Horror Tales: The Wine, an¨¢lisis. Lo nuevo de Carlos Coronado

Nos invit¨® a reflexionar con Mind: Path to Thalamus, nos mostr¨® lo que se siente al ser perseguidos con Infernium, nos ayud¨® a ver la realidad que se oculta en lo m¨¢s profundo del oc¨¦ano con Koral, y en esta ocasi¨®n, nos propone un viaje a una isla mediterr¨¢nea asolada por una terrible pandemia. Es Carlos Coronado, el desarrollador catal¨¢n al que ya conocemos de sobra, y su nueva apuesta atiende al nombre de Horror Tales: The Wine, la primera entrega de lo que ser¨¢ una trilog¨ªa de t¨ªtulos independientes.

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La Fiebre de los Diablos

El juego apenas se toma un par de minutos para informarnos sobre una extra?a enfermedad, que se ha cobrado la vida de incontables personas en una ciudad costera situada en una isla mediterr¨¢nea. Eso y que nosotros, como protagonistas, necesitamos una botella de vino Banydebosc. Por alguna raz¨®n, desde el primer momento tenemos claro que gracias a ella encontraremos una cura para la Fiebre de los Diablos, que es el nombre que recibe la afecci¨®n.

Nada m¨¢s desembarcar en la ciudad, algo llama poderosamente nuestra atenci¨®n: la manera en la que la soledad se funde con la belleza de un lugar imponente; resulta imposible no imaginar c¨®mo ser¨ªan las cosas en tiempos mejores. Callejones, casas, vistas espectaculares¡­ No nos importar¨ªa vivir aqu¨ª, aunque nosotros solo hemos venido a por la dichosa botella. No vamos a desvelaros detalles de la historia, primero porque estamos ante una experiencia corta ¡ªpero intensa¡ª y segundo, porque nada mejor que descubrirlo por vosotros mismos. En cualquier caso, lo ¨²nico que podemos deciros es que pronto empezamos a notar que algo no va bien¡­

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Terror a plena luz del d¨ªa

No es la primera vez que hablamos sobre lo complejo que puede resultar comprender el estado en el que una persona entra cuando siente el miedo en sus carnes. Y es que, en muchas ocasiones, el terror tambi¨¦n aparece a plena luz del d¨ªa, en el lugar y momento menos esperado. El juego consigue crear una atm¨®sfera propicia para generar tensi¨®n sin importar si estamos en mitad de una plaza, contemplando un bello paraje bajo el sol del mediterr¨¢neo.

Es uno de los elementos que m¨¢s nos han gustado, ya que los momentos en los que la tensi¨®n podr¨ªa cortarse con un cuchillo se complementan a la perfecci¨®n con otros mucho m¨¢s tranquilos, en los que la incertidumbre nos acompa?a de manera permanente. El ser consciente de que alguien ¡ªo algo¡ª nos vigila y la soledad que mantiene afligida a una ciudad con un pasado terrible, as¨ª como ciertos viajes a lugares abstractos que surgen en alguna que otra ocasi¨®n, son los ingredientes adecuados para dar lugar a una experiencia molesta, en el buen sentido de la palabra. Horror Tales: The Wine ofrece una buena experiencia de terror a nivel ambiental.

En lo que a mec¨¢nicas jugables se refiere, la propuesta es simple y efectiva: exploramos escenarios, recogemos documentos que nos ofrecen detalles de la historia, anotamos alguna que otra pista en aras de resolver varios rompecabezas y jugamos con las f¨ªsicas para mover objetos y tratar de avanzar en el viaje. En este sentido, los tintes de survival horror est¨¢n ah¨ª, si bien es cierto que no estamos ante un t¨ªtulo especialmente profundo; a veces se asemeja m¨¢s al tan de moda walking simulador.

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Un viaje corto, pero intenso

Una de las claves de esta nueva incursi¨®n de Carlos Coronado reside en el acierto de ofrecer una experiencia bien medida, que no se alarga ¡ªni se adorna¡ª m¨¢s de lo necesario para lograr lo que propone: contarnos una historia mientras viajamos por un viaje que se antoja corto, pero intenso. El t¨ªtulo puede completarse en unas tres o cuatro horas, una cifra razonable teniendo en cuenta la tensi¨®n con la que jugamos y esa extra?a manera en la que percibimos el tiempo cuando nos ponemos a los mandos de un juego de terror.

Tampoco se excede a la hora de ponernos frente a frente con los enemigos, de los que no vamos a desvelar detalles para no arruinaros la sorpresa. Si tomamos como referencia esas secciones de Infernium en las que nos tocaba darnos la vuelta y escapar de nuestros perseguidores hasta darles esquinazo, digamos que aqu¨ª funciona de una manera similar, pero mucho m¨¢s acotada tanto en n¨²mero, como en duraci¨®n de las persecuciones. Adem¨¢s, la tensi¨®n que genera su presencia es impagable y nos brinda algunos de los mejores momentos del juego. Eso s¨ª, no habr¨ªa estado nada mal apostar por una mayor variedad de los mismos.

Horror Tales: The Wine ofrece una buena experiencia de terror, as¨ª como la calma necesaria para explorar una serie de escenarios bien dise?ados. Si tenemos en cuenta sus virtudes y defectos, no hace nada especialmente mal, m¨¢s all¨¢ de alg¨²n peque?o corte de ritmo en ciertas secciones. En cualquier caso, la primera parte de lo que ser¨¢ una trilog¨ªa merece una oportunidad por parte de los amantes del g¨¦nero; es uno de esos t¨ªtulos que entran bien y se disfrutan hasta el final.

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Por ¨²ltimo, no podemos olvidarnos de la versi¨®n para consolas. En nuestro caso, hemos disfrutado del t¨ªtulo en PS5, de cuyo port se ha encargado Jandusoft, y para nuestra sorpresa, el rendimiento es s¨®lido en pr¨¢cticamente todo momento. Por su parte, los controles son muy intuitivos y est¨¢n perfectamente adaptados al mando. Es habitual pensar que una producci¨®n menor puede sufrir de diferentes problemas en este apartado, especialmente a la hora de trasladar la experiencia a consolas, pero nada m¨¢s lejos de la realidad: no hay motivo alguno para pensar que Horror Tales: The Wine es una experiencia peor que otra en funci¨®n de la plataforma.