Lo hemos jugado
God of War Ragnarok, impresiones finales. Vuelve el Dios de la Guerra
Jugamos al t¨ªtulo m¨¢s importante de Sony para PS4 y PS5, un retorno esperad¨ªsimo que marca m¨²sculo y presenta candidatura. A todo.
Han sido seis o siete horas. Luego han ca¨ªdo algunas m¨¢s (y es una l¨¢stima no poder hablar de ello), pero el primer contacto con God of War Ragnarok en su versi¨®n final es lo que esper¨¢bamos y un poquito m¨¢s. Cuando terminamos el juego de 2018 sentimos una gran satisfacci¨®n por lo que se hab¨ªa construido, pero tambi¨¦n levantamos la mano se?alando aquello que tal vez era f¨¢cilmente mejorable. Hablamos de puzles, hablamos de algunas limitaciones en el combate respecto a sus predecesores y de la poca variedad de jefes intermedios y grandes jefes. Solo necesitas cinco horas para saber que esos tres puntos han cambiado. Han mejorado. Ragnarok apunta muy alto.
El nuevo God of War es continuista, y es algo que seguramente no hace falta decirlo demasiado porque ya se dej¨® ver en tr¨¢ilers y en im¨¢genes. Hace cuatro a?os se construy¨® una nueva base jugable y un nuevo estilo de juego, cambiando radicalmente lo que ten¨ªamos en God of War III, y si alguien esperaba alguna revoluci¨®n estaba bastante equivocado. Desde la posici¨®n de la c¨¢mara hasta los controles, pasando por el desarrollo con un gran peso narrativo y contemplativo.
Si no te gust¨® God of War, aqu¨ª no vas a cambiar de idea porque el ADN es el mismo. Y eso se ve en su inicio pausado, en la importancia de los di¨¢logos y en c¨®mo van introduciendo poco a poco los momentos de combate. Pero sin entrar en nombres ni en destripes, Ragnarok tiene una ventaja: viene del final del juego de 2018 y por lo tanto, hay personajes que toman el protagonismo, eventos que parecen inevitables y un Atreus que ha crecido y est¨¢ forjando su personalidad y tomando sus propias decisiones -para desgracia de Kratos-. Si te atrap¨® la historia del primero, aqu¨ª ya te tienen ganado porque las piezas se van colocando en el tablero en los primeros compases.
Kratos desata la tormenta
Lo hemos hecho: tras jugar la parte de estas impresiones, nos pusimos God of War en PS5 para comprobar in situ similitudes y diferencias. Y hay mucho de ambas. S¨ª, se controlan igual y las acciones de cada uno de los botones del DualSense son las mismas. Incluso el set de movimientos de las Espadas del Caos (c¨®mo nos doli¨® no poder explicar en el an¨¢lisis de 2018 el cambio dram¨¢tico que supon¨ªa en el juego su aparici¨®n) es el mismo. Entonces, ?por qu¨¦ tenemos la sensaci¨®n que el combate es mucho mejor? B¨¢sicamente porque hemos ganado en movilidad y en verticalidad.
En su momento se?alamos que el t¨ªtulo nos encadenase al suelo, dejando que solo iconos contextuales nos permitiesen saltar, una automatizaci¨®n que ten¨ªa efectos en combate: si un enemigo nos atacaba desde una zona elevada, no pod¨ªamos ir all¨ª hasta que lo hubi¨¦ramos matado. Atreus deb¨ªa dispararle de lejos. Esto ya no es as¨ª: Kratos ahora ha ganado verticalidad y movilidad en combate, permitiendo que el personaje pueda escalar muros, clavar su espada del Caos para impulsarse de un lado a otro y luego caer golpeando con fuerza el suelo. O sorprender desde el aire a enemigos en un plano inferior corriendo hacia un saliente y pulsando el bot¨®n de ataque. Ya no luchamos en un solo nivel con los enemigos y se nota para bien, porque los combates que hemos librados se disputan en varias alturas, con la variedad (para atacar y para defendernos) que supone el hecho de incorporar mec¨¢nicas de plataformeo a la lucha.
Otro detalle que nos ha gustado es que en estas primeras horas ya hemos tenido una variedad de jefes y jefes intermedios interesante, con combates duros y crudos. Un enorme oso nos da la bienvenida al poco de empezar, y luego habr¨¢ tiempo para batallar con criaturas con patrones diferenciados y sus propias particularidades, como una especie de centauro (acechadora) que nos embiste de todos lados y un Dreki, a caballo entre lagarto y drag¨®n que tiene una variedad de golpes, algunos inbloqueables y otros electrificantes, que es ciertamente desafiante tambi¨¦n por algunos cambios en los parries que te obligan a ser m¨¢s precisos.
Por no hablar de Thor, que por fin presenta sus bondades ante nosotros. Son combates intensos, donde tenemos que movernos constantemente y estar alerta a esos golpes que solo se pueden contragolpear, a los que solo podemos esquivar y de paso, qu¨¦ tipo de ataque (la dualidad hielo y fuego de nuestras armas es clave) es el mejor para cada uno de ellos.
M¨¢s all¨¢ de los jefazos, la variedad de enemigos rasos tambi¨¦n es destacable. Peque?os engendros a modo larvas que atacan en manada, enemigos voladores como las pesadillas, viejos conocidos como los saqueadores o la madre bergsra, que va lanzando engendros y complicando el combate. Por no hablar de enemigos en las minas que pueden infligirnos Bifr?st, algo que genera da?o morado extra en nuestra barra de vida y si nos golpea, se nos drena. En pocas horas hemos tenido enfrentamientos muy variados, y se agradece.
El camino de la exploraci¨®n y el puzle
El desarrollo de las primeras horas en God of War nos es muy familiar, no hay duda. Se intercalan los combates con una gran variedad de enemigos para el poco tiempo que llevamos de partida con momentos de charlas, paseos en barca, escenas¡ Y exploraci¨®n. Desviarnos del camino principal (hay un momento en el que te dicen que a la izquierda est¨¢ el objetivo pero que explorar lo de la derecha ser¨ªa buena idea) nos reporta experiencias, mejoras para el equipo y nuevas tramas. De momento, lo secundario que hemos probado nos ha encantado, con una misi¨®n especialmente que te deja con una cara de sorpresa importante. No podemos decir m¨¢s, lo sentimos.
S¨ª que podemos destacar que vemos mejoras en los puzles, con un uso m¨¢s inteligente y variado del hacha y de las espadas, sin abusar tanto de ¡°Atreus, ve ah¨ª¡±, que sigue estando presente, y oblig¨¢ndonos a pensar durante algunos segundos por donde ir y qu¨¦ hacer para solventar el rompecabezas que nos permita abrir esta puerta que tenemos en frente. Brincar de un lado a otro, romper alguna pared, congelar agua y encender antorchas¡ Los puzles que hemos probado en la Mina de la trama principal y en las zonas extras nos han convencido, aunque es cierto que Atreus tiene un mal vicio como Aloy en Horizon Forbidden West: decir m¨¢s de la cuenta, como si el juego tuviera miedo a que te atrapases m¨¢s de cinco minutos. ¡°No pasa nada si nos encallamos¡±, en serio (es lo que le dir¨ªamos a la consola si nos escuchase).
En general, los puzles nos parecen m¨¢s ingeniosos y menos evidentes que anta?o, y se agradece. No son excesivamente complejos pero nos invitan a probar varias herramientas en cada uno de ellos. Nuestra visita en Svartalfheim es tambi¨¦n un soplo de aire fresco a nivel art¨ªsitco y de emplazamiento, pudiendo desviarnos (t¨ªmidamente) para recolectar loot, muy en la l¨ªnea del primero. A nivel audiovisual, ya profundizaremos en ello, pero es un t¨ªtulo que brilla especialmente en modo rendimiento a 60 frames por segundo y que sigue manteniendo ese plano secuencia en el que las transiciones entre escenas y gameplay son simplemente perfectas.
God of War Ragnarok nos es familiar, porque usa su arranque para mostrar las principales mejoras respecto al juego que conocimos, para recordar su espectacular puesta en escena, tambi¨¦n donde lo dejamos y brindar los primeros momentos de ¨¦pica. Pero, adem¨¢s, tambi¨¦n parece indicar que no se va a conformar con ser solo un ¡°m¨¢s y mejor¡±. Aunque para eso ya nos veremos en el an¨¢lisis final.
- Acci¨®n
- Aventura
God of War Ragnarok es una aventura de acci¨®n a cargo de Sony Santa Monica y PlayStation Studios para PlayStation 4, PlayStation 5 y PC que sigue con las aventuras de Kratos tras su anterior entrega. Juntos, Kratos y Atreus se adentran en los nueve reinos en busca de respuestas mientras las fuerzas de Asgard se preparan para la guerra. A lo largo de su aventura, explorar¨¢n paisajes mitol¨®gicos incre¨ªbles, reunir¨¢n aliados de los nueve reinos y se enfrentar¨¢n a imponentes enemigos con aspecto de monstruos y dioses n¨®rdicos.