An¨¢lisis de Crossfire: Sierra Squad, c¨®ctel de Time Crisis y Call of Duty en VR

Crossfire, la franquicia de acci¨®n militar en primera persona de los coreanos Smilegate Entertainment, lleva m¨¢s de 15 a?os arrasando en Asia con millones de jugadores formando escuadrones para adentrarse en sus colosales tiroteos y variados modos multijugador. Una marca especialmente construida alrededor del ecosistema PC que finalmente da el salto a consolas de la mano de la VR de PS5 con Crossfire: Sierra Squad. Y es precisamente gracias a la realidad virtual que por fin podemos sumergirnos en tan atractivo universo armament¨ªstico de la mano de PS VR 2 junto a los diferentes dispositivos de VR en PC a trav¨¦s de Steam, tales como Oculus o HTC Vive. A continuaci¨®n analizamos esta novedosa experiencia militar a medio camino entre el realismo y la experiencia m¨¢s arcade.

Siente los disparos en tus propias manos

Sobre el papel, Crossfire: Sierra Squad se antoja como la experiencia VR militar definitiva; desde luego, motivos no le faltan. Modo campa?a con m¨¢s de 60 misiones a trav¨¦s de una historia por cap¨ªtulos que nos mete de lleno en un conflicto internacional, casi 40 tipos de armas reales con un nivel de detalle enfermizo, la posibilidad de jugar en modo cooperativo junto a otros tres jugadores, 17 tipos de enemigos incluyendo tanques o helic¨®pteros junto a diferentes clases de soldado... Podr¨ªamos seguir unas cuantas l¨ªneas m¨¢s nombrando las bondades de lo nuevo de Smilegate especialmente dise?ado para la realidad virtual. Pero lo mejor es jugarlo, sumergirse completamente en sus entornos para dar rienda suelta al gatillo y vivir de primera mano c¨®mo nos podr¨ªamos sentir en un campo de batalla virtual, salvando las distancias con la cruda realidad, claro est¨¢.

Antes, no obstante, deteng¨¢monos en su contexto argumental; porque s¨ª, lo tiene. Tanto es as¨ª, que en Crossfire: Sierra Squad lideramos un equipo paramilitar de ¨¦lite como parte de la organizaci¨®n Global Risk, donde nos vemos inmersos en un enfrentamiento directo contra la organizaci¨®n enemiga Black List y su ej¨¦rcito privado de mercenarios. En mitad de toda esta contienda, tendremos que averiguar por qu¨¦ nos han elegido para liderar a la unidad especial m¨¢s temida en un complot que va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que jam¨¢s hubi¨¦ramos imaginado. En este sentido, Crossfire: Sierra Squad ofrece m¨¢s de lo que se espera en un shooter con aires arcade tan marcados, lo que es de agradecer. Y es que al inicio de cada misi¨®n se nos ir¨¢n narrando la historia en perfecto castellano, ofreci¨¦ndonos un briefing de cada misi¨®n y un contexto argumental que, eso s¨ª, solo cumple con lo que se espera de ¨¦l, sin virguer¨ªas.

Pero pasemos al meollo de la cuesti¨®n: el realismo de los tiroteos. Ya desde su men¨² principal, Crossfire: Sierra Squad deja claras sus intenciones. Y es que directamente se nos coloca en un campo de tiro de una base militar con todo el arsenal a nuestro alcance, desde pistolas a fusiles, pasando por subfusiles, escopetas, rifles francotirador, granadas, lanzamisiles, gatlings, morteros... La variedad es asombrosa. Y m¨¢s asombrosa es a¨²n la forma en que manipulamos todas estas armas. Con unos simples comandos de los mandos de control de PS VR 2 podremos agarrar las armas con soltura, a una o dos manos, recargar, apuntar desde la cadera o a trav¨¦s de la mirilla tan solo acercando nuestras manos al visor... Y si bien el juego nos ofrece algunas opciones como la recarga autom¨¢tica, recomendamos encarecidamente la manipulaci¨®n manual completa; incluso tendremos que amartillar el arma con cada nueva recarga, sumergiendo a jugador en una experiencia decididamente realista. Tambi¨¦n contamos con granadas en un antebrazo, mientras que en el otro disponemos de un inyector de salud para recuperarnos en los momentos m¨¢s comprometidos.

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Ya en el campo de batalla podemos movernos con total libertad en escenarios m¨¢s o menos lineales, aunque la mayor¨ªa de ellos se limitan a un recorrido recto a trav¨¦s de callejones, cuevas, instalaciones militares o el desierto, entre otras localizaciones t¨ªpicas, hasta llegar al encontronazo final, ya sea contra intensas oleadas de soldados o enemigos m¨¢s poderosos; recordemos que la aventura est¨¢ ambientada en una localizaci¨®n ficticia de Oriente Pr¨®ximo. Aunque la forma de apuntar y los tiroteos contra enemigos se llevan la palma: es todo lo que podemos esperar de una experiencia militar de realidad virtual. Solo en ciertos momentos podemos sufrir alg¨²n que otro contratiempo a nivel de precisi¨®n a la hora de recargar o al apuntar, especialmente cuando nos vemos ampliamente superados en n¨²mero y sufrimos para no perecer y volver al ¨²ltimo punto de control.

Inmersi¨®n militar total

Los gatillos adaptativos hacen el resto, as¨ª como la vibraci¨®n h¨¢ptica; incluso con los rifles francotirador podemos pulsarlo levemente para contener la respiraci¨®n mientras apuntamos con la mirilla para ralentizar el tiempo y ganar en precisi¨®n. Y es que serpentear por las calles de un pueblo abandonado mientras giramos esquinas con el fusil de asalto inclinado buscando cobertura es una aut¨¦ntica pasada. Es m¨¢s; podemos agacharnos en tiempo real para parapetarnos tras un elemento del escenario y apuntar desde la cobertura como su estuvi¨¦ramos all¨ª, siempre y cuando contemos con el suficiente espacio en casa si no queremos tener alg¨²n que otro accidente dom¨¦stico; ojo con esto. Y la adrenalina se dispara cuando debemos enfrentarnos a enemigos acorazados, tanques o helic¨®pteros de combate; un aut¨¦ntico disparate que nos dejar¨¢ extasiados al final de casa sesi¨®n de juego.

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Aunque m¨¢s all¨¢ de su propuesta a nivel de jugabilidad -el verdadero reclamo de Crossfire: Sierra Squad- no podemos pasar por alto otros elementos que quiz¨¢s no est¨¢n tan cuidados. Empezando por su puesta en escena; y es que si bien el t¨ªtulo hace gala de un acabado bastante result¨®n, no podemos dejar de criticar unos escenarios algo parcos a nivel de detalle y modelados, sin apenas f¨ªsicas de destrucci¨®n. Las armas lucen casi fotorrealistas en nuestras manos, s¨ª, pero otros elementos a nuestro alrededor como muros, veh¨ªculos o parajes naturales lucen mucho m¨¢s planos, con texturas bastante planas. Es el precio a pagar por disfrutar de la inmersi¨®n en la realidad virtual actual. Menci¨®n especial para la banda sonora rockera que ameniza los tiroteos y unos efectos de sonido contundentes y realistas.

La IA, por su parte, no hace gala de una gran complejidad, con enemigos que parecen seguir un ¨²nico patr¨®n sin margen de reacci¨®n; muy a menudo da la sensaci¨®n de estar en un juego de tiro al pato, o al mercenario, como si de un Time Crisis de anta?o se tratara. A nivel de modos de juego tenemos la ya comentada campa?a -con la posibilidad de repetir misiones con varios niveles de dificultad y mejorar as¨ª nuestra puntuaci¨®n-, un modo horda y el modo cooperativo online para hasta cuatro jugadores, seguramente, el m¨¢s atractivo del conjunto. Adem¨¢s, podemos comprar armas y toda clase de accesorios para hacernos nuestra propia build; todo un caramelo para los que gusten de manipular armas, siempre virtuales.

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