AO Tennis 2
- PlataformaPS45.5NSWXBO5.5PC5.5
- G¨¦neroDeportes
- DesarrolladorBig Ant Studios
- Lanzamiento09/01/2020
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorBigben Interactive
Punto de break
AO Tennis 2, an¨¢lisis
An¨¢lisis del nuevo juego de tenis para PC, PS4, Xbox One y Switch.
Hubo una ¨¦poca en la que los juegos deportivos eran un g¨¦nero en boga. Hubo t¨ªtulos que abarcaban todas las disciplinas, con pocas excepciones. Nunca nos olvidamos del f¨²tbol, el baloncesto, el golf o el f¨²tbol americano (en especial para nuestros lectores de m¨¢s all¨¢ del charco), pero tambi¨¦n hubo esgrima, judo, surf, dardos, bolos, ping pong. Y tenis. Hubo bastantes y muy buenos juegos de tenis, desde Top Spin a los archiconocidos Virtua Tennis. Y en 2018, despu¨¦s de una temporada de escasez electr¨®nica en el mundo de la raqueta, tuvimos dos decepcionantes entregas separadas por escasas semanas entre s¨ª. Apenas 18 meses despu¨¦s y de la mano de Big Ben llega la segunda parte de una de ellas que, aunque mejorando, sigue estando por debajo de los est¨¢ndares de calidad deseables. AO Tennis 2 ya est¨¢ entre nosotros siendo un claro upgrade a la versi¨®n de hace 2 a?os pero con todav¨ªa mucho tenis que mejorar.
De todas las cosas que conforman las sensaciones de un partido de tenis, hay algo que AOT2 hace particularmente bien: el concepto del timing para golpear la bola. Es la mec¨¢nica m¨¢s singular del juego y el n¨²cleo sobre lo que gira todo lo dem¨¢s. Si conseguimos pegarle a la bola en el momento apropiado, conseguiremos la potencia y la direcci¨®n adecuadas y si pegamos con demasiada anticipaci¨®n o demasiado tarde los resultados estar¨¢n fuera de nuestro control. Dependiendo de la dificultad que hayamos establecido incluso puede ser que la pelota acabe en la red o fuera, certificando que el fallo - que es algo muy habitual en este deporte pero muy raramente representado en los videojuegos del mismo - es un factor que se tiene que tener en cuenta y con el que tenemos que convivir.
Buenas ideas, malos fundamentos
Habituarse al sistema es relativamente sencillo en teor¨ªa (un indicador aparece al lado de nuestro personaje y deberemos apretar los botones hasta que llegue arriba sin pasarse) pero en mitad de los puntos mientras intentamos pensar qu¨¦ hacer o reaccionamos a los golpes de nuestro rival, cuesta un poco m¨¢s. Pegar buenos golpes tiene efectos positivos en nuestro rendimiento durante los partidos, ya que llegar tarde y pegar reduce la capacidad aer¨®bica de nuestro personaje y nos cansa m¨¢s. Como concepto, este mecanismo que incorpora el juego nos parece muy acertado: es visual, es f¨¢cil de entender, esconde maestr¨ªa para mejorar y es coherente con lo que es este deporte en s¨ª. Su implementaci¨®n dentro del juego, cuando depende de otros factores accesorios pero igual de importantes, es ya otra cosa.
Y es que el problema principal de AOT2 es que, como ya pasaba con su predecesor, el juego no acaba de manejarse bien. El control de los personajes, la forma en la que trasladamos lo que queremos hacer a lo que nuestro jugador acaba haciendo en pantalla, es muchas veces aparatosa, a menudo torpe y, en algunos casos, se ajusta muy poco a lo considerado realista. Esto en principio no es un problema, siempre y cuando el objetivo del juego fuera m¨¢s arcade y menos simulaci¨®n, pero no es el caso. La fluidez en el movimiento es algo importante para dar sensaci¨®n de realismo en cualquier juego deportivo pero en aquellos t¨ªtulos donde existe un ¨²nico protagonista en pantalla (tenis, boxeo, etc.) es capital; y vemos muy a menudo grandes saltos entre transiciones, un terrible efecto im¨¢n hacia la bola que a veces bloquea por completo a nuestro tenista y una selecci¨®n de golpes cuestionable debido a ello.
Esto no ocurre todas las veces, quede claro. Si nos limitamos a mover el jugador de izquierda a derecha, generalmente tenemos una buena sensaci¨®n a los mandos. Incluso al movernos al contrapi¨¦, girando bruscamente de direcci¨®n para alcanzar la bola, observamos el peso que tiene el jugador al moverse. Pero cuando tenemos que sacarnos una bola de encima o especialmente en los desplazamientos verticales, AOT2 sufre de lo lindo. La gesti¨®n de esto ¨²ltimo junto con cualquier cosa que tenga que ver con golpes de aproximaci¨®n o carreras a la red es de lo peor que tiene el juego y una de las grandes asignaturas pendientes a mejorar en futuras entregas de la saga.
Los puntos en tenis se ganan con una combinaci¨®n de 5 factores: potencia, direcci¨®n, altura, efecto y profundidad. En un partido real, tambi¨¦n a alto nivel, es muy frecuente ver como los jugadores mezclan los golpes para conseguir provocar el fallo del rival u obtener una bola que sea m¨¢s f¨¢cilmente atacable. As¨ª es como se juega al tenis moderno (desde Agassi, m¨¢s o menos) y a excepci¨®n de los jugadores de servicio y volea, con una representaci¨®n residual tanto en el circuito como en el tenis amateur, as¨ª es como deber¨ªa representar el deporte un juego que quiera replicar las sensaciones de un modo m¨¢s o menos realista. AOT2 pone todo el ¨¦nfasis en el timing, que no es incorrecto hacerlo, pero olvidando que el deporte es mucho m¨¢s profundo que eso. Da igual si uno tiene mil opciones disponibles: en nuestro caso nos concentramos en mejorar un ¨²nico golpe (servicio plano, derecha plana y rev¨¦s plano) manteniendo el resto de estad¨ªsticas a cero y eso nos bast¨® para ganar partido tras partido.
Repleto de opciones
A lo largo de nuestro camino para convertirnos en n¨²mero 1 del mundo y conseguir ganar todos los grand slam tanto en individuales como en dobles pudimos trastear bastante con el modo carrera; este modo es la experiencia principal para un solo jugador e incorpora en un mismo lugar tanto la disputa de los partidos propiamente dichos como la gesti¨®n del calendario, los patrocinadores, los entrenamientos y buena parte de la parafernalia que rodea el mundillo. Podemos configurar un o una tenista a nuestro antojo y hacerlo disputar tanto en el circuito masculino o femenino, otorg¨¢ndole su propio estilo y asignando puntos de habilidad para mejorar inicialmente sus golpes.
Empezaremos muy abajo en el r¨¢nking y apenas podremos participar en torneos de corte Future o challenger, reservando los ATP 250, 500, 1000 y GS para cuando estemos m¨¢s experimentados; hay que decir que tras una actualizaci¨®n del juego se suavizaron bastante los niveles de dificultad, porque al principio costaba una barbaridad ganar partidos incluso en normal y se agradece. A medida que ganamos dinero podemos mejorar las estad¨ªsticas y acceder a nuevos torneos que nos dar¨¢n m¨¢s dinero. Hay que mantener un balance entre jugar, entrenar y descansar porque cada desplazamiento a?ade un coste extra para nuestra salud y hay que escoger sabiamente cu¨¢ndo pelear y cu¨¢ndo es mejor emplear esa semana en no hacer nada y recuperar nuestro estado f¨ªsico.
Hay multitud de entrenamientos que podemos hacer, que a su vez se realizan con unos sencillos minijuegos que nos permiten elevar el m¨¢ximo te¨®rico de nuestro personaje con ese golpe. Por ejemplo, si entrenamos el rev¨¦s cortado subir¨¢ nuestra estad¨ªstica m¨¢xima en ese golpe en concreto pero no en el rev¨¦s plano ni con top spin; lo mismo para los tres golpes de derecha, rev¨¦s, 3 servicios, volea, globo y dejada. Hasta podemos practicar el saque por abajo, algo extraordinariamente inusual y que creemos que se ha representado en el juego porque uno de los jugadores inclu¨ªdos en el listado oficial es el australiano Nick Kyrgios que de forma reciente ha ¡°popularizado¡± esta forma de servicio. Kyrgios es uno de los jugadores licenciados junto a los tambi¨¦n australianos De Mi?aur y Barty, as¨ª como Pliskova, Lerber, Stosur, Cilic, Monfils, Verdasco, Wawrinka y el que copa la portada y sobre el que gira el juego, el n¨²mero uno del mundo Rafael Nadal am¨¦n de muchos otros. Todos ellos con su estilo caracter¨ªstico y sus estilos representados en el juego.
Hay algunos buenos detalles en los partidos que demuestran que poco a poco se est¨¢ mimando un poco m¨¢s el juego: la forma en la que se colocan los jueces de l¨ªnea durante el saque y recuperan su posici¨®n, las ¡°ca?as¡± que se pueden pegar cuando se llega tarde a un golpe, la posibilidad de pedir revisi¨®n del bote de una bola o el hecho de que ¨¦sta golpee la cinta y caiga al otro lado de la red. Pero tambi¨¦n hay detalles que demuestran que ha faltado tiempo de maceraci¨®n para AOT2, detalles menores pero que quitan realismo a la experiencia. Por ejemplo, no se juegan 7 rondas en ning¨²n torneo excepto en un grand slam: los cuadros de un masters 1000 son de 64 jugadores con bye (pase gratis de primera ronda) para los primeros cabezas de serie, no hay recogepelotas, los jugadores no celebran que alguien falle el primer servicio, las voleas no pueden ir m¨¢s r¨¢pido que un saque, el efecto lateral ocurre muy ocasionalmente en el tenis y un mal golpe no tiene m¨¢s efecto sobre la resistencia pulmonar de nuestro personaje que un rally de 25 bolas. Muchas de estas cosas son de soluci¨®n relativamente sencilla, lo que nos lleva a pensar que el juego hubiese agradecido un tiempo de horneado un poco superior.
Otra cosa es que t¨¦cnicamente no luzca como un t¨ªtulo de primer nivel; est¨¢ claro que no estamos hablando ni de un estudio ni de una inversi¨®n triple A pero hay un claro margen de mejora en la mayor parte de lo que interviene en el juego. Desde mejorar las transiciones entre las animaciones como pulir el control hasta dotar de cierta personalidad al p¨²blico de los encuentros, en especial a nivel visual. Tambi¨¦n la caracterizaci¨®n de algunos de los personajes licenciados agradecer¨ªa un poco m¨¢s de trabajo y las f¨ªsicas de la pelota, aunque su comportamiento es en general bastante regular, a menudo realizan saltos y alcanzan velocidades que desaf¨ªan las leyes de Newton m¨¢s all¨¢ incluso que la m¨ªtica Prince of Tennis o Oliver y Benji.
Conclusi¨®n
AOT2 mejora claramente con respecto a su predecesor y ya no es el juego roto que vimos en 2018. Su multitud de opciones, la integraci¨®n correcta de la gesti¨®n de calendario, patrocinios y dem¨¢s y las mejoras en el aspecto t¨¦cnico dan fe de la voluntad de Big Ben para mejorar el producto. Sin embargo todav¨ªa est¨¢ lastrado por una jugabilidad muy mejorable, el pulido de algunos detalles accesorios al juego para dar una mayor sensaci¨®n de realismo y la necesidad de entender con mayor profundidad lo que viene siendo el deporte del tenis. Esto va m¨¢s all¨¢ de licenciar m¨¢s jugadores o torneos sino la capacidad de dar una experiencia deportiva m¨¢s completa y satisfactoria a los que llevamos a?os buscando un t¨ªtulo que cumpla con las expectativas. Esperamos con muchas ganas la pr¨®xima entrega del t¨ªtulo que construya a partir de los buenos fundamentos de la que tenemos hoy.
Lo mejor
- La mec¨¢nica del timing
- Multitud de opciones para trastear
- En algunos momentos, buenas sensaciones especialmente online
Lo peor
- El apartado t¨¦cnico
- El juego en la red y los dobles en general
- Falto de profundidad real en su jugabilidad
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar¨¢ huella. S¨®lo recomendable en caso de sequ¨ªa de este g¨¦nero de juegos.