Diablo 2: Resurrected
- PlataformaPS4PS5PC7XBOXBSNSW
- G¨¦neroAcci¨®n, RPG
- DesarrolladorBlizzard Entertainment
- Lanzamiento23/09/2021
- TextoEspa?ol
- EditorBlizzard Entertainment
Diablo II Resurected, an¨¢lisis. Al este, siempre al este
Un juego inmortal que sigue preservando los valores que lo convirtieron en un referente absoluto del g¨¦nero.
Hace m¨¢s de 20 a?os, cuando los monitores ten¨ªan formato 4:3 y la resoluci¨®n era de 640x480 p¨ªxeles, apareci¨® Diablo 2. Se convirti¨® en un cl¨¢sico instant¨¢neo. Su aterrizaje en los mundos del dungeon crawler y del ARPG produjo tal onda expansiva que sus efectos a¨²n se siguen notando en el g¨¦nero en los t¨ªtulos de hoy. Fue la siguiente obra maestra de una Blizzard North pre-Activision que parec¨ªa que no sab¨ªa hacer las cosas mal y que consolidaba, junto a Starcraft y Warcraft, su inmensa cuota de mercado en los jugadores de PC. Y a¨²n quedaba World of Warcraft por llegar. Diablo 2 no era un juego perfecto en el a?o 2000 pero s¨ª fue un t¨ªtulo ic¨®nico de nuestra industria y Diablo 2 Resurrected le rinde un buen homenaje como remaster. Pero en su voluntad de alterar lo m¨ªnimo posible la experiencia de juego original, se pierde una gran oportunidad de poner al d¨ªa unas decisiones de dise?o que ya eran cuestionables a?os atr¨¢s y que en 2021 hacen arquear m¨¢s de una ceja. Porque Resurrected no es una simple actualizaci¨®n gr¨¢fica, es un relanzamiento en toda regla que por ende debe medirse con sus contempor¨¢neos en el mercado de hoy, ya sean de pago como el propio Diablo 3 o gratuitos como Path of Exile.
Un remaster como Diablo manda
Hay dos vertientes, dos puntos de vista que uno debe tener en cuenta previamente a encarar D2R. Ambos v¨¢lidos y que pueden llegar a excluirse mutuamente sin necesidad de confrontaci¨®n; el primero es valorar el juego como remasterizaci¨®n de manera estricta y ah¨ª no hay discusi¨®n alguna: estamos ante una brillante actualizaci¨®n gr¨¢fica que en muchos momentos averg¨¹enza al propio Diablo 3. Tanto en arte como en estilo, Diablo 2 parece mucho m¨¢s Diablo que su ¡°hermano mayor¡±. Es oscuro, tenebroso. Est¨¢ repleto de detalles que le dan esa personalidad tan caracter¨ªstica, m¨¢s l¨²gubre y menos alegre que su predecesor. Y jugado en PC a 2K de resoluci¨®n el t¨ªtulo brilla mostrando esos fondos, los dibujos de esos interiores, esa multitud de detalles en las catacumbas, esos cambios de iluminaci¨®n al lanzar los rayos, ese crepitar del fuego. Y los que pensaban que con una perspectiva isom¨¦trica el paso a los 16:9 o 16:10 le iba a sentar regular se equivocaron. No estamos ante un simple lavado de cara como el que los usuarios de consola suelen ver en los saltos generacionales; han pasado dos d¨¦cadas y el trabajo aqu¨ª es respetuosamente magistral.
D2R sigue teniendo intactos esos pilares que lo hicieron uno de los grandes. La historia que cuenta es interesante, sus cinem¨¢ticas (rehechas para la ocasi¨®n) siguen siendo impresionantes, su elenco de 7 protagonistas propone distintas formas de afrontar el juego dependiendo de la clase escogida y sigue poseyendo ese factor m¨¢gico que engancha al jugador incluso despu¨¦s de haber terminado la campa?a en sus tres modos de dificultad. Es todo un detalle que la versi¨®n escogida para este remaster sea el parche post-runas y post ?ber-Diablo, que cambi¨® totalmente el juego y que hizo que aquellos que ya por entonces jug¨¢bamos al min-maxing tuvi¨¦ramos nuevos objetivos que perseguir. Porque no exist¨ªa el concepto de endgame en aquel entonces y b¨¢sicamente y en esencia nos esforz¨¢bamos en perseguir objetos que nos permitieran hacer lo mismo que ya est¨¢bamos haciendo¡ pero un poco m¨¢s r¨¢pido. Diablo 2 fue el apex predator de los limpia-mazmorras e incluso a d¨ªa de hoy le es dif¨ªcil sacudirse esa esencia de grandeza que transpira por sus p¨ªxeles.
El mundo ha cambiado los ¨²ltimos 20 a?os
Pero dos d¨¦cadas son muchas para casi todo y en el mundo de los videojuegos ese lapso de tiempo es abismal. Blizzard ha tenido a bien actualizar algunas cosas a los mundos actuales como la accesibilidad para dalt¨®nicos o posibilitar el control con mando, algo que casi parece una herej¨ªa en un juego que en sus inicios fue concebido por y para el PC. Pero lo cierto es que gracias al mando se tiene acceso a una barra de habilidades mucho m¨¢s ¨¢gil y moderna para lanzar hechizos, por ejemplo, mientras que en PC uno est¨¢ limitado a click izquierdo y derecho: un sistema mucho m¨¢s inc¨®modo de accesos directos que afortunadamente la industria ha sabido superar y mejorar en otras iteraciones al g¨¦nero.
Y es que, en nuestra humilde opini¨®n, conservar el esp¨ªritu de anta?o no es incompatible con a?adir ciertas mejoras de calidad de vida que en poco o nada cambian la esencia del juego pero lo adecuan a los tiempos modernos. Por ejemplo, uno de los sistemas m¨¢s inc¨®modos y anticuados es la gesti¨®n del inventario de Diablo 2 Resurrected. A menudo tenemos la sensaci¨®n de que la mitad del juego la pasamos peleando contra monstruos y la otra mitad cuadrando los espacios libres de lo que podemos llevar, moviendo piezas aqu¨ª y all¨ª para poder coger ese casco que ha ca¨ªdo en el suelo y que aunque t¨¦cnicamente tenemos espacio para llevarlo hay que hacerle hueco de forma manual. Que se organizara autom¨¢ticamente ser¨ªa una mejora enorme para todos y que permitir¨ªa que la gente pasara m¨¢s tiempo jugando; que las pociones pudieran amontonarse y no ocupar cada una un hueco ser¨ªa ya una locura.
Las de arriba son funcionalidades que hoy consideramos ¡°est¨¢ndar¡± en un t¨ªtulo de este tipo y que uno puede argumentar que Diablo 2 es simplemente una actualizaci¨®n del juego de anta?o. S¨ª, lo es, pero a 40 euros. Creemos que un juego que cuesta 40 euros de los de hoy estamos en posici¨®n de pedirle funcionalidades de un juego de los de hoy. Que para mejorar nuestro equipo tengamos que pelear muchas veces contra el mismo boss es algo que podemos aceptar; que al matar pueda soltar piezas de equipo que no sirven para nuestro personaje actual, nos parece hasta bien. Que para recoger esas piezas haya que pelear con el resto de los integrantes del grupo para ver qui¨¦n hace click m¨¢s r¨¢pido en el ¨ªtem y que el que est¨¦ m¨¢s cerca se lo quede es un vestigio de una ¨¦poca que ya qued¨® atr¨¢s y que apenas nadie echa de menos. En Diablo 3 y tras las quejas de una parte de los usuarios, Blizzard sucumbi¨® al efecto contrario: lote personalizado, privado y mucho m¨¢s abundante para cada jugador. Lluvia de objetos legendarios. Aqu¨ª se ha vuelto a los or¨ªgenes y creemos que un t¨¦rmino medio hubiera sido de agradecer: lote ¨²nico poco abundante y general en cuanto a su tipolog¨ªa pero privado, para que las peleas fueran exclusivamente contra los agentes del mal y no entre los jugadores. Dado que la mayor parte de las partidas de alto nivel consisten en repetir docenas (cientos) de veces el combate contra el mismo boss, esta es una circunstancia agravante para los que tratan de optimizar su personaje. Y evidentemente algo que alguien que juegue solo o exclusivamente con amigos puede pasar por alto.
Desde que saliera el pasado 23 de septiembre, hemos pasado alrededor de 50 horas en los mundos de Diablo. En su primer modo de dificultad es perfectamente posible terminarlo solo y sin ning¨²n tipo de especializaci¨®n. Aunque algunos jefes presentan picos de dificultad interesantes por la propia aleatoriedad de sus habilidades o de las mazmorras en las que se encuentran, el jugador puede experimentar con su clase escogida y asignar puntos casi aleatoriamente entre fuerza, destreza, vitalidad y energ¨ªa y las tres ramas de su ¨¢rbol de habilidades. Aunque el 80% de los personajes ahora mismo en el juego son hechiceras, no hay problema para llevar un druida o un b¨¢rbaro hasta Mephisto, Diablo y Baal y hacerles morder el polvo con cualquier pieza de equipo que nos hayamos encontrado por el camino y de paso disfrutar de sus localizaciones y del sinf¨ªn de monstruos all¨ª puestos para que los podamos descuartizar a placer. Una vez terminado el quinto acto del modo normal, sin embargo, empieza la fiesta de verdad.
Los dos siguientes modos de dificultad son extremadamente abusivos con el jugador e incluso imposibles en algunos momentos; el juego aumenta el reto subiendo el nivel de los enemigos y disminuyendo las resistencias elementales de nuestro h¨¦roe (-40% en pesadilla, -100% en infierno), oblig¨¢ndonos a especializar al personaje en un ¨¢rbol concreto para tener unas m¨ªnimas posibilidades de ¨¦xito. Una hechicera, por tanto, se especializar¨¢ en da?o por fuego, rayo o normalmente fr¨ªo. Pero entonces vienen los monstruos con inmunidad a un elemento o a dos elementos y sabemos perfectamente que de ah¨ª no podremos avanzar. Nuestro compa?ero y amigo Albert Gil, tambi¨¦n con muchas horas de Diablo a sus espaldas, nos relataba el momento en el que se encontr¨® con su asesina especializada en rayos en el cubil de los gusanos (una mazmorra de misi¨®n ineludible, que nunca fue pensada para el multijugador porque no caben dos personajes a la vez en sus t¨²neles) ante un monstruo inmune al rayo. Esa situaci¨®n es insalvable y la ¨²nica opci¨®n es reclutar a alguien para que nos ayude o recargar la partida con la esperanza de que ese monstruo no vuelva a surgir cuando el mapa se genere de nuevo de forma aleatoria.
Es curioso que un juego que puede jugarse offline, y por tanto sin la posibilidad de jugar con otros, ponga estas barreras que casi imposibiliten jugar solo. Te fuerza a especializarte y a la vez te castiga por ello. Acceder a ayuda a trav¨¦s de internet, en la dificultad m¨¢s alta, tambi¨¦n puede ser una quimera porque el lobby para encontrar partidas est¨¢ ocupado en un 95% con gente buscando y ofreciendo cosas. No le costaba nada a Blizzard a?adir un canal exclusivo para intercambios de objetos en lugar de dejar casi inservible esta funcionalidad. Son algunos de esos detalles que dan esa sensaci¨®n de pereza, de dejadez, de que el presupuesto se ha empleado en hacerlo bonito pero no en encontrar soluciones que supongan una diferencia real y tangible tanto para los fans de anta?o como para todos aquellos que lleguen hoy.
Por ¨²ltimo, uno no puede dejar de tener la sensaci¨®n de que el juego se maneja de manera un poco r¨ªgida. Tal vez sea la herencia del movimiento en 8 direcciones pero se nota falta de fluidez, especialmente al correr. Superados los bugs gr¨¢ficos de los primeros d¨ªas - aunque con varios cierres inesperados incluso tras los primeros parches - da la sensaci¨®n de que el t¨ªtulo necesita optimizaci¨®n. Tanto a nivel de servidores como de frames por segundo, Diablo 2 Resurrected es bastante inconsistente, aunque el cambio desde la beta de hace pocas semanas ha sido abismal.
El peligro de la nostalgia
En esta segunda aventura en el mundo de Diablo 2 tras literalmente miles de horas en el original y su expansi¨®n, Lord of Destruction, conseguimos incluso reunir a los mismos jugadores con los que tantas experiencias compartimos en LAN y a trav¨¦s de Battle.net, pero esta vez a trav¨¦s de un chat de Discord. La opini¨®n un¨¢nime fue que est¨¢bamos ante un gran juego, un gran remaster, pero que obviaba ciertos conceptos de los t¨ªtulos de hoy d¨ªa manteniendo mec¨¢nicas hoy ya obsoletas y que se mantienen vigentes en exclusiva por el factor nostalgia. Y la nostalgia es una muy mala consejera a la hora de valorar hechos pasados, porque tiende a enfatizar lo bueno y suavizar los bordes de lo malo.
Es la nostalgia la que te hace cometer errores de juicio como recaer con tu ex, la que te hace volver a llevar esos pantalones que no te quedaban bien o la que te hace decir cu?adadas como que antes de internet se viv¨ªa mejor. Y de ese factor nost¨¢lgico podemos vivir los que en su momento disfrutamos ya a tope del juego como adolescentes o adultos, pero no los que son adolescentes y adultos hoy y nunca antes jugaron Diablo 2. Para todos aquellos que toquen el juego por primera vez, se les puede hacer muy cuesta arriba.
Conclusi¨®n
Como apunt¨¢bamos al principio, el t¨ªtulo de Blizzard presenta una vertiente dual; juzgado exclusivamente como remaster, a nivel visual se ha hecho un trabajo estupendo que conserva de manera fidedigna el feeling del original al tiempo que le da un acabado moderno. Si lo que uno anda buscando es el mismo Diablo 2 con gr¨¢ficos mejorados, nuevas cinem¨¢ticas y sonido puesto al d¨ªa, Resurrected es una oportunidad que no hay que dejar escapar. Sin embargo, dejando atr¨¢s el legado de hace dos d¨¦cadas, si alguien pretende encontrar aqu¨ª las virtudes de un t¨ªtulo editado hoy, posiblemente hallar¨¢ mayor satisfacci¨®n en otras apuestas de otras editoras, tanto gratuitas como de pago. O tal vez incluso en el propio Diablo 3. En cualquier caso siempre es una buena oportunidad poder echarle un vistazo a un t¨ªtulo que siempre formar¨¢ parte de la historia del videojuego.
Lo mejor
- Su actualizado aspecto gr¨¢fico
- La ambientaci¨®n inigualable
- Distintos personajes ofrecen distintas formas de juego
Lo peor
- Algunas mec¨¢nicas muy desfasadas
- El lobby multijugador
- Algunos desequilibrios en el n¨²cleo del juego
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.