Mario + Rabbids: Sparks of Hope, an¨¢lisis. M¨¢s y mejor a todos los niveles

Probablemente Mario sea el personaje del videojuego con mayor n¨²mero de t¨ªtulos de diversos g¨¦neros protagonizados. Durante el primer a?o de vida de Nintendo Switch recib¨ªamos Mario + Rabbids: Kingdom Battle, un simp¨¢tico crossover entre el universo del fontanero bigotudo y el de los Rabbids, que demostraba la versatilidad de los iconos del Reino Champi?¨®n al ser trasladados a un t¨ªtulo de estrategia.

Cinco a?os despu¨¦s nos encontramos aqu¨ª, a las puertas del lanzamiento de su esperada secuela. Mario + Rabbids: Sparks of Hope demuestra que en 2022 los tactics est¨¢n lejos de ser un nicho relegado al PC. Ubisoft Paris y Ubisoft Milan encabezan un desarrollo que toca las teclas adecuadas para aprovechar el potencial visto en el original. Somos directos: es m¨¢s y mejor a todos los niveles. Pese a ciertas aristas que no le permiten alcanzar el sobresaliente, no cabe duda de que nos encontramos ante uno de los exclusivos imprescindibles del cat¨¢logo de la consola de Nintendo.

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Las reglas cambian

Desde la primera hora de juego queda clara la idea sobre la que gira la secuela: ofrecer al jugador la m¨¢xima libertad posible dentro de los m¨¢rgenes del g¨¦nero. Esto se traduce en un combate m¨¢s ¨¢gil y vertiginoso en ritmo, mientras que en el mundo abierto la estructura cambia hacia un peque?o hub independiente de los niveles dise?ados para el combate.

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El movimiento de los personajes es completamente libre dentro de su rango de acci¨®n. Puedes moverte por ¨¦l cuanto quieras y como quieras sin que tome como requisito una de las dos acciones por turno. Puedes realizar saltos de equipo para alcanzar nuevas posiciones lejanas sin consumir tus posibilidades de cara al combate. Porque precisamente en eso se ha quedado relegado el medidor, a aquellas acciones que tienen influencia directa en tus herramientas ofensivas.

Ampliar tu capacidad de navegar por los niveles sin que comprometa los enfrentamientos es uno de los grandes triunfos de sus responsables. Se encuentra en un punto equilibrado por diversos motivos; algunas veces por la cantidad de rivales en pantalla, otras por sus rasgos y las penalizaciones que influyen en nuestro comportamiento. Pero no solo se trata de entablar una disputa. Durante nuestro viaje hemos encontrado varios niveles que son brillantes en este sentido. En algunos debes aprovechar el escenario y las cadenas de movimientos entre tus h¨¦roes para poder alcanzar el objetivo final. No siempre recurre a cumplir el t¨ªpico objetivo de eliminar a todas las amenazas.

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Como dec¨ªamos, que el mundo abierto sea independiente de los niveles de combate hace que su estructura cambie completamente. Si en el original ya ve¨ªamos algunas ramificaciones en cuanto a contenido secundario se refiere, en la secuela se destapa completamente. Encontramos misiones opcionales de todo tipo, jefes alternativos pensados para el endgame, rutas secundarias con recompensas, peque?os rompecabezas que requieren aprovechar el escenario¡­ De todo. Ya no nos encontramos en un embudo que nos gu¨ªa hacia la siguiente secci¨®n de combate; aqu¨ª estamos en un entorno libre en el que podemos realizar m¨¢s contenido relevante para nuestro progreso.

Sparks, m¨¢s all¨¢ de tu arma

La introducci¨®n de los Sparks aporta frescura al abanico de acciones que puedes realizar durante tus turnos. En la pr¨¢ctica crean sinergias con los h¨¦roes que les permite extender sus capacidades ofensivas m¨¢s all¨¢ de su arma. Durante el viaje podemos desbloquear un total de 30 diferentes, que se dividen entre bonificaciones activas, de elemento y poderosos ataques a modo de habilidad definitiva. Tendremos que peinar el juego al completo (incluidos secretos) para poder hacernos con todos.

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Olvidad por completo la gesti¨®n del inventario de la primera entrega. En Sparks of Hope cada h¨¦roe tiene su propia arma ¨²nica sin efectos. Es a trav¨¦s de estos compa?eros con forma de Rabbid estrella con los que puedes alterar su comportamiento. ?Quieres sumar electricidad a las pistolas duales de Mario para poder crear combos entre enemigos? Liga el Spark correspondiente a ese h¨¦roe antes de empezar el combate y lo tendr¨¢s. As¨ª con todos.

Sin embargo, los m¨¢s interesantes bajo nuestro juicio son aquellos que influyen en el h¨¦roe en s¨ª. Por ejemplo, Luigi est¨¢ enfocado al combate a distancia y cuenta con mayor rango de movimiento que buena parte de sus compa?eros. Gracias a ese enfoque puede aprovechar la verticalidad de los escenarios para asestar golpes certeros a enemigos que supondr¨¢n una seria amenaza en posteriores turnos. Al a?adirle el Spark de invisibilidad, podemos hacer que tome m¨¢s riesgos al ocupar esas posiciones incluso si est¨¢ comprometido. No pasa nada: recularemos la pr¨®xima vez que pueda moverse sin recibir da?o alguno.

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Todos los Sparks pueden cambiarse entre h¨¦roes en cualquier momento previo a entablar un nivel de combate, y su uso toma una de las dos acciones que puedes realizar por turno. De alguna forma rompen las restricciones de encontr¨¢bamos en el original. Ya no tenemos que decidir qu¨¦ arma llevar. Ahora cada una tiene su personalidad, y al mismo tiempo podemos mejorar su comportamiento activando el Spark que tengamos ligado.

Un viaje repleto de experiencias

Quiz¨¢ esa sea una de las frases que resumen nuestro paso por Mario + Rabbids: Sparks of Hope. Durante las 30 horas que nos ha tomado completarlo, incluyendo la limpieza casi al completo de algunos mundos, hemos pasado por todo tipo de experiencias. Los que m¨¢s hemos disfrutado han sido los niveles que aparecen como rompecabezas integrados en los campos de batalla. Muchas veces el juego te lleva a interpretar las piezas que pone frente a ti para que las unas aprovechando todo el potencial de tus h¨¦roes. Parece un ajedrez, solo que aqu¨ª la torre es Rabbid Mario y el alfil, Peach.

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El viaje se compone de cinco mundos principales, m¨¢s el pr¨®logo y el ep¨ªlogo, a los que podemos volver en cualquier momento. Dadas las circunstancias de la historia, al aterrizar en uno los veremos sumidos en la ascoridad, una capa viscosa que limita tus movimientos por el mundo. Cuando completes las misiones principales, las restricciones se levantan para que puedas limpiar todos los contenidos que propone. Al completar esos objetivos secundarios obtendremos monedas de ese mundo, que se pueden intercambiar en el mercader por llaves de secretos, piezas de lore, cosm¨¦ticos y potenciadores de nivel para los Sparks.

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Esa divisa exclusiva de cada mundo est¨¢ acompa?ada por las monedas de oro cl¨¢sicas de Mario, que aparecen como el montante necesario para poder curar a todo el equipo antes de entablar una misi¨®n y comprar consumibles en el mercader mencionado. La sensaci¨®n de recompensa es constante no solo por la parte econ¨®mica, sino tambi¨¦n en cuanto al desarrollo de los personajes y Sparks. Los nueve h¨¦roes que forman parte de la aventura pueden alcanzar hasta el nivel 30, lo que va desbloqueando progresivamente prismas de habilidad que podemos invertir en sus ¨¢rboles de habilidad. Los Sparks, en cambio, van mejorando su limite de capacidad a medida que lo hacen los h¨¦roes, y puedes intercambiar estrellas para mejorar su rendimiento.

Pero no todo est¨¢ a la altura. Esper¨¢bamos bastante m¨¢s de los enemigos. Lo que nos hemos encontrado es una excesiva repetici¨®n de los arquetipos que ya nos presentan en el primer tercio de juego. Hay pocas sorpresas en este sentido, y pese a los leves cambios que hay entre s¨ª dependiendo del mundo, lo cierto es que entablas el combate casi siempre con el mismo chip. Tampoco est¨¢n a la altura la mayor¨ªa de jefes finales, poco efectivos en planteamiento cuando deber¨ªan ser los picos de dificultad de cada mundo.

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En lo visual, el motor Snowdrop encaja en la secuela sin problema. Pese a que el m¨²sculo se encuentra en la excelente direcci¨®n art¨ªstica, encontramos un framerate s¨®lido incluso en aquellos niveles m¨¢s demandantes de lo habitual. La resoluci¨®n en modo dock se resiente, y es una pena que un juego tan bonito quede un poco empa?ado por las limitaciones t¨¦cnicas de la consola. En port¨¢til, en cambio, no se nota tanto, y en el modelo OLED de Nintendo Switch la sensaci¨®n es bastante m¨¢s positiva que el equivalente en 55¡±. La banda sonora tambi¨¦n cobra especial relevancia por el trabajo de un tr¨ªo de excepci¨®n: Yoko Shimomura, Grant Kirkhope y Gareth Coker. Se nota el sello de cada uno a trav¨¦s de las melod¨ªas que suenan. Adem¨¢s, tanto las voces como los textos se encuentran en perfecto castellano.