Partisans 1941: An¨¢lisis PC. Estrategia t¨¢ctica en tiempo real

Cuando uno se acerca por primera vez a Partisans 1941 resulta inevitable que este nos evoque a uno de los ic¨®nicos cl¨¢sicos del soft patrio, el gran Commandos: Behind Enemy Lines que Pyro Studios lanz¨® en el ya lejano 1998. Y si bien las similitudes est¨¢n ah¨ª y no son pocas, este acertado t¨ªtulo b¨¦lico de enfoque t¨¢ctico y perspectiva isom¨¦trica a cargo del peque?o estudio ruso Alter Games trata de buscar su propia personalidad y ofrecer una propuesta diferenciadora. Para ello, a?ade a la mezcla peque?as dosis de rol en forma de ¨¢rbol de progresi¨®n para nuestros partisanos, ligeros elementos de gesti¨®n a la hora de organizar nuestro campamento clandestino, y un sistema de coberturas similar al de la saga XCOM durante las batallas, entre otros elementos que busca darle un toque diferenciador al t¨ªtulo. Y si bien en general nos ha gustado, ciertas imperfecciones e irregularidades hacen que quede lejos de t¨ªtulos recientes con una propuesta similar como pueden ser Desperados III o Shadow Tactics: Blades of the Shogun, juegos mucho m¨¢s redondos que este Partisans 1941.

?As¨ª pues, estamos antes un buen juego b¨¦lico de estrategia t¨¢ctica en tiempo real, donde manejaremos a un grupo reducido de partisanos en misiones donde prima el sigilo y la infiltraci¨®n, habiendo por supuesto tambi¨¦n hueco para la confrontaci¨®n directa en batallas donde debemos tomar las decisiones adecuadas y gestionar de forma eficaz a nuestros combatientes para salir airosos de la contienda. El estudio tras el juego est¨¢ formado por varios veteranos del sector con experiencia a sus espaldas en t¨ªtulos como Heroes of Might and Magic, King¡¯s Bounty o Blitzkrieg entre otros, y la verdad es que su propuesta nos ha hecho disfrutar, aunque es cierto que tienes varias aristas por pulir.

La perspectiva Sovi¨¦tica

Estamos acostumbrados a revivir los hechos acontecidos durante la Segunda Guerra Mundial tanto en el cine como en los videojuegos. Lo que ya nos es tan habitual es que la perspectiva desde la que se narra los cruentos hechos vividos no sea las habituales de los americanos o los aliados europeos. Siendo un t¨ªtulo realizado por un estudio sovi¨¦tico, han decidido ponernos en la piel de la resistencia rusa en plena ocupaci¨®n germana, lo cual ser¨¢ uno de los elementos diferenciadores de la propuesta del t¨ªtulo.

Nuestro protagonista ser¨¢ el comandante Alexey Zorin, quien tras huir milagrosamente en el ¨²ltimo instante cuando iba a ser ejecutado decide montar una revoluci¨®n clandestina para plantar cara a las fuerzas de ocupaci¨®n alemanas que asolan su pa¨ªs. A lo largo de la aventura ir¨¢ reclutando a una serie de compa?eros que se unir¨¢n a su lucha, cuyas motivaciones y razones para enfrascarse en las contienda se unos ir¨¢n narrando en peque?as secuencias y conversaciones a la hoguera de nuestro campamento. Sin tener demasiado peso en el desarrollo del juego, se agradece que este se preocupe al menos de narrar una somera historia para cada personaje y se preocupe de ser algo m¨¢s que una mera excusa para lanzarnos a arduas misiones de infiltraci¨®n y sigilo.

La trama del juego transcurre a lo largo de 20 misiones donde contemplamos la evoluci¨®n del conflicto en territorio sovi¨¦tico. En funci¨®n de nuestra pericia (y del modo de dificultad seleccionado), tenemos juego para entre 20 y 30 horas, e incluso puede que nos apetezca probar alguna misi¨®n utilizando un enfoque diferentes al que hicimos la primera vez. Por fortuna, todos los textos del juego cuentan con una correcta traducci¨®n al castellano, por lo que resulta accesible si no dominamos otros idiomas.

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Estrategia t¨¢ctica en tiempo real, gesti¨®n y rol.

Como ya hemos comentado, Partisans 1941 trata de buscar su propia personalidad y no limitarse a ser un mero clon de t¨ªtulos como el mencionado Comando y similares. La base de su propuesta son misiones donde manejamos a un peque?o grupo de partisanos, normalmente 3 o 4, en misiones donde prima ser sigilosos frente al combate directo, siempre desde una perspectiva isom¨¦trica que nos permite tener un buen control de la situaci¨®n. Las ¨®rdenes las asignaremos con el puntero, y como es habitual podemos dirigir al escuadr¨®n de forma simult¨¢nea o asignar tareas a cada uno de sus miembros por separado. Cada uno de ellos contar¨¢ con sus propias habilidades, de forma que algunos pueden pasar inadvertidos frente a los soldados enemigos, otros son especialistas en el sigilo, u otros ser¨¢n h¨¢biles combatientes diestros en un tipo de armas u otro. En nuestra mano queda decidir c¨®mo explotar las caracter¨ªsticas ¨²nicas de cada uno para cumplir los diversos objetivos que nos plantea cada misi¨®n.

Pese a que se nos deja cierta libertad, el acercamiento sigiloso y la infiltraci¨®n es la opci¨®n m¨¢s recomendable para cumplir las misiones. Para ello, adem¨¢s de las habilidades de varios personajes, tenemos subterfugios habituales como piedras o botellas para distraer a los enemigos. Seleccion¨¢ndolos podemos ver su cono de visi¨®n, con el ¨¢rea donde nos detectar¨¢n si pasamos por ella. Pero para dificultarnos a¨²n m¨¢s las cosas, adem¨¢s de por la visi¨®n, los soldados enemigos tambi¨¦n nos pueden detectar por el ruido que hagamos al movernos. Varios indicadores sobre ellos nos mostrar¨¢n cu¨¢nto de cerca est¨¢n de dar la se?al de alarma.

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Cuando la situaci¨®n se nos vaya de las manos, y como ya hemos comentado normalmente como ¨²ltimo recurso, deberemos pasar a la confrontaci¨®n directa. Para facilitarnos la tarea y tener mayores opciones de victoria, podemos pulsar la barra espaciadora para activar la pausa t¨¢ctica. Ello ralentiza el tiempo (sin detenerlo por completo) y nos permite asignar ¨®rdenes a nuestros personajes para as¨ª poder realizar esa emboscada perfecta y terminar la refriega con los menores da?os posibles. De modo similar a lo que ocurre en la saga XCOM, ciertos elementos del escenario tendr¨¢n un s¨ªmbolo de escudo que representa coberturas donde pertrechar a nuestros partisanos, reduciendo el da?o recibido. Cada bala cuenta, de forma que habr¨¢ que buscar munici¨®n en los escenarios. Lo mismo ocurre con los elementos para curar a nuestros soldados, ya que adem¨¢s de ver c¨®mo su salud se ve disminuida en los combates, tambi¨¦n pueden sufrir estado alterados que habr¨¢ que sanar.

Para aderezar la mezcla se han a?adido peque?as gotitas de rol a la misma. Durante las misiones nuestros personajes ir¨¢n ganando puntos de experiencia, que podemos canjear seleccionando varias habilidades en un sencillo ¨¢rbol de desarrollo, de forma que podemos orientarlos al combate cuerpo a cuerpo, diferentes tipos de armas, hacerlos m¨¢s sigilosos o potenciar varias habilidades particulares de cada uno, como por ejemplo la capacidad de pasar inadvertido e incluso distraer a los soldados rivales que posee un chaval que nos acompa?a. Nos habr¨ªa gustado algo m¨¢s de profundidad y opciones para desarrollar a los personajes, pero en cualquier caso es una opci¨®n que se agradece y a?ade una capa de profundidad. Para cada misi¨®n podremos elegir entre varios personajes distintos de entre los disponibles, por lo que deberemos buscar una escuadra equilibrada que nos permita cumplir con lo que las misiones nos pidan.

Otro elemento que sazona la propuesta del juego es una peque?a secci¨®n de gesti¨®n en los intermedios entre misiones. Deberemos gestionar nuestro campamento clandestino, ocuparnos de la alimentaci¨®n de nuestros soldados, cuya eficiencia se ver¨¢ severamente mermada en caso de que no coman bien, y organizar peque?as escaramuzas autom¨¢ticas que en caso de salir bien nos reportar¨¢n ping¨¹es beneficios. Habr¨¢ que ir asignando a cada partisano o partisana una tarea entre las varias disponibles. Tambi¨¦n podemos organizar nuestro inventario en esta secci¨®n. De igual manera, a la fogata de nuestro campamento veremos diversas conversaciones que ir¨¢n desgranando parte de la trama del juego. La profundidad de esta parte no es demasiada, y si bien hay elementos importantes que de no gestionar bien tendr¨¢n un impacto negativo en las misiones, son estas el n¨²cleo jugable del t¨ªtulo y la parte de gesti¨®n es un a?adido que busca darle diversidad al juego.

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En lo tocante a las misiones, debemos resaltar que al juego le cuesta bastante arrancar. Las primeras misiones son muy planas y est¨¢n poco inspiradas, siendo adem¨¢s varias de ellas muy encorsetadas. A partir de la mitad del t¨ªtulo es cuando este revela su potencial, ofreci¨¦ndonos un dise?o de niveles mucho m¨¢s acertado, variado y lleno de posibilidades. Es adem¨¢s cuando contamos con m¨¢s diversidad de personajes y podemos enfocar dichas misiones m¨¢s a nuestro gusto. Contamos adem¨¢s con varios objetivos por misi¨®n, siendo incluso algunos opcionales y muy duros, pero a su vez nos reportar¨¢n beneficios importantes en forma de experiencia para poder aumentar las habilidades de nuestros personajes o incluso recursos como armas, munici¨®n o comida. En ciertas ocasiones hemos notado que los objetivos de la misi¨®n no est¨¢n del todo claros, y nos hemos visto dando vueltas y vueltas para obtener un objeto clave que no sab¨ªamos ni donde ni c¨®mo obtener. Y tambi¨¦n hemos sufrido varios problemas con el movimiento y la interacci¨®n de los personajes con varios elementos como pueden ser las puertas, dando lugar a situaciones muy desesperantes. El t¨ªtulo necesita un parche para pulir esas cosas. De cara a hacerlo accesible a todo tipo de usuarios, contamos con varios modos de dificultad, de forma que har¨¢ disfrutar tanto a quien se acerque al g¨¦nero por primera vez como a los estrategas b¨¦licos m¨¢s experimentados.

A nivel t¨¦cnico, Partisans 1941 cumple pero sin muchos alardes. Nos habr¨ªa gustado un mayor nivel de detalle tanto en escenarios como en unidades. De cara a recrear los horrores de la guerra, se ha elegido un tono y una paleta de colores oscuros y sucios, lo cual tampoco permite un excesivo lucimiento visual, quedando lejos de la belleza isom¨¦trica de la que hacen gala t¨ªtulos con una propuesta similar. Esto se ve agravado con un rendimiento bastante irregular, necesitando un buen equipo para mantener estable la tasa de im¨¢genes por segundo a la que funciona el t¨ªtulo. Este resulta ser excesivamente demandante a nivel de hardware para lo que muestra en pantalla, otro punto que consideramos deber¨ªa ser corregido con un eventual parche.