Genesis Noir: An¨¢lisis Pc. Preciosa aventura noir c¨®smica.

Si hay un medio, una forma de expresi¨®n y un arte dado a la experimentaci¨®n y la b¨²squeda de nuevas fronteras, ese es el videojuego. Por su versatilidad y m¨²ltiples posibilidades, ha estado en constante evoluci¨®n desde el momento mismo de su concepci¨®n. En los ¨²ltimos a?os, este proceso se ha visto enormemente potenciado con la eclosi¨®n definitiva y exponencial del desarrollo de videojuegos independiente. Liberados de las ataduras creativas y la necesidad de lanzar un producto lo m¨¢s comercial posible que cumpla con unas ventas que justifiquen presupuestos millonarios, yugo inevitable de las grandes compa?¨ªas del sector, han sido los peque?os estudios independientes quienes m¨¢s nos han sorprendido con las propuestas m¨¢s frescas, originales y atrevidas que hemos disfrutado en los ¨²ltimos tiempos. Vastos, casi infinitos son los terrenos del videojuego, y son los genios aquellos para los que esta extensi¨®n no es suficiente y derrumban fronteras para ofrecernos nuevas y rompedoras propuestas. Genesis Noir es el ¨²ltimo exponente de esta b¨²squeda de nuevos l¨ªmites, una propuesta tremendamente original que a la vez nos ha encandilado, pero que tambi¨¦n nos deja el regusto amargo de quedar muy lejos de ser todo lo redondo que podr¨ªa haber sido.

Esta rompedora aventura se nutre de la improvisaci¨®n y la experimentaci¨®n propias del jazz que impregna todos y cada uno de sus poros para ofrecernos un t¨ªtulo de corte fundamentalmente narrativo, sazonado de ligeros puzles e interacciones de apuntar y clicar. Aprovecha la coyuntura para narrar una curiosa historia de amor c¨®smica, que deriva en el mism¨ªsimo Big Bang y la consecuente creaci¨®n del universo en que nos ha tocado vivir. Una grandilocuente, enrevesada y algo pretenciosa met¨¢fora que resulta atractiva y bastante confusa a la vez. El tiempo se congelar¨¢ ante nosotros, y visitaremos varios momentos clave de la concepci¨®n y expansi¨®n del universo, mostr¨¢ndonos el t¨ªtulo varios conceptos cient¨ªficos realmente complejos a la par que interesantes.

Pero la que sin duda es la principal se?a de identidad de Genesis Noir, y que irremediablemente consigue atraer la atenci¨®n sobre ¨¦l, es su soberbio acabado visual. La puesta en escena en pantalla de este videojuego es arrebatadora, un torbellino de virtudes y originalidad que justifica por s¨ª solo el disfrutar de este t¨ªtulo. Por momentos una deliciosa pel¨ªcula de animaci¨®n, un c¨®mic animado que bebe del mejor cine negro para deleitarnos con un desfile de im¨¢genes de surrealismo m¨¢gico noir que es un placer para la vista y nos deja un viaje visual para el recuerdo. Es una l¨¢stima que ni a nivel jugable ni narrativo el t¨ªtulo est¨¦ a la altura de tan apabullante apartado visual, porque habr¨ªamos estado ante algo realmente grande. Nos queda al final un t¨ªtulo muy dif¨ªcil de clasificar, y sobre todo de evaluar, porque en funci¨®n de cada persona y su afinidad con lo que este ecl¨¦ctico videojuego ofrece, es una de esas propuestas que o amas u odias, y que dif¨ªcilmente deja indiferente. Disponible en Steam, Nintendo Switch y Xbox One, en Game Pass desde el d¨ªa de lanzamiento.

Una historia de amor y el Big Bang

La trama que sirve de trasfondo al surrealista viaje que estamos a punto de comenzar es una sorprendente met¨¢fora que de base nos ha encantado y sorprendido. Tenemos un tr¨ªo de personajes que forma un terrible tri¨¢ngulo amoroso. Nuestro protagonista ser¨¢ No Man, un vendedor ambulante de relojes, ataviado con gabardina y sombrero de fedora como en toda obra noir de bien que se precie. Este bebe los vientos por una voluptuosa y atractiva cantante de jazz que ha conocido en un bar, de nombre Miss Mass. El ¨²ltimo v¨¦rtice de nuestro tri¨¢ngulo amoroso lo forma el eg¨®latra y afamado artista de jazz de nombre Golden Boy. Hasta aqu¨ª, todo parece normal. Y es que pese a que en los primeros compases estos personajes parezcan personas corrientes y molientes, resulta que son una suerte de entidades c¨®smicas, seres interdimensionales. As¨ª pues, en un arrebato de celos, Golden Boy lanza un letal disparo al coraz¨®n de Miss Mass delante de nuestras narices, y dada la mencionada entidad de los personajes, una vez el mortal proyectil haga blanco, desencadenar¨¢ el Big Bang y la creaci¨®n de nuestro universo.

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Por fortuna, nuestro protagonista es el ritmo mismo, es tiempo y tiempo es de lo que dispone. Y no necesita m¨¢s. Veremos como la estela de la bala que apunta al coraz¨®n de nuestra amada se congela, dejando un rastro que va desde el arma homicida hasta escasos mil¨ªmetros de su blanco. En esa estela se nos mostrar¨¢ la historia del universo, desde su concepci¨®n hasta su posible fin. La misi¨®n de no Man ser¨¢ sumergirse en dicha estela viajando por el tiempo y el espacio en busca del modo de evitar que la bala acabe con la vida de nuestra amada, evitando al mismo tiempo el Big Bang y la creaci¨®n del universo, nimios da?os colaterales sin importancia cuando es el amor verdadero lo que est¨¢ en juego.

Al comienzo de cada uno de los cap¨ªtulos en que est¨¢ dividido el juego, se nos exponen complejos conceptos de astronom¨ªa y f¨ªsica, y el cap¨ªtulo orbita sobre estos conceptos y juega con ellos como base para la historia. La narrativa busca ser grandilocuente a la par que cercana y desenfadada a la vez, si es que esto es posible, pero termina siendo bastante confusa y enrevesada, y es dif¨ªcil conectar con ella por momentos. Ciertos problemas de ritmo, algunos derivados de la jugabilidad y otros de la narrativa en s¨ª hacen que esta se resienta, especialmente en el tramo final del juego. Es una l¨¢stima, porque los mimbres eran muy buenos, y s¨ª que por momentos alcanza cotas elevadas, pero se queda a medio gas. Resaltamos eso s¨ª, que por lo particular de la propuesta, depende mucho de cada uno c¨®mo lleguemos a empatizar con lo que se nos narra y la forma en que se hace, por lo que estamos seguros que habr¨¢ disparidad de opiniones al respecto.

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Point and click, puzles ligeros e interacciones contextuales.

Jugablemente, estamos ante un t¨ªtulo muy simple, que en cierta medida se asemeja a propuestas point and click como lo visto por ejemplo en los videojuegos de Amanita Design. No estamos, ni mucho menos, ante una aventura gr¨¢fica. El apartado jugable est¨¢ a la entera disposici¨®n de la narrativa del t¨ªtulo, y se limita al movimiento directo del personaje, meras interacciones eventuales y alg¨²n que otro puzle muy sencillo. Podemos optar por control con rat¨®n, teclado y rat¨®n o mando de control, y la verdad es que para ciertas situaciones que plantea el juego es mejor una u otra forma de control. Uno de los principales problemas del t¨ªtulo es que en varios momentos no est¨¢ nada claro cual es la forma en que se supone que tenemos que interactuar con ¨¦l, y esto hace mucho da?o al ya de por s¨ª irregular ritmo del juego. El t¨ªtulo pretende ser una experiencia y no desea entorpecer su propuesta ni ensuciar su narrativa con ning¨²n tipo de tutorial o indicaci¨®n, pero en determinados momentos de confusi¨®n que derivan en ofuscaci¨®n esto le pasa factura.

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La mayor¨ªa del tiempo tenemos control directo sobre el personaje, y un puntero con acciones de entorno como mirar o realizar alguna acci¨®n, aunque el interfaz de usuario, demasiado minimalista y poco funcional, provoca los problemas descritos en el p¨¢rrafo anterior. Tampoco encontraremos una gran variedad de situaciones, y en ciertas secciones la repetici¨®n de patrones y mec¨¢nicas vuelve a pasar factura al ritmo del juego. Los puzles, como ya se ha comentado, son muy sencillos, y por ejemplo versar¨¢n sobre reconstruir piezas de cer¨¢mica rotando y uniendo sus partes, tocar patrones de teclas y reproducir ondas ajustando los par¨¢metros de varios osciloscopios. Ni tienen especial chispa ni son muy complejos. Por desgracia, adem¨¢s de esos momentos donde no sabemos muy bien c¨®mo interactuar con el propio videojuego, nos hemos encontrado unos cuantos bugs al quedarse el personaje atascado en ciertos puntos del escenario, y no funcionar como deber¨ªan ciertas acciones contextuales, teniendo que salir del juego para remediarlo. El hecho de no poder grabar y tener que jugar cada cap¨ªtulo desde el principio agrava este problema.

La duraci¨®n de la aventura ronda las 4-5 horas, en funci¨®n de lo que nos paremos a disfrutar de sus espectaculares improntas y de alg¨²n que otro peque?o eventual atascamiento. Dada su propuesta, no es un t¨ªtulo rejugable en absoluto. A pesar de que pr¨¢cticamente no hay textos a lo largo del juego, estos cuentan con traducci¨®n al espa?ol, latino eso s¨ª. Desde el pasado 26 de marzo en que se lanz¨® el juego, se han colgado varios parches para tratar de pulir las asperezas en forma de bugs que presenta el t¨ªtulo, pero todav¨ªa no se han corregido todos los problemas que presenta.

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Surrealista explosi¨®n de belleza c¨®smica.

El apartado visual es el indiscutible protagonista y acaparador de atenci¨®n del t¨ªtulo. Con una est¨¦tica que bebe del c¨®mic moderno y del cine negro, la direcci¨®n art¨ªstica del juego es una soberana maravilla llena de belleza, encuadres imposibles y transiciones impactantes. Con un acabado casi por entero en blanco y negro, con peque?as concesiones al amarillo, Genesis Noir hace un despliegue visual rabiosamente fresco y original, animado de forma espectacular y lleno de belleza. Nos sorprende a cada instante por su presentaci¨®n, variedad de situaciones que plasma y t¨¦cnicas de representaci¨®n empleadas. Todo ello para ofrecernos un surrealista viaje por parajes y galaxias llenas de sorpresas. M¨¢s que ante un videojuego tradicional, estamos ante una suerte de ¡°experiencia¡±, y el soberbio apartado visual del t¨ªtulo ser¨¢ la principal raz¨®n de ser de dicha experiencia.

Como no pod¨ªa ser de otra forma en un juego con alma de jazz, es este estilo musical el protagonista del apartado sonoro del t¨ªtulo. Un apartado vibrante y lleno de fuerza, y que tambi¨¦n sabe dejar jueco a otro tipo de expresiones musicales. La m¨²sica ser¨¢ una constante a lo largo del viaje, e incluso tendr¨¢ protagonismo en determinadas secciones jugables. Estamos ante un videojuego maravilloso y espectacular en lo audiovisual, rabiosamente original y fresco en su presentaci¨®n, y que trata de ser igual de ecl¨¦ctico en su narrativa y jugabilidad con dispar resultado, no alcanzando en estos aspectos la genialidad de su puesta en escena.

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