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I Have No Mouth And I Must Scream
- PlataformaPC8.8
- G¨¦neroAventura gr¨¢fica
- DesarrolladorThe Dreamers Guild
- TextoIngl¨¦s
I Have No Mouth And I Must Scream, retroan¨¢lisis
I have no mouth and I must scream, aventura gr¨¢fica de The Dreamers Guild y Cyberdreams, nos planteaba la pesadilla del laureado relato de Harlan Ellison No tengo boca y quiero gritar.
I have no mouth and I must scream?(1995) convert¨ªa en aventura gr¨¢fica el relato de Harlan Ellison No tengo boca y quiero gritar. El pol¨¦mico escritor, infame por su excesiva sinceridad, detestaba los videojuegos, como declar¨® a Nightdive?Studios?¡ªestudio que edit¨® dicho t¨ªtulo a GOG.com en 2013¡ª?durante una entrevista en septiembre de 2013: ¡°No me gustan los videojuegos, creo que son una p¨¦rdida de tiempo. Han suplantado al cine, a los libros, al teatro e incluso a la radio. Hoy en d¨ªa, vas a un restaurante y ves a un padre enganchado con el m¨®vil mientras su hijo est¨¢ con un videojuego. ?Qu¨¦ le ha pasado al contacto humano, a la interacci¨®n?¡±.
Una terr¨®r¨ªfica aventura gr¨¢fica de culto
Y pese a su animadversi¨®n a los videojuegos, Harlan Ellison decidi¨® involucrarse en la adaptaci¨®n de su relato y no s¨®lo por dinero, sino para velar por la fidelidad de su propia obra durante la adaptaci¨®n. Cyberdreams acept¨® las condiciones del escritor quien, equipado con su m¨¢quina de escribir, se dedic¨® a adaptar el gui¨®n y a trabajar codo a codo con David Mullich y David Sears.
I have no mouth and I must scream fue el resultado de esta colaboraci¨®n extra?a. La aventura gr¨¢fica de Harlan Ellison cosech¨® cr¨ªticas muy favorables por su planteamiento de dilemas ¨¦ticos con los que el escritor analiza la naturaleza humana desde una ¨®ptica mis¨¢ntropa, pero esperanzada. Por otro lado, medios como GameSpot castigaron su jugabilidad, llena de callejones sin salida y puzles extremadamente dif¨ªciles. Pese a sus defectos, I have no mouth and I must scream se hizo con el Premio Al Mejor Juego Adaptado de Un Medio Linear en la Game Developers Conference. Las ventas no favorecieron al ¨¦xito de esta aventura gr¨¢fica, que apostaba por un terror psicol¨®gico que hu¨ªa de los sobresaltos, el exceso de sangre y los monstruos abominables. Harlan Ellison transmit¨ªa su visi¨®n misantr¨®pica sobre una humanidad ambiciosa, creadora de un arma que se volv¨ªa en su contra.
I Have No Mouth And I Must Scream se lanz¨® para PC?en 1995. Actualmente, podemos disfrutar de esta terror¨ªfica aventura gr¨¢fica en Windows, Linux, Mac,?Android, iOS, Steam y GOG.com.
El odio de AM
I have no mouth and I must scream part¨ªa de la misma premisa que el relato original y hom¨®nimo. En un futuro post-apocal¨ªptico y ucr¨®nico situado 109 a?os despu¨¦s de la Guerra Fr¨ªa, Estados Unidos, Rusia y China han creado las AM, inteligencias artificiales superiores a la mente humana, cuyo prop¨®sito es exterminar a sus enemigos. Uno de estos s¨²per ordenadores toma conciencia de s¨ª mismo ¡ª"I think, therebefore I AM" (Pienso, luego existo)¡ª, asimila a sus rivales y pone fin a la guerra aniquilando a toda la poblaci¨®n terr¨¢quea, salvo a cuatro hombres y una mujer. Los supervivientes son mantenidos con vida artificialmente en una pesadilla sinf¨ªn, en la que AM les tortura f¨ªsica y psicol¨®gicamente. Esta malvada divinidad tecnol¨®gica, precursora de Skynet, explota los traumas de sus prisioneros en expediciones plagadas de trampas poni¨¦ndoles una esperanza en el horizonte que les arrebata en el ¨²ltimo momento; con el ¨²nico fin de dar rienda suelta al odio con el que ha sido fabricada.
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Harlan Ellison profundiz¨® m¨¢s en el trasfondo de sus personajes para justificar por qu¨¦ constituyen las v¨ªctimas m¨¢s suculentas para AM. I Have No Mouth And I Must Scream empieza con una introducci¨®n de unos 7 minutos en la que se nos presenta a AM y a sus cinco juguetes humanos. El dios artificial les propone ¡°un juego secreto al que le gustar¨ªa jugar, lleno de diversi¨®n y aventuras"; una pesadilla personalizada para cada una de sus v¨ªctimas, con un premio prometido si logran superarla. Por supuesto, no hace falta conocer mucho a?AM para descubrir que sus regalos est¨¢n siempre envenenados. En el relato de Ellison, ya arrastr¨® a sus hambrientas v¨ªctimas hacia una angustiosa expedici¨®n por comida para al final obsequiarles con unas latas sin tener un s¨®lo utensilio para abrirlas.
Los prisioneros de AM no se corresponder¨¢n en absoluto con el arquetipo de h¨¦roe. Sobre las espaldas de cada uno de ellos pesa una vida marcada por un suceso traum¨¢tico que propici¨® sus respectivos transtornos psicol¨®gicos. Acorde con el mensaje mis¨¢ntropo de No tengo boca y quiero gritar, nuestros protagonistas ¡ªsalvo Ellen, la ¨²nica que no ha cometido ning¨²n delito¡ª son seres despreciables desde un punto de vista ¨¦tico. Gorrister?encerr¨® a su maltratada esposa en un psiqui¨¢trico, Benny asesin¨® y devor¨® a sus compa?eros del ej¨¦rcito, Nimdok es un m¨¦dico al servicio del Tercer Reich que llev¨® a cabo experimentos atroces con ni?os, Ellen sufre ansiedad ante el color amarillo debido a un suceso doloroso que relaciona con dicho color y Ted es un estafador que sufre obsesi¨®n y paranoia. Dicho elenco nos despertar¨¢ sentimientos inc¨®modos al tratar temas tan duros como el canibalismo, la violencia sexual o el nazismo. Y es que la misantrop¨ªa de Ellison impregna el conjunto de?I Have No Found And I Must Scream, al igual que en su relato, en el que nos mostraba el rostro m¨¢s despreciable del ser humano, responsable de su propio declive. Y, sin embargo, Harlan no descarta la esperanza de superaci¨®n de nuestros propios males.
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La pesadilla surrealista de AM
I Have No Mouth And I Must Scream se compone de dos partes. En la primera, jugaremos las pesadillas v¨ªvidas de cada una de las v¨ªctimas de AM en el orden que deseemos. Dichos infiernos personales con imaginer¨ªa surrealista y perturbadora sirven de alegor¨ªa para narrar los secretos m¨¢s turbios de nuestros personajes: el zeppelin de Gorrister lleno de armas para suicidarse, la pir¨¢mide dorada de Ellen, la aldea tribal de Benny, el campo de concentraci¨®n de Nimdok, el castillo tenebroso de Ted.
En la segunda parte de la aventura, iremos al mismo cerebro de AM para desconectarle, para lo cual tendremos (o no) las herramientas necesarias que hayamos conseguido en funci¨®n de c¨®mo hayamos superado la primera parte. Cada uno de los cap¨ªtulos presenta diferentes caminos a la hora de completarlo, y no siempre la soluci¨®n m¨¢s l¨®gica ser¨¢ la m¨¢s acertada. Las v¨ªctimas de AM han sido elegidas por sus tr¨¢gicas historias personales, que proporcionan al p¨¦rfido dios artificial las herramientas necesarias para torturarles durante toda la eternidad. No obstante, los malogrados supervivientes podr¨¢n redimirse a s¨ª mismos durante las crueles trampas de AM, si tomamos las decisiones encaminadas a ello. En cuanto a los puzles, no siempre son l¨®gicos y muchos de ellos requieren un orden determinado para que la aventura progrese. Es f¨¢cil caer en un callej¨®n sin salida o dirigirnos a un fin amargo. AM llena sus aventuras de trampas, en las que caeremos si fallamos en la resoluci¨®n de alguno de los acertijos. En este caso, volveremos al principio del cap¨ªtulo del personaje en s¨ª, lo cual puede resultar tedioso, aunque coherente en una narrativa en la que un s¨²per ordenador con poderes divinos tiene como ¨²nico prop¨®sito torturanos. Por otro lado, podemos guardar la partida en cualquier momento; todo un consuelo al que recurrir sabiamente, puesto que es posible guardar despu¨¦s de haber cometido un error irreparable, y es que las consecuencias de nuestras acciones no siempre ser¨¢n inmediatas.
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No obstante, en I Have No Mouth And I Must Scream disponemos de pistas que nos indicar¨¢n si nos hallamos en el camino correcto. En la esquina inferior izquierda veremos el retrato del personaje. Seg¨²n resolvamos puzles que nos conduzcan a un final satisfactorio, nuestro protagonista se alegrar¨¢ y su fondo se iluminar¨¢ en verde. En caso de cometer un error, la aflicci¨®n se reflejar¨¢ en el semblante del protagonista. Si acumulamos demasiados desaciertos, el fondo del retrato se ver¨¢ en negro. Asimismo, en nuestro inventario contamos con el Perfil Psicol¨®gico, un libro que nos dar¨¢ una enigm¨¢tica pista sobre el siguiente puzle, aunque el hecho de consultarlo restar¨¢ puntos a la tranquilidad de nuestro personaje.
I Have No Mouth And I Must Scream es una aventura gr¨¢fica point and click, basada en un inventario y un sistema de comandos a trav¨¦s del cual interactuar con los objetos y el entorno. Las acciones se componen de los cl¨¢sicos ¡°mirar¡±, ¡°ir a¡±, ¡°usar¡± y etc. y entre ellos destaca un extra?o ¡°tragar¡±, que abre posibilidades en los puzles bastante originales y, en algunos casos, repulsivas. Con el cursor, nos movemos por la pantalla para explorar los elementos con los que podemos interactuar, algunos de ellos dif¨ªciles de detectar si no nos situamos sobre el p¨ªxel exacto. Para crear la acci¨®n, clickaremos sobre el comando deseado y a continuaci¨®n sobre los ¨ªtems participantes, lo cual resulta ortop¨¦dico en las tareas m¨¢s org¨¢nicas, como desplazarse de localizaci¨®n. En cuanto a los di¨¢logos, se nos presentan varias opciones que, al pasar el cursor por ellas, se marcar¨¢n en rojo antes de ser seleccionadas. La t¨¢ctica de prueba y error es factible tanto para la interacci¨®n con el entorno como las conversaciones, aunque es f¨¢cil que nos aboquemos hacia un camino fat¨ªdico.?
Terror psicol¨®gico con sabor a Freud
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El terror I have no mouth and I must scream no se basa en los sustos repentinos ni en un alarde de im¨¢genes expl¨ªcitas. Durante nuestro periplo, nos toparemos con ocasionales escenas de gran dureza visual, como gl¨®bulos oculares cayendo de un tarro; o mujeres colgadas de un gancho al lado de una vaca abierta en canal. Sin embargo, el mayor porcentaje del terror del relato videol¨²dico de Ellison consiste en una ambientaci¨®n inquietante y en una narrativa cargada de dilemas ¨¦ticos. A trav¨¦s de un refinado pixel-art, I Have No Mouth And I Must Scream nos presentaba unos escenarios de corte pesadillesco, con paisajes propios del cine de aventuras tiznados de elementos inquietantes, como la higiene deplorable del zeppelin o el aspecto amenazador del Anubis de la pir¨¢mide. En cuanto a los propios protagonistas, su desgaste emocional luce en sus retratos y postura corporal, e incluso se aprecia cierto cansancio en la mirada cuando se muestran contentos tras haber resuelto un acertijo. El aspecto de aquellos personajes descritos en el cuento de Ellison ha sido respetado, como la etnia de Ellen, la vejez de Nimdok o la deformaci¨®n simiesca de Benny. Cabe destacar el lenguaje corporal de las v¨ªctimas de AM, en el que nuestros funestos h¨¦roes muestran tics que revelan sus trastornos, como Ted mirando constantemente a sus espaldas, Ellen mordi¨¦ndose las u?as o Nimdok frot¨¢ndose las manos.
A nivel sonoro, I Have No Mouth And I Must Scream resulta una delicia con la banda sonora MIDI compuesta por John Ottman, que aporta una atm¨®sfera deprimente a esta perturbadora aventura gr¨¢fica, con temas de corte m¨¢s tenso y otros m¨¢s optimistas para indicar al jugador c¨®mo ha resuelto un puzle. En cuanto a los di¨¢logos, en los que Ellison y Mullich pusieron especial atenci¨®n acorde con el perfeccionismo del primero, destacan sobre todo por el trabajo de los actores. El mismo Harlan Ellison, quien conoc¨ªa mejor que nadie a su propia creaci¨®n, fue encargado de dar vida a AM con una escalofriante interpretaci¨®n que abofetea al jugador con odio. Al contrario que otras inteligencias malvada de los medios audiovisuales, que se expresan en una fr¨ªa monoton¨ªa, el escritor apost¨® por resaltar la maldad visceral que configura AM, lo cual subray¨® la despiadada personalidad de uno de los villanos m¨¢s carism¨¢ticos de la ciencia ficci¨®n. Cada una de sus palabras supura desprecio por sus v¨ªctimas, y un deseo sincero de da?arles incluso a trav¨¦s de sus halagos m¨¢s ir¨®nicos, como cuando se burla del acento alem¨¢n de Nimdok al llamarle ¡°mi buen hermano¡± o asegura a Ted que es su preferido. El resto de actores aporta un gran dramatismo en sus respectivos papeles, destilando el sufrimiento de cada personaje con gran naturalismo.
I Have No Mouth And I Must Scream es una aventura gr¨¢fica desafiante, en la que es f¨¢cil derivar hacia un destino indeseable o caer en un punto muerto. Ni siquiera tiene un final feliz entre sus m¨²ltiples desenlaces desgraciados; lo m¨¢s aproximado es un cierre agridulce si acertamos con el personaje que debe resolver la segunda parte del juego. Harlan Ellison no quer¨ªa premiar a los propios jugadores, como confes¨® a Nightdive, sino transmitirles la misma desesperaci¨®n que en su relato. Y es que para el misantr¨®pico escritor, los humanos son criaturas despreciables que acaban tejiendo y mereciendo su propia desgracia. No obstante, tambi¨¦n son capaces de mostrar sus mejores virtudes una vez tocan fondo en su oscuro pozo, aunque est¨¦n condenados a repetir los mismos errores.
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Conclusi¨®n
I Have No Mouth And I Must Scream es una aventura gr¨¢fica de culto, basada en el relato hom¨®nimo de Harlan Ellison, quien se decidi¨® a participar en la adaptaci¨®n de su obra para supervisar que el proceso creativo respetara su universo. AM, inteligencia artificial creada para vencer la Guerra Fr¨ªa, ha destruido a la humanidad por completo y mantiene con vida a cinco rehenes ¡ªcuatro hombres y una mujer¡ª a los que mantiene con vida para torturarles durante toda la eternidad. El jugador deber¨¢ superar los infiernos personales de cada uno de los protagonistas, quienes en su mayor¨ªa son criaturas despreciables que representan el lado m¨¢s defectuoso de la humanidad, por la cual Ellison sent¨ªa una gran repulsi¨®n, al mismo tiempo que ve¨ªa en ella un atisbo de luz. Los puzles de I Have No Mouth And I Must Scream, de gran dificultad, presentan diversas soluciones que conducen a un desenlace cruel y a muertes que nos devuelven al inicio del juego. Con un terror psicol¨®gico y una imaginer¨ªa inspirada en la filosof¨ªa de Freud, esta aventura pesadillesca nos plantea potentes dilemas ¨¦ticos que har¨¢n reflexionar a un jugador que decidir¨¢ si colaborar (o no) en su proceso de redenci¨®n y en su lucha contra un dios artificial que personifica el odio en su estado puro.
Lo mejor
- Una poderosa narrativa con un mensaje misantr¨®pico que no aparca la esperanza
- La interpretaci¨®n de Harlan Ellison como AM
- Una ambientaci¨®n perturbadora con imaginer¨ªa pesadillesca
- Dilemas ¨¦ticos inc¨®modos a los que el jugador se enfrenta a trav¨¦s de sus puzles
Lo peor
- Puzles poco intuitivos en ocasiones
- Callejones sin salida que impiden avanzar en el juego
- Tener que construir el comando "Ir a" para moverse de localizaci¨®n, en vez de clickar directamente
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.