Dead In Vinland
Dead in Vinland, An¨¢lisis: Estrategia Vikinga
Exiliados de su tierra natal, una familia vikinga encalla su nav¨ªo en tierras desconocidas. Juntos deber¨¢n sobrevivir a los peligros que acechan en cada rinc¨®n de la isla.
Sobrevivir es la t¨®nica de todos los estudios independientes. Aquellos que eligen este camino toman riesgos severos en su d¨ªa a d¨ªa para poder llevar a cabo sus sue?os. Algunos tienen la fortuna de vivir la parte alegre al final del camino, como es el caso de los creadores de Cuphead, mientras que otros se ven absorbidos por un agujero econ¨®mico. A tenor de lo visto en los ¨²ltimos a?os, parece que estas sensaciones de asfixia tambi¨¦n se han querido trasladar a la estructura de juego. Cada vez m¨¢s y m¨¢s t¨ªtulos de supervivencia se amontonan en las bibliotecas infinitas de Steam.
Es el caso que nos ocupa a continuaci¨®n: Dead in Vinland. Los franceses de CCCP se enfrentan a la secuela de ¡®Bermuda¡¯, que en esta ocasi¨®n nos llevar¨¢ a surcar los mares n¨®rdicos junto a una familia vikinga. Todos los aspectos ya vistos en su antecesor se trasladan con mejor tacto en Vinland, quedando intactas sus dos grandes bazas: la mezcla de elementos RPG con supervivencia y el toque aleatorio que tan de moda puso Darkest Dungeon. Levamos anclas para buscar un futuro mejor en el horizonte.
Una nueva vida
Tras encallar en una remota isla, el cuarteto familiar deber¨¢ iniciar (forzosamente) una nueva vida alejada de las comodidades de su colonia natal. En nuestra mano estar¨¢ guiarles en la senda correcta durante el paso de los d¨ªas. Dead in Vinland es una mezcla de facetas primigenias dentro de g¨¦neros concretos. Al contrario de lo que podr¨ªamos suponer, existe un gran arraigo narrativo que aflora desde el primer minuto del juego. Durante las conversaciones, podremos elegir qu¨¦ responder de entre una serie de opciones; dependiendo de la elecci¨®n, repercutir¨¢ de una forma u otra en la relaci¨®n entre ambos o en la moral del contrario entre una serie de elementos.
Porque las palabras son un arma de doble filo, y muchas veces impactar¨¢n negativamente sin nosotros quererlo. Es por ello que debemos cuidar qu¨¦ decimos como si fuese un turno m¨¢s de un combate extenuante. No solo para mantener la psicolog¨ªa del grupo en buen nivel, sino para evitar enfrentamientos indeseados contra la poblaci¨®n aut¨®ctona. La mayor¨ªa de los habitantes del lugar no ser¨¢n amigables con nosotros. A veces, tambi¨¦n surgir¨¢n tribus de guerra que intentar¨¢n chantajearnos mediante el pago de un tributo. En nuestra mano estar¨¢ plantarles cara o arrodillarnos ante ellos.
Los d¨ªas se dividir¨¢n en tres fases: ma?ana, tarde y noche. Durante los primeros coletazos del d¨ªa, podremos colocar a cada uno de los personajes para que realice alguna tarea determinada. No todos servir¨¢n para ciertos tipos de labores. Kari, la peque?a de la casa, se le dar¨¢ especialmente bien explorar nuevas zonas del mapa, mientras que errar¨¢ en la fabricaci¨®n de productos artesanos. Dependiendo de qu¨¦ hagan, les tomar¨¢n un determinado espacio de tiempo, pudiendo extenderse a trav¨¦s de las fases de acci¨®n. Como es normal, realizar trabajos llevar¨¢ a que aumente el cansancio, as¨ª como el consumo de pertrechos si consiste en el tratamiento de productos o exploraci¨®n.
La noche es la meta a la que siempre querremos llegar. En ella, se ponen puntos en com¨²n sobre lo que ha ocurrido en el d¨ªa, la historia progresa y se da lugar al raciocinio de los pertrechos. Seg¨²n la comida y bebida que tengamos y repartamos, los personajes enfrentar¨¢n mejor el d¨ªa; en cambio, si no conseguimos cumplir un m¨ªnimo, entrar¨¢n en estados negativos que pueden llevar a la muerte. Si uno solo muere, llegaremos al game over, por lo que tendremos que tener sumo cuidado.
El principal problema de Dead in Vinland radica en el desequilibrio de su dificultad. En algunos juegos como los mencionados con anterioridad, la aleatoriedad juega un papel fundamental en el desarrollo de la aventura. Sin embargo, no todo queda alejado de tu mano y hay ciertas maneras de cambiar las tornas a tu favor. Aqu¨ª ocurre todo lo contrario. Da la sensaci¨®n de que hay que seguir a rajatabla una serie de acciones desde bien principio para que el futuro no se nos vaya de las manos. Poco queda a la improvisaci¨®n y muy poco margen para el error; se castiga muy duramente cualquier tropiezo por peque?o que sea, lo que desencadena un efecto bola de nieve que casi siempre termina con nosotros en la lona.
Algo similar ocurre con el combate, aunque a este lado falta calidad para elevar los duelos a una posici¨®n interesante a los mandos. Una vez entablada la rivalidad, entraremos en un tablero con dos lados: el rival y el tuyo. Dependiendo de la habilidad (ataque) que realicemos, avanzaremos o retrocederemos en la casilla. No todas las acciones pueden realizarse en cualquier lado. Las que utilizan armas a distancia, tender¨¢n a requerir cierto margen de casillas para poder completar el ataque.
Su problema se centra, sobre todo, en la falta de profundidad con la que cuenta. El combate excede la simplificaci¨®n com¨²n, pisa terrenos que llegan a provocar desinter¨¦s; escenas tediosas que se sentir¨¢n como un tr¨¢mite m¨¢s que como una mec¨¢nica principal. Lo cual es decepcionante viendo el peso que se le ha querido dar.
Pese a sus cosas no tan buenas, es de recibo reconocer que el conjunto consigue enganchar durante unas buenas horas. Si se consigue superar la barrera que nos encontramos durante el t¨¦rmino apresurado de las primeras partidas, podremos estar en el ojo de su hurac¨¢n un buen pu?ado de horas. Su faceta 2D ilustrado a mano ayuda a aliviar las sensaciones.
Conclusi¨®n
Dead in Vinland es una alternativa correcta para todos aquellos que buscan una experiencia centrada en la supervivencia de un grupo ante mec¨¢nicas cercanas al RNG. Su principal problema est¨¢ focalizado en un punto muy concreto y del que muchos juegos de este estilo pecan: su descompensada dificultad. Da la sensaci¨®n de que cada paso ha de ser milim¨¦trico si queremos llegar a buen puerto. Esto nos deja muy poco margen a la improvisaci¨®n o a la adaptaci¨®n ante ciertos elementos que surgen a lo largo de la aventura. Tampoco encontramos que se hayan tocado las teclas correctas en la elaboraci¨®n de su combate. Al alzar las armas contra los adversarios, entraremos en una especie de tablero separado por el lado del enemigo y el nuestro. Todo gira alrededor de las habilidades, que har¨¢n las veces de acciones y que de su realizaci¨®n depender¨¢ de la casilla donde estemos tanto el personaje seleccionado como el contrario al que le infligiremos da?o. Es f¨¢cil terminar enganchados a su propuesta, pero todo depender¨¢ de c¨®mo somaticemos los (por seguro) fracasos que sufriremos durante las primeras partidas. No hablamos de que sea dif¨ªcil per se, que si fuese eso no ser¨ªa ning¨²n inconveniente, pero muchas veces se torna injusto para el jugador. Pese a todo, algunos destellos a la hora de gestionar al grupo hacen que no sepa totalmente amargo nuestro paso.
Lo mejor
- Engancha si sobrepasamos nuestros primeros fallos.
- La gesti¨®n del grupo, muy detallada.
- Bonito estilo 2D.
Lo peor
- Dificultad desajustada; se vuelve injusto en algunos momentos.
- El combate peca de excesiva simplicidad.
- Poco margen a la improvisaci¨®n.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.