desbloquearlas, una peque?a misi¨®n introductoria a modo de tour tur¨ªstico nos revelar¨¢ los principales enclaves de equipamiento, as¨ª como los puntos de extracci¨®n de equipamiento. Una vez completada, somos bienvenidos a la jungla.
Hay que tener en cuenta las diversas modificaciones planteadas en el tr¨ªo. La experiencia b¨¢sica de las zonas oscuras es bastante diferente a la elevada dificultad presente anta?o. Ahora, no todo el equipo ha de extraerse, sino que el m¨¢s com¨²n puede ser incorporado en cualquier momento de la partida. Tampoco habr¨¢ malentendido si nos cruzamos con transe¨²ntes, puesto que el da?o aliado se encuentra desactivado. La ¨²nica manera de combatir contra otros jugadores ser¨¢ si ellos o nosotros entramos en estado renegado. Todas las ayudas visuales de cuando suceder¨¢ se encuentran activadas, por lo que no hay margen al error; si nos quieren traicionar, lo sabremos.
La normalizaci¨®n permanecer¨¢ presente, aunque rotar¨¢ diariamente. Para que quede claro: todos los d¨ªas variar¨¢ la zona oscura invadida (m¨¢s informaci¨®n en el apartado endgame), la no normalizada y la b¨¢sica. En un primer momento, dividir una zona en tres porciones parece una decisi¨®n que influir¨¢ negativamente en el tama?o jugable. Una vez las juguemos, en absoluto sentiremos la disminuci¨®n de su capacidad, y es que la variedad es clave para poder incluir los grandes rasgos de juego. Esta zona oscura abarca todos los perfiles: los que quieren disfrutarla tranquilamente junto a sus amigos, los que quieren un poco m¨¢s de reto y los que prefieren la dificultad que ya conoc¨ªan. Aportar opciones al jugador es una de las metas del estudio.
En el otro lado de la balanza encontramos Conflicto, un modo que debut¨® como parte del ¨²ltimo contenido de pago de The Division y que ahora se encuentra unida a a oferta de la secuela desde el primer momento. Entrar en ella es una experiencia¡ violenta, por as¨ª decirlo. Tomar el punto al tempo del combate requiere poner mucho de nuestro lado. Casi podr¨ªamos decir que cuenta con sus propias reglas de combate, de elecci¨®n de habilidades y equipamiento. Mientras que se sigue equiparando, todo el poder de los jugadores es el mismo, a excepci¨®n de las habilidades pasivas.
Control y duelo por equipos son los encargados iniciales de brindar el contenido directo y sin aditivos. Lo cierto es que, pese a la adaptaci¨®n requerida, es un modo de juego que en absoluto se siente como un complemento alejado de la naturaleza del juego. Funciona a la perfecci¨®n, el netcode es una de sus grandes logros, as¨ª como las cajas de impacto detalladas al mil¨ªmetro, lo que deja combates donde la habilidad prima por encima de cualquier otro aspecto. Adem¨¢s del disfrute de su propuesta, es una excelente manera de acaparar nuevo equipo de mayor valor.
Endgame: El inicio de The Division 2
Tras las casi treinta horas de rigor para alcanzar el nivel 30, cumplir todos los objetivos principales y limpiar parte del mapa, Washington D.C sufre un vuelco que devolver¨¢ a sus inquilinos a un estado de alerta m¨¢xima. Los suecos son valientes, siempre buscan experimentar para ofrecer lo que otros rivales no han hecho. Una cuarta facci¨®n, Black Tusk, invade las calles para comenzar una nueva campa?a. As¨ª, de la nada.
Esta facci¨®n militarizada es la m¨¢s divertida de combatir. Sus fuerzas a¨²nan pr¨¢cticamente todos los estilos de combate vistos con anterioridad, incluido el uso de gadgets propios de un agente de la c¨¦lula The Division. Las similitudes entre ellos y nosotros crean un ambiente casi humor¨ªstico. Es como si nos enfrent¨¢ramos a un espejo donde nos miramos. Comprender nuestra lucha es el primer paso para conocerles.
Tras terminar la ¨²ltima fortaleza de la campa?a prinicipal, el mundo pasar¨¢ a World Tier 1. A medida que completemos fortalezas invadidas por Black Tusk, la dificultad del mundo subir¨¢ hasta un m¨¢ximo de cuatro, cuando nos enfrentaremos a una mazmorra nueva donde acabar de una vez por todas con la amenaza. Pero, antes, el mundo que hab¨ªamos limpiado tambi¨¦n sufre variaciones. Los asentamientos precisaran de ser desbloqueados para volver a su pleno rendimiento. Algunos puntos de control ser¨¢n capturados de nuevo, los soldados se enfrentar¨¢n con los restos de las tres facciones iniciales y en definitiva todo respirar¨¢ un nuevo ambiente.
No todas las misiones principales ser¨¢n renovadas; tan solo unas cuantas se quedar¨¢n sin la presencia de los militares. Aunque no hay grandes cambios en el desarrollo de las mismas, lo cierto es que el cambio de las facciones crea ya de por s¨ª una imagen nueva respecto a lo que hab¨ªamos vivido. Adem¨¢s de completarlas, necesitaremos un m¨ªnimo de poder de equipamiento para acceder a las fortalezas (mazmorras). Acostumbrados a que el jugador sea castigado continuamente, el loot que recibimos en The Division 2 es muy generoso. El ritmo de nuevo equipo es muy pero que muy alto, e incluso en niveles bajos comenzaremos a ver objetos morados y amarillos. Pocas veces estaremos agarrados a una misma pieza durante muchas horas.
Hay algo m¨¢s: las tan cacareadas especializaciones. Demoliciones, superviviente y francotirador es el tridente elegido para ser las primeras ramas de habilidad endgame. Nada m¨¢s llegar al ¨²ltimo nivel, podremos elegir una. Autom¨¢ticamente recibiremos el arma ligada, al igual que unos pocos puntos que distribuir para las primeras pasivas. En todo momento podremos saltar entre una especializaci¨®n u otra mediante el vendedor adherido en la Casa Blanca.
Las armas de especialista son las m¨¢s fuertes de todo el juego. Por ello, su munici¨®n es bastante escasa; solo podr¨¢n ser recargadas mediante drops aleatorios de los enemigos (salvo en la zona oscura). Aunque el lanzagranadas sea el m¨¢s vers¨¢til, hemos detectado que tanto la ballestas como el rifle de francotirador han mejorado mucho respecto a las builds previews que probamos meses atr¨¢s.
Completar el endgame suman otro marco de veinte horas o m¨¢s a lo ya recorrido. A partir de aqu¨ª, tan solo queda construir el mejor agente con el que afrontar el contenido previsto en los pr¨®ximos meses. La b¨²squeda del ex¨®tico ser¨¢ una caza que todos los agentes desear¨¢n; un nuevo juego comienza tras todas las horas de diversi¨®n que nos ha proporcionado.
Conclusi¨®n
Terminamos tal y como empezamos: The Division 2 es el mejor looter shooter de la generaci¨®n. No hay lugar a dudas con el excelso trabajo que Massive Entertainment ha hecho a la hora de construir una secuela por derecho. Pero el m¨¦rito no viene de ahora; han sido a?os de trabajo constante durante el apoyo que recibi¨® la entrega original, la que hoy, en pleno 2019, se convertir¨ªa en los cimientos s¨®lidos de un t¨ªtulo de presente y futuro. No solo mejora lo construido, sino que avanza en aspectos en los que el resto de competidores flaquean. Su novedoso endgame es el ejemplo de que, si se quiere, hay posibilidad de ofrecer much¨ªsimo contenido desde el primer d¨ªa que pisa el mercado. Se acab¨® el echar una moneda al aire. The Division 2 sienta un precedente que dictar¨¢, para bien, el camino del g¨¦nero.
Lo mejor
- Misiones principales variadas y ¨¦picas.
- Mundo evolucionado hacia un dise?o org¨¢nico.
- Las facciones: Black Tusks nos aprieta las tuercas.
- Endgame de calidad.
- Gunplay contundente y control renovado; m¨¢s videojuego que nunca.
- Oferta amplia para todos los gustos, incluida la normalizaci¨®n.
Lo peor
- Ha perdido fuerza narrativa.
- Tiempos de carga del texturizado algo tard¨ªos al hacer viaje r¨¢pido.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.