An¨¢lisis Shadow Tactics, la paciencia convertida en arte.

Si se mira en retrospectiva, da la impresi¨®n que la paciencia no es una virtud muy apreciada en los videojuegos. Por una parte, los desarrolladores se ven cada vez m¨¢s apremiados por las compa?¨ªas a sacar productos m¨¢s r¨¢pido, por otra cada vez predominan m¨¢s las experiencias de gratificaci¨®n instant¨¢nea o que directamente juegan con la frustraci¨®n del jugador para sacar dinero. En ese contexto, sorprende una propuesta como Shadow Tactics, cuya base es precisamente ese elemento, la paciencia.

Para ponernos en contexto y presentarlo a quienes no lo conozcan, Shadow Tactics es un juego t¨¢ctico de sigilo e infiltraci¨®n que nos sumerge en la piel de cinco personajes (no controlamos a todos en todas las misiones sino que el reparto var¨ªa entre misiones y dentro de las mismas), cada uno con habilidades ¨²nicas que debemos explotar al m¨¢ximo para salir airosos de los retos.

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Cinco personajes, decenas de posibilidades

Estos personajes son el Ninja Hayato, capaz de usar un Shuriken para acabar con enemigos desde escondites y lanzar piedras para atraerlos; Mugen, un Samurai y el ¨²nico componente del equipo capaz de enfrentarse a otros guerreros de su categor¨ªa, aparte de poder usar una botella de Shake para distraer a los guardias de sus rutas y utilizar un ataque devastador para acabar con hasta 3 enemigos de una sola vez si se encuentran juntos; Takuma, un anciano tirador que nunca falla y es capaz de acabar con enemigos a gran distancia mientras dure la munici¨®n; Yuki, una h¨¢bil y escurridiza chica capaz de matar con trampas o atraer a enemigos desde mucha distancia con su flauta; y Aiko y su habilidad para disfrazarse y pasar inadvertida entre los enemigos o hacerles estornudar compulsivamente para evitar que presten atenci¨®n.

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Las misiones consisten en retos concretos, divididas en peque?as metas volantes, normalmente alcanzar ciertos puntos para realizar diferentes acciones, como robar algo de un personaje, acabar con una serie de enemigos concretos, activar un elemento, etc. Para ello debemos experimentar con cuidado las posibilidades de nuestro entorno, familiarizarnos con los enemigos, su ubicaci¨®n, y rutas, y prestar gran atenci¨®n a su campo de visi¨®n.

Y es ah¨ª donde la paciencia entra en juego. A pesar de que una ubicaci¨®n general entre g¨¦neros coloque a este juego en lo que se denominar¨ªa ¡°estrategia¡±, aqu¨ª m¨¢s que planificaci¨®n previa se premia la atenci¨®n, la paciencia para encontrar el momento y el lugar justo para atacar, y la prueba y error hasta dar con las claves para avanzar.

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Para hacer esto ¨²ltimo, probar y repetir constantemente, el juego nos invita a guardar partida cada minuto y de hecho un contador en pantalla que va torn¨¢ndose rojo nos recuerda cu¨¢nto hace de la ¨²ltima vez que pulsamos f5 para guardar. Otro toque de bot¨®n, f8, nos permite por su parte regresar de inmediato al ¨²ltimo guardado.

Para hacernos m¨¢s f¨¢cil permanecer indetectados, podemos usar unos marcadores para ver qu¨¦ enemigos y en qu¨¦ momentos tienen contacto visual con un punto concreto y as¨ª planificar nuestros movimientos. Tambi¨¦n contamos con un modos sombra, que nos permite preparar acciones de m¨¢s de un personaje para ejecutar de forma simult¨¢nea, lo que ser¨¢ imprescindible para progresar cuando debamos acabar con m¨¢s de un enemigo a la vez, por ejemplo.

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Pero no solo se trata de nosotros. Si algo hace especial a este Shadow tactics frente a t¨ªtulos anteriores como la saga Commandos o Desperados es que aqu¨ª el entorno es completamente tridimensional y podemos interactuar con gran cantidad de elementos: desde nuestras huellas sobre la nieve que delatar¨¢n nuestra posici¨®n a los enemigos a atropellar a enemigos agitando los bueyes de un carromato, pasando por ocultarnos buceando en el agua, las gallinas reaccionar¨¢n a nuestra presencia¡­ El entorno ser¨¢ nuestro aliado o nuestra perdici¨®n.

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Un juego cuidado al detalle

Y es que se nota y mucho el mimo puesto en este proyecto de a?os de trabajo del peque?o estudio muniquense Mimimi Productions, que se palpa en todos los detalles: desde las excelentes interpretaciones en japon¨¦s de los personajes, al detalle puesto en los escenarios, dise?ados con todo lujo de detalles y un aut¨¦ntico caramelo para la vista.

Cada misi¨®n nos llevar¨¢ un buen rato buscando la forma de completarla, pero una vez jugada siempre podremos volver a ella gracias a los distintos modos de dificultad y a un sistema de insignias que nos propondr¨¢ distintos retos que superar, aparte de mejorar nuestros tiempos.

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No se queda atr¨¢s la m¨²sica, orquestada con una amplia selecci¨®n de int¨¦rpretes y que incluye instrumentos tradicionales japoneses como el Koto. Una m¨²sica que se combina con los efectos ambientales para sumergirnos al m¨¢ximo en la experiencia, resaltando la tensi¨®n o ¨¦pica de los distintos momentos sin estorbar nunca.

Los controles, por su parte, hacen un intensivo uso del teclado y rat¨®n en la versi¨®n de PC, aunque tambi¨¦n se adaptan al uso con mando, si bien se pierde parrte de la inmediatez que confiere el uso de este dispositivo.

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Destaca tambi¨¦n una localizaci¨®n al espa?ol muy lograda, sin grandes pegas y que permite seguir el cuidado guion, que aparte de ser una delicia, con un gran trabajo de caracterizaci¨®n hist¨®rica, cuenta con supervisi¨®n en este ¨¢mbito en una muestra de perfeccionismo alem¨¢n. En definitiva, pocas pegas se pueden poner a un juego redondo que har¨¢ las delicias de todos los aficionados al sigilo y la historia feudal japonesa.