An¨¢lisis de Stardew Valley

En el mundo de los videojuegos no es raro que un juego se inspire o tome como referencia otros previos, especialmente si han tenido gran ¨¦xito; ya sea fijando su atenci¨®n en las mec¨¢nicas, la ambientaci¨®n, o los aspectos t¨¦cnicos. Pero no hay tantos casos que lleguen m¨¢s all¨¢, y la imitaci¨®n (la forma m¨¢s perfecta de alago, dicen) se vuelva total, convirti¨¦ndose casi en una nueva entrega del t¨ªtulo en cuesti¨®n. Ese es, sin embargo, el caso de Stardew Valley respecto a la franquicia Harvest Moon.

No es este un aspecto que se oculte al jugador (el propio creador, Eric Barone, ha explicado p¨²blicamente que su intenci¨®n era crear un clon de Harvest Moon para PC). Pero es imposible hablar de este t¨ªtulo independiente sin referirse a su hermano mayor, del que se inspira en todas sus mec¨¢nicas y detalles.

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Cualquiera que haya jugado a juegos anteriores de la franquicia del juego granjeril se sentir¨¢ inmediatamente como en casa: desde la forma en que sembramos y recogemos, el sistema de cansancio que nos da avisos antes de hacernos caer agotados, la necesidad de limpiar nuestra granja de piedras y maleza y preparar el terreno antes de sembrar; hasta el uso de cuatro meses, uno por estaci¨®n, o la presencia del canal del tiempo que nos da previsi¨®n para el d¨ªa siguiente¡­ Todo nos recordar¨¢ a Harvest moon y sus evoluciones desde sus versiones de Super Nintendo y especialmente Game Boy, hasta las entregas de Nintendo DS y 3DS.

Pero como dec¨ªamos antes, imitar en buena parte significa apreciar, y el verdadero mayor riesgo al tratar de copiar algo a partir de las sensaciones que nos proporciona es que en el proceso nos dejemos por el camino la esencia, esa parte que va m¨¢s all¨¢ de los aspectos t¨¦cnicos y est¨¦ticos y realmente determina si algo gusta o no. Cuantos casos hay en los que la copia acaba cayendo en la imitaci¨®n sin alma cuando no la simple parodia. Por suerte, en ese aspecto Stardew Valley ha sabido encontrar el punto justo.

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La importancia de las relaciones personales

La jugabilidad est¨¢ muy bien ajustada, de forma que se adapta perfectamente tanto a partidas cortas en las que simplemente nos dediquemos un ratito cada d¨ªa al cuidado de nuestra granja, como a otras m¨¢s largas donde m¨¢s all¨¢ de los cuidados de nuestros cultivos decidamos profundizar las relaciones con nuestros vecinos y progresar en las distintas tramas.

Y es que al igual que en los juegos de la saga de Marvelous, la interacci¨®n con el entorno que rodea a nuestra granja juega un componente vital en la experiencia. Nuestra granja no est¨¢ aislada del mundo, sino integrada dentro de un valle plagado de vecinos, con los que podremos trabar confianza y poco a poco evolucionar nuestra relaci¨®n de amistad. E incluso, llegado el caso y con ciertos personajes, casarnos, tener hijos, divorciarnos y hasta poder volver a casarnos, si as¨ª lo deseamos.

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Esta interacci¨®n se beneficia de la presencia de personajes secundarios carism¨¢ticos (si bien algo estereotipados en algunos casos), subhistorias buc¨®licas que nos permiten conocer el pasado y presente de la zona, y, como dec¨ªamos, una jugabilidad que sabe encontrar el equilibrio adecuado entre las facetas de cuidado de nuestra granja e interacci¨®n social con nuestros vecinos.

El mundo a nuestra disposici¨®n, como es normal en el g¨¦nero, no es inmensamente grande (tampoco nos sobra tiempo en el d¨ªa para recorrerlo, por lo que mejor as¨ª), pero s¨ª lo suficiente como para que no se haga peque?o o aburrido en ning¨²n momento, y enormemente detallado, con multitud de peque?os gui?os (p¨¢jaros volando, multitud de especies naturales distintas¡­), as¨ª como diferentes comercios y actividades para realizar.

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Adem¨¢s, y aqu¨ª s¨ª a diferencia de Harvest Moon, el juego est¨¢ imbuido de un car¨¢cter cr¨ªtico con la sociedad en la que vivimos, el cual se traduce en multitud de peque?as referencias amargas al mundo actual. Desde la propia premisa del juego, (descubrimos que somos due?os de una granja que nos dej¨® en herencia un familiar en un sobre lacrado que deb¨ªamos abrir cuando estuvi¨¦semos hartos de nuestra vida), a la presencia con cierto car¨¢cter de antagonista de la multinacional Joja (una parodia de multinacional multisector que controla desde refrescos a supermercados y que representa el capitalismo moderno).

Todos estos detalles, sin embargo, los vamos descubriendo a nuestro ritmo, en detalles y peque?as conversaciones con los vecinos. Para ayudarnos a ello, al igual que en Harvest Moon, hay peri¨®dicamente festivales y eventos donde relacionarnos con los dem¨¢s personajes.

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Mucho por hacer

Tambi¨¦n podremos comprobar peri¨®dicamente en el tabl¨®n si hay alguna solicitud o petici¨®n de parte de alg¨²n vecino, las cuales podremos aceptar y servir¨¢n para, aparte de mejorar nuestra relaci¨®n con ellos, recibir recompensas.

Y m¨¢s all¨¢ de profundizar nuestras relaciones sociales, el valle est¨¢ plagado de comercios y locales que enriquecen la jugabilidad. Las posibilidades van desde lo m¨¢s obvio, como comprar los suplementos que necesitamos para mantener nuestra granja y animales, a mejoras en nuestra propia granja, su mobiliario; compra y mejora de las herramientas, alimentos para mejorar nuestra salud y aguante, nuestra propia apariencia¡­

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Hay lugares que demuestran mucho mimo, como la mina, donde aparte de conseguir minerales deberemos acabar con animales enemigos que nos atacar¨¢n, el muelle donde pescar, el gremio de aventureros, la casa abandonada cuyo futuro depende de nosotros¡­

Menci¨®n aparte merece la oficina arqueol¨®gica, un espacio de exposici¨®n que comienza el juego vacio pero que iremos llenando poco a poco de todos los minerales y otros materiales que vayamos encontrando en el juego.

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Por desgracia, aunque de forma comprensible en un juego con cantidades ingentes de texto y publicado de forma independiente, Stardew Valley no est¨¢ disponible en espa?ol por ahora (si bien est¨¢ anunciada para muy pronto), por lo que se requiere un nivel medio-alto de ingl¨¦s para sacarle todo el jugo a esta, por otra parte, totalmente recomendable experiencia buc¨®lica que nos har¨¢ olvidar del estr¨¦s del d¨ªa a d¨ªa.