Sonic Superstars
Review
An¨¢lisis de Sonic Superstars, como jugar a un Sonic de Mega Drive vitaminado
El regreso de Sonic a las 2D en una aventura que mira al pasado para correr hacia el futuro.
Sonic Superstars es la nueva aventura del personaje m¨¢s popular y carism¨¢tico de SEGA. Una apuesta por la vertiente m¨¢s cl¨¢sica del erizo azul que ha sido realizada en conjunto por el Sonic Team y Arzest, el estudio japon¨¦s que recientemente ha trabajado en juegos como Balan Wonderwold (Square Enix), Fantasian (Mistwalker) y Mario & Luigi: Bowser¡¯s Inside Story + Bowser Jr.¡¯s Journey (Nintendo). Lideran el proyecto Takashi Iizuka, en SEGA desde Sonic & Knuckles en 1994, y Naoto Ohshima, considerado como uno de los padres del erizo y que comenz¨® su carrera en SEGA en el a?o 1987, formando parte del Sonic Team hasta que se march¨® para fundar Artoon en 1999 y, actualmente, ejerciendo como presidente de la mencionada Arzest.
Esta nueva entrega de la saga supone la uni¨®n de grandes figuras de la historia de SEGA, y es tambi¨¦n el regreso de Ohshima 25 a?os despu¨¦s (Sonic Adventure en 1998) a un juego del personaje que dise?¨®. En una ¨¦poca en la que el ¨¦xito de Sonic no ha hecho m¨¢s que ir en aumento y, tras la buena aceptaci¨®n de t¨ªtulos como Sonic Mania y Sonic Frontiers, el Sonic Team ten¨ªa clara la misi¨®n de que las entregas 2D y 3D deb¨ªan seguir conviviendo. Superstars nace con el objetivo de mirar al presente y al futuro, pero sin olvidar el pasado en ning¨²n momento, y lo consigue desde el primer instante en que nos ponemos en la piel de nuestro personaje, pero no deja de ir a m¨¢s conforme avanzamos, mostrando todas las posibilidades que sigue teniendo la jugabilidad m¨¢s cl¨¢sica a d¨ªa de hoy.
Velocidad cl¨¢sica al servicio del presente
Sonic, Tails, Knuckles y Amy Rose forman el elenco principal del juego, aunque existe alguna sorpresa m¨¢s que conseguiremos al superar el juego. Todos est¨¢n bien diferenciados entre s¨ª y, de una u otra forma, nos servir¨¢n para superar y explorar los niveles de maneras muy distintas, complement¨¢ndose perfectamente entre ellos y dejando opciones para todos los gustos.
La variedad habitual de Sonic vuelve a estar presente en cada una de sus zonas, bien diferenciadas entre s¨ª y con una sensaci¨®n de novedad constante. Desde un inicio todo resulta familiar: no es Green Hill Zone, pero parece que estamos ah¨ª; no es Angel Island, pero nos recuerda a ello; no es Casino Night Zone, pero tiene su esp¨ªritu. Los desarrolladores han preferido no incluir zonas m¨ªticas de la saga, pero de una u otra forma el t¨ªtulo, especialmente en su inicio, sirve como homenaje para muchas de ellas tanto en su estilo como las plataformas que debemos superar o los enemigos a derrotar. La sensaci¨®n de novedad es progresiva, con un tramo final que no nos dejar¨¢ soltar el mando y algunos niveles que impresionan por su dise?o, siendo Cyber Station un deleite para los sentidos por la variedad de situaciones que propone
Oshima, Iizuka y el resto del equipo se han encargado de poner a lo largo de cada uno de los niveles distintos detalles que no pasar¨¢n por alto a los aficionados de la saga. Desde plataformas vistas en, por ejemplo, Marble Zone del primer Sonic; a una especie de jefe final de Sonic 2 en Death Egg Zone; todos los efectos de sonido que son un calco de los originales o la fase de bonus del juego original que vuelve en Superstars para ayudarnos a recolectar monedas.
A lo largo de las zonas, el juego nos pone en situaciones de todo tipo que se encargan de a?adir variedad y en algunos casos mayor tensi¨®n: desde una gran nave que nos vigila a lo largo de un nivel y que debemos ir desactivando continuamente o lanzar¨¢ una bomba que acabar¨¢ con nosotros; pasando por v¨®rtices temporales que cambian por completo la idiosincrasia de una zona. Esto son solo algunos ejemplos de muchos que iremos viendo a lo largo de la aventura, con los cl¨¢sicos pinball, monta?as rusas que nos ayudar¨¢n a superar un nivel, cohetes, taladros o transformaciones en pulpo y rat¨®n.
Sonic Superstars se divide en las siguientes zonas:
La estructura de cada zona est¨¢ bien diferenciada y, mientras en muchas tendremos varios actos por superar, otros dispondr¨¢n solo de un nivel habitualmente m¨¢s largo y muy bien presentado en algunos casos. Adem¨¢s, podremos acceder a actos especiales si conseguimos una fruta gigante, y estos niveles nos permitir¨¢n lograr m¨¢s anillos y monedas que nos ayuden de cara a conseguir m¨¢s objetos en la tienda del juego.
Sonic Superstars se acuerda de sus jugadores de toda la vida, pero al mismo tiempo no olvida a todos aquellos que est¨¦n empezando con el personaje a?adiendo mec¨¢nicas como los poderes que otorgan cada Esmeralda del Caos que vayamos consiguiendo. Estos pueden sentirse por momentos poco aprovechados, pero aquellos que deseen explorar cada recoveco del juego, as¨ª como su verticalidad, tendr¨¢n en ellos un gran aliado: Avatar, Bala, Visi¨®n, Agua... Son algunos de los poderes que iremos consiguiendo, y que nos ayudar¨¢n a superar enemigos, afrontar jefes finales, llegar a lugares complicados o avanzar con mayor facilidad a lo largo de los niveles. Cada poder se puede activar una vez en cada zona, y para recuperarlos tendremos que ir a cualquier puesto de estrella (marcador de progreso) del nivel. Adem¨¢s, Super Sonic y la versi¨®n especial del resto de personajes estar¨¢ disponible si somos capaces de conseguir todas las Esmeraldas.
En Sonic Superstars la aparici¨®n obligatoria de Eggman est¨¢ a la altura del villano, as¨ª como recuperar para la saga a un personaje como Fang the Hunter, que apareci¨® por primera vez en 1994 en Sonic the Hedgehog Triple Trouble para Game Gear y, pese a tener cameos en varios juegos de la saga, nunca hab¨ªa vuelto a tener un papel destacado desde su aparici¨®n hace casi tres d¨¦cadas. Una muestra m¨¢s del cari?o depositado en el producto.
Jugabilidad adictiva que te hace volver al pasado
La apuesta por la nostalgia de Sonic Superstars no debe verse ni mucho menos como algo negativo. Es destacable que un t¨ªtulo de 2023 con un estilo gr¨¢fico lejano a los 16 bits que han caracterizado a la saga en 2D y, que en Sonic Mania tuvieron de nuevo un punto destacado, sea capaz de sorprendernos por esa familiaridad que sus creadores han decidido adoptar en la parte jugable. Ese control algo m¨¢s tosco en comparaci¨®n a los par¨¢metros actuales del g¨¦nero en 2D encaja perfectamente con un t¨ªtulo actual, y en algunos puntos se encarga de a?adir tensi¨®n al tener que acertar el momento preciso del salto o la carrera pues no hay segundas oportunidades previas a caer o que nos golpeen. La base jugable sigue siendo la de toda la vida, recorriendo los escenarios en base a velocidad y plataformeo, obteniendo anillos, destruyendo televisores que nos dar¨¢n distintas bonificaciones y explorar para reunir todas las Esmeraldas del Caos mientras vamos enfrent¨¢ndonos al Dr. Eggman y sus robots al mismo tiempo que liberamos animales.
El desarrollo de los niveles va cambiando conforme avanzamos en el juego, siendo mucho m¨¢s cl¨¢sico en un inicio, para terminar en una recta final que no te dejar¨¢ soltar el mando y propone una variedad de ideas sobre la mesa que quiz¨¢ podr¨ªa haberse repartido mejor. M¨¢s all¨¢ de eso, el juego cumple con la sensaci¨®n de velocidad tan caracter¨ªstica de Sonic, pero al mismo tiempo te obliga a tener un ojo puesto en el plataformeo o los enemigos que est¨¢n junto a nosotros si queremos mantener el mayor n¨²mero de anillos posible en nuestro poder conforme lleguemos al final. ?Quer¨¦is correr sin parar? En algunas zonas tendr¨¦is la posibilidad de hacerlo, pero perder¨¦is cierto factor de exploraci¨®n que est¨¢ ah¨ª; mientras que en otras hay tramos en el que ya sea mediante plataformas o la utilizaci¨®n de otras mec¨¢nicas (enredaderas, gravedad cero, nave, agua...) tendremos que avanzar y superar los distintos peligros aparcando la velocidad por un momento.
Un punto que podemos poner en contra del juego es el hecho de que las vidas sean infinitas no dando siquiera opci¨®n a limitarlas, y es que, aunque tenga momentos desafiantes y los enfrentamientos contra los jefes en la recta final tengan un aumento notorio de la dificultad, todo esto sabe a menos por el simple motivo de que no existe el ¡®Game Over¡¯. Un extra que en caso de haber sido incluido a?adir¨ªa una opci¨®n de dificultad que har¨ªa las delicias de los jugadores m¨¢s avezados con la saga, y que supondr¨ªa todo un reto porque Superstars en su modo historia no os llevar¨¢ demasiado tiempo, aunque mur¨¢is muchas veces.
Los jefes finales son una constante en el juego, con opciones para todos los gustos. Desaf¨ªos mucho m¨¢s b¨¢sicos en un inicio, para encontrarnos en la recta final a jefes que nos obligar¨¢n a estar totalmente concentrados si queremos superarlos, suponiendo todo un reto que en caso de no haber vidas infinitas hubiese sido un infierno para los jugadores. Desde la mec¨¢nica habitual de esperar el momento y saltar encima de ellos, pasando por otros en los que tendremos que utilizar ciertas herramientas para acabar con ellos o hasta sus propios proyectiles.
El punto fuerte de Sonic Superstars en cuanto a fases especiales est¨¢ en sus anillos gigantes dorados y azules. Los dorados suponen la fase en las que obtendremos las Esmeraldas del Caos, siendo un escenario completamente en 3D que por momentos nos recuerda a Nights into Dreams (juego en el que Takashi Iizuka fue dise?ador jefe) y nos obligar¨¢ a avanzar encontrando distintos puntos hasta acercarnos a la esmeralda, y una vez la consigamos accederemos a un peque?o tutorial que nos mostrar¨¢ como usamos el poder. Por otra parte, los azules tienen la misma mec¨¢nica, pero, en vez de una esmeralda, iremos a por monedas. El otro gran homenaje del juego est¨¢ hecho en base a la fase bonus del primer Sonic the Hedgehog, el original de Mega Drive, y que siendo notoriamente menos complicadas que el nivel especial en el que se inspira, supone un agradable y entretenido incentivo para obtener m¨¢s monedas. Pese a lo que entretienen de inicio, se echa de menos al final una mayor variedad, y con el resto de juegos de Mega Drive en mente se podr¨ªan haber integrado muchas m¨¢s de estas fases bonus.
Una prometedora apuesta por el multijugador que se queda a medio camino
Sonic Superstars es un juego que pese a ser perfectamente disfrutable en su vertiente individual, es un t¨ªtulo que tambi¨¦n invita a ser disfrutado en compa?¨ªa. Desde un primer instante, SEGA nos ofrece la posibilidad de jugar el modo historia del juego con hasta cuatro jugadores, y lo que se presenta como algo lleno de diversi¨®n y posibilidades, puede terminar siendo un caos. El juego se hace entretenido con amigos, y las luchas contra jefes finales aprovechan especialmente este modo cooperativo, pero el desarrollo de las pantallas no es del todo efectivo. ?El motivo? La principal caracter¨ªstica de la saga: su velocidad.
Una de las contras de este modo multijugador es que solo se puede disfrutar en local, y eso nos invita a pensar que dependiendo de los jugadores habr¨¢ una divisi¨®n mayor o menor de la pantalla, ?verdad? Pues no, un escenario ¨²nico para los cuatro, por lo que la velocidad de unos y otros est¨¢ en constante conflicto, no pudiendo avanzar o acceder a ciertos puntos de los niveles de la forma que nos gustar¨ªa. La citada divisi¨®n de la pantalla hubiese solucionado este inconveniente, as¨ª como la posibilidad de jugar con personas de todo el mundo en ese deseado modo online que incrementar¨ªa considerablemente las horas de juego.
El modo multijugador termina siendo un caos que va alternando entre una divertida y tediosa locura. M¨¢s all¨¢ de este, existe el modo Batalla, que si dispone de posibilidad de jugar online contra personas de todo el mundo. ?En qu¨¦ consiste? Manejaremos a nuestro avatar, el cual es un robot que podremos ir ¡®construyendo¡¯ en la tienda del juego con las monedas que obtengamos tanto en el modo Historia como en este competitivo online, y nos enfrentaremos contra ocho rivales a lo largo de tres rondas bien diferenciadas.
Un total de cuatro pruebas de las que tendremos que disputar tres cada vez que juguemos al modo batalla, por lo que la sensaci¨®n conforme vamos jugando m¨¢s partidas es que este n¨²mero de pruebas se queda corto. La idea es positiva, efectiva y divertida, a?adiendo un componente competitivo a un Sonic 2D de vertiente cl¨¢sica que va m¨¢s all¨¢ de superar nuestro tiempo (tambi¨¦n existe el modo Crono, en el que podremos intentar superar nuestro mejor tiempo en cada una de las fases), pero nos quedamos con ganas de mucho m¨¢s. Desde una carrera; pasando por un modo supervivencia en el que debemos ser el que m¨¢s tiempo aguante en una zona plataformera; a una prueba en la que tendremos que terminar con el mayor n¨²mero de estrellas recolectadas; y, por ¨²ltimo, una en la que dispararemos al resto de rivales para obtener puntos.
Todo un homenaje a Sonic, SEGA y el videojuego cl¨¢sico
Un videojuego y cualquier obra debe en cierto sentido valorarse como aquello que sus autores han querido plantear, y es que no son pocas las veces en las que se vende una obra como algo que no es cuando esta sale al mercado. En este caso, Sonic Superstars es un juego que cumple con pr¨¢cticamente todo lo que el Sonic Team y Arzest se han propuesto, y es que la jugabilidad cl¨¢sica es la que a lo largo del tiempo mejor le ha sentado al erizo azul en las 2D, y en muchos sentidos la que sus aficionados tambi¨¦n han acabado demandando durante una ¨¦poca en el que todas las propuestas giraban en torno a las 3D. Un juego que se siente cercano desde el primer instante, con un estilo que calca al de sus predecesores de Mega Drive, pero que a?ade novedades interesantes que hacen que la aventura acabe sinti¨¦ndose como algo completamente nuevo, pero eso s¨ª, sin nunca abandonar esa sensaci¨®n de familiaridad.
La banda sonora de Sonic Superstars no se queda en la memoria, y es una l¨¢stima pues es un punto que hubiese elevado todav¨ªa m¨¢s el juego. Melod¨ªas que no desentonan y tienden a encajar con las distintas zonas que vayamos visitando, pero que no se quedar¨¢n en nuestra cabeza e iremos tatareando conforme juguemos o una vez hayamos terminado nuestra partida. La m¨²sica es en algunos casos el alma de un videojuego, y aunque Superstars pueda convivir perfectamente sin un apartado sonoro magistral, se echa en falta alg¨²n tema que pudiese dejar huella en el jugador.
Los amantes de SEGA y el videojuego cl¨¢sico quedar¨¢n fascinados con los detalles que presenta el juego conforme vamos avanzando en el mismo, y es que el hecho de que los dos jefes principales del proyecto lleven entre 30 y 40 a?os en la industria ayuda a que este tipo de homenajes sean posibles. ?El m¨¢s impactante? Fantasy Zone, un cl¨¢sico absoluto de SEGA y uno de los SHMUP m¨¢s reconocibles y carism¨¢ticos de todos los tiempos. Manejando el Eggmobile como si fuese el m¨ªtico Opa-Opa nos adentraremos en una fase que es pura fantas¨ªa, enfrent¨¢ndonos a algunos jefes finales que con su estilo Sonic no dejan de ser versiones del cl¨¢sico de la compa?¨ªa japonesa. Un videojuego atemporal que nos deja a su manera Sonic Superstars al igual que Breakout de Atari o Arkanoid de Taito, una muestra m¨¢s del buen uso de algunas mec¨¢nicas o juegos cl¨¢sicos para aportar novedad en el desarrollo de una zona.
Sonic Superstars no ha buscado ser en ning¨²n momento un juego revolucionario, pero cumplir con gran parte de lo que sus autores han querido plasmar es un paso destacado para confirmar que la saga puede destacar en las 2D m¨¢s all¨¢ del estilo 16 bits. Con un dise?o y estilo gr¨¢fico que casa a la perfecci¨®n con lo que el juego pretende ser, y es que nadie mejor que Naoto Ohshima, el dise?ador original de Sonic, que en esta ocasi¨®n nos vuelve a ofrecer un aspecto redondeado del erizo azul y el resto de personajes de su universo que casa a la perfecci¨®n con lo que est¨¢ proyectando SEGA en los ¨²ltimos t¨ªtulos en dos dimensiones de la franquicia.
Conclusi¨®n
Sonic Superstars no es solo uno de los mayores homenajes a la vertiente m¨¢s cl¨¢sica del erizo azul, sino un juego con un car¨¢cter y una personalidad muy propia. Un t¨ªtulo que se siente familiar desde el primer instante, pero que conseguir¨¢ sorprendernos conforme avancemos. SEGA demuestra que hay vida para el Sonic cl¨¢sico m¨¢s all¨¢ del estilo pixel art gracias a una propuesta llena de variedad, personajes para todos los gustos y jefes desafiantes. Por otra parte, sus modos multijugador se quedan a medio camino y no terminan de explotar todo su potencial. El juego resulta ser un viaje al pasado que es capaz de sacarnos una sonrisa de forma constante, y que no solo sirve para recordar la gloriosa ¨¦poca de Sonic en Mega Drive, sino para tener la certeza de que SEGA ha dado en el clavo con las 2D del erizo m¨¢s veloz del universo.
Lo mejor
- Jugabilidad adictiva que te hace volver a Mega Drive
- Fant¨¢stico dise?o de niveles y direcci¨®n art¨ªstica
- Variedad de jefes finales y la dificultad de algunos
- Las Esmeraldas del Caos y sus habilidades
- Cada personaje es ¨²nico
- Rejugabilidad y todas las opciones multijugador: historia y competitivas
- La recta final no te dejar¨¢ soltar el mando
Lo peor
- Los jugadores pueden echar de menos la falta de un sistema de vidas
- Las fases especiales pod¨ªan haber dado m¨¢s de s¨ª
- Su multijugador en el modo historia es solo local y resulta un caos por momentos
- Alg¨²n bug eventual
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.