Review
An¨¢lisis de Wanderstop, el cozy game so?ado por Ghibli que recuerda el verdadero prop¨®sito del g¨¦nero
El juego cozy que desaf¨ªa los juegos relajantes sobre trabajar.
La maldici¨®n de los cozy games es que acaban siendo un espacio que da poco pie al escapismo. Suelen tratarse de juegos con una preciosa est¨¦tica y una jugabilidad pausada, pero que tratan de lo mismo que ya hacemos en la vida real: trabajar. No quitamos el m¨¦rito a Animal Crossing, pero su narrativa nos plantea el pago de una hipoteca. Stardew Valley trata de llevar una granja y seguir gan¨¢ndose la vida, aunque esta vez con una profesi¨®n m¨¢s agradable que la de nuestro pasado en JoJa. WanderStop, de Ivy Road y Annapurna Interactive, viene a recordarnos el prop¨®sito de un juego c¨¢lido: hacer un alto en el camino. Y, de paso, disfrutar de un buen t¨¦.
El descanso de la guerrera que sirve t¨¦
Alta es una joven guerrera obsesionada con la lucha y su propia ambici¨®n de ser invicta. Es capaz de hacer cualquier cosa por un sue?o que nunca ser¨¢ suficiente para ella. ?Ser invicta hasta cu¨¢ndo? ?La misma muerte? ?Y si despu¨¦s de su existencia alguien la supera? No obstante, lleva una mala racha en la arena. Por ello, va en busca de la legendaria maestra Winters para convertirse en la mejor y volver a alzarse victoriosa por siempre. En su camino, acabar¨¢ en un misterioso claro donde reside la teter¨ªa Wanderstop. Boro, el due?o, le pide que la ayude a regentarla. A Alta no le queda otro remedio; intentar¨¢ huir de nuevo al bosque a proseguir su misi¨®n, para poco despu¨¦s desfallecer y aparecer de nuevo en el claro.
WanderStop es un sue?o de Ghibli hecho teter¨ªa, aunque con la calidad gr¨¢fica justa para un estudio con un presupuesto modesto y toda la imaginaci¨®n desbordada en una atm¨®sfera que hace que apetezca entrar a prepararnos un t¨¦ y disfrutarlo sobre unos cojines al lado de una cristalera. El funcionamiento de la tienda lo aprenderemos poco a poco: c¨®mo recolectar las hojas de t¨¦, dejar que se sequen y c¨®mo procesarlo en una divertida estructura donde calentamos el agua, a?adimos los ingredientes y lo servimos en una taza. Cultivar el huerto, cortar las malas hierbas, barrer y devolver paquetes perdidos formar¨¢n parte de la cotidianidad de WanderStop, adem¨¢s de servir t¨¦ a los visitantes que lleguen al claro. A priori, no parece distinto de otros cozy games basados en un negocio, pero WanderStop aporta un giro especial: no hacer nada tambi¨¦n est¨¢ bien.

No hacer nada tambi¨¦n est¨¢ bien
No necesitamos ganar dinero para mantener el negocio ni para que Alta cumple su sue?o; no existe un sistema econ¨®mico en Wanderstop. De hecho, habr¨¢ visitantes que ni siquiera quieran tomar nada, s¨®lo descansar en la tienda, y tal vez cambien de idea. Tambi¨¦n podemos prepararnos una taza de t¨¦ para nosotros y gozar de un momento de relax donde nuestra joven guerrera reflexiona sobre su vida. El mantenimiento de la tienda es opcional y podemos pasar en ello el tiempo que queramos, lo mismo si s¨®lo deseamos pasear por el claro o disfrutar de alguna de las c¨®micas lecturas que se nos ofrecer¨¢n a lo largo de la partida. Por otro lado, para avanzar en la trama de Alta, s¨ª debemos atender a los clientes. Entre tazas de t¨¦ iremos conociendo sus historias y conoceremos a variopintas personas que evolucionan durante su estancia; incluso podremos coger cari?o a quienes al principio nos resulten desagradables. Y, en un momento determinado, la guerrera deber¨¢ avanzar a un nuevo cap¨ªtulo de la tienda de t¨¦ cuando vaya a reflexionar al santuario.
WanderStop ofrece un buen equilibrio entre la experiencia contemplativa de un cozy game y una gu¨ªa para que el jugador tenga objetivos presentes y sepa hacia d¨®nde avanzar. No hay prisa por ofrecer a los clientes la bebida adecuada. No hay penalizaci¨®n si servimos la bebida incorrecta. Podemos pasar el tiempo que queramos experimentando con nuestras cosechas y nuevas recetas de t¨¦, si bien se echa en falta que el mismo juego incentive esa creatividad del jugador para probar con nuevos t¨¦s fuera de la carta y que ¨¦stos nos lleven a nuevos descubrimientos apoyados por la narrativa, ya sea con el desarrollo de subtramas ocultas o m¨¢s recuerdos de Alta.

Wanderstop nos llevar¨¢ unas 10-12 horas de juego si s¨®lo nos ce?imos a la historia principal. Pero no es el objetivo de esta m¨¢gica tienda de t¨¦. Se trata de un juego que nos invita a aprovechar ese momento de relax de estar con nuestra taza y deleitarnos con su calidez mientras elegimos qu¨¦ hacer, sin obsesionarnos con la productividad como s¨ª nos sucede con otros simuladores de negocios donde regentamos un comercio. Y, junto con Alta, experimentaremos un viaje donde reflexionaremos sobre la importancia del descanso, el cuestionamiento de las ambiciones t¨®xicas y el miedo al cambio.
Conclusi¨®n
WanderStop ofrece un sabio equilibrio entre un juego relajante y el cumplimiento de objetivos. Nos ofrece la gesti¨®n de una teter¨ªa donde nosotros marcamos el ritmo sin la presi¨®n de una econom¨ªa interna. No hacer nada est¨¢ bien. Y tambi¨¦n experimentar con los t¨¦s a nuestro aire y dedicarnos al cuidado de la teter¨ªa tambi¨¦n est¨¢ bien. Tenemos un objetivo que cumplir, pero nosotros decidimos cu¨¢ndo sin consecuencias negativas. Se trata de un juego tan acogedor como una taza de t¨¦ sobre unos cojines mientras dejas la mente volar y acompa?as a la guerrera Alta en un viaje de autodescubrimiento.
Lo mejor
- Una atm¨®sfera acogedora
- Un buen equilibrio entre la experiencia contemplativa y el cumplimiento de objetivos
Lo peor
- Poca incentivaci¨®n a la experimentaci¨®n con los t¨¦s fuera del guion
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