Sonic Mania
Sonic Mania, An¨¢lisis
Sega ha contratado a un grupo de grandes aficionados del erizo azul para que hiciesen un nuevo juego con la excusa del 25.? aniversario de su mascota... y el resultado es una delicia jugable que nos lleva por la senda de la nostalgia.
La historia de Sonic est¨¢ llena de ¨¦xitos y fracasos, como es l¨®gico en un personaje y una franquicia tan longeva como la del erizo azul. La mascota de Sega lleva m¨¢s de un cuarto de siglo con nosotros y, a su paso, nos ha dejado infinidad de grandes recuerdos. No en vano, son casi un centenar de juegos los que ha protagonizado (contando spin-offs y juegos para m¨®viles), dej¨¢ndose ver en casi todas las plataformas y con t¨ªtulos para todo tipo de usuarios. Eso, por no hablar de otros productos derivados, tales como las series de televisi¨®n (como la actual Sonic Boom, que est¨¢ calando mucho entre los m¨¢s peque?os), de la pel¨ªcula que se est¨¢ preparando o del mundo del c¨®mic. De hecho, las aventuras de Sonic en Archie tuvo el honor de ser el c¨®mic basado en un videojuego m¨¢s longevo de la historia, aunque el erizo azul abandona su hogar de papel de las ¨²ltimas d¨¦cadas para vivir una nueva vida en la editorial IDW.
Al expandirse por tantos ¨¢mbitos diferentes y dejar tan buen sabor de boca en todos ellos, el erizo azul se convirti¨® en un emblema de la cultura popular en el a?o 1991 y, desde entonces, no perdi¨® fuelle. Aunque si nos ce?imos al mercado de los videojuegos estrictamente, el entorno natural en el que naci¨®, los t¨ªtulos no han estado siempre al mismo nivel o, cuanto menos, no han dejado el mismo nivel de satisfacci¨®n entre todos los usuarios. El problema, posiblemente, radica en que la calidad de las primeras entregas del personaje era tan elevada que nadie aceptaba menos de eso. Un juego notable palidec¨ªa ante las producciones sobresalientes de su primera d¨¦cada de existencia: Sonic, Sonic 2, Sonic 3, Sonic & Knuckles, Sonic CD, Sonic Adventure, Sonic Adventure 2¡ La infancia del erizo azul fue una aut¨¦ntica maravilla dif¨ªcil de igualar.
Pero a partir de ah¨ª, empezaron los problemas financieros de Sega y esto repercuti¨® en cierto modo en la calidad de las producciones. Mientras en port¨¢tiles nos segu¨ªa dejando detalles de calidad, con la trilog¨ªa de Sonic Advance y los dos Sonic Rush, en plataformas de sobremesa t¨ªtulos como Sonic Heroes no satisficieron a todos los usuarios y algunas producciones, como Shadow the Hedgehog, supon¨ªan un paso atr¨¢s importante para la franquicia. Fue entonces cuando, para el quince aniversario de la franquicia, se intent¨® crear una gran producci¨®n que estuviese a la altura de la ¨¦poca dorada del erizo azul; pero aquel Sonic the Hedgehog de 2006 sufri¨® recortes econ¨®micos, presiones temporales, el equipo de desarrollo se redujo a la mitad para desarrollar tambi¨¦n Sonic y los anillos secretos¡ y la producci¨®n, pese a tener buenas ideas, se qued¨® a medias en muchos aspectos y nos dej¨® uno de los t¨ªtulos m¨¢s criticados y parodiados de la historia de los videojuegos.
En los ¨²ltimos 10 a?os la calidad de los juegos se estabiliz¨® y, aunque todav¨ªa con t¨ªtulos problem¨¢ticos y pol¨¦micos como Sonic Unleashed o Sonic y el Caballero Oscuro, tuvimos t¨ªtulos de mucha calidad como Sonic Colours, Sonic Generations o Sonic Lost World. Pese a todo, la fama del erizo azul segu¨ªa en lo m¨¢s alto y muchos spin-off (como los de los Juegos Ol¨ªmpicos o los All-Star Racing) congregaban a millones de usuarios ante la pantalla, as¨ª que en Sega quisieron hacer algo especial para celebrar su 25 aniversario. Pero esta vez no quisieron apurar las cosas como ocurri¨® en 2006, as¨ª que todo qued¨® para este a?o 2017. Y como los usuarios estaban divididos entre los Sonic en 2D y los Sonic en 3D, se empez¨® a trabajar en ambas vertientes con Sonic Forces, que nos llegar¨¢ a finales de este a?o, y Sonic Mania, que es el juego que nos ocupa.
Sonic Mania nace como una carta de amor a los juegos cl¨¢sicos del erizo azul en 2D. La trilog¨ªa de Sonic Advance dejara un buen sabor de boca en este aspecto, pero los dos episodios que vieron la luz de Sonic 4 dejaron a muchos usuarios bastante fr¨ªos. Cuando se lanz¨® a la venta el primer episodio, en el a?o 2010, se intentaba mantener la f¨®rmula cl¨¢sica de los 16 bits pero con una puesta al d¨ªa en lo t¨¦cnico y en lo jugable. Sin embargo, las sensaciones que transmit¨ªa no eran exactamente las mismas y, aunque el primer episodio gener¨® bastante expectaci¨®n, el segundo pas¨® sin pena ni gloria y Sega cancel¨® sus planes de lanzar m¨¢s cap¨ªtulos de este cuarto episodio. Curiosamente, por aquel entonces, hab¨ªa un animador 3D llamado Christian Whitehead que se dedicaba a crear fangames basados en el erizo azul de Sega.
All¨¢ por el a?o 2009, desarroll¨® su propio motor gr¨¢fico, el Retro Engine, y cre¨® una versi¨®n de Sonic CD para iPhone. Mientras Sonic 4 dejaba fr¨ªos a los aficionados, las miradas se centraban en las maravillas que estaba haciendo aquel aficionado; tal fue as¨ª, que Sega acabar¨ªa lanzando oficialmente, en casi todas las plataformas, el port de Sonic CD que hab¨ªa creado Whitehead. Tuvo tal ¨¦xito, que Sega les encomend¨® hacer los ports de Sonic y Sonic 2 para m¨®viles¡ y apenas un par de a?os despu¨¦s, le pusieron al mando de su propio juego de Sonic. Junto con los estudios independientes Headcannon y PagodaWest Games, Christian Whitehead se puso a crear este Sonic Mania, un juego desarrollado directamente por fans del erizo azul, que hab¨ªan absorbido su ADN durante d¨¦cadas.
Esta larga introducci¨®n es necesaria para entender el contexto en el que se lanza Sonic Mania, un juego que nos devuelve a la ¨¦poca de los 16 bits y que quiere que nos olvidemos de todas las entregas posteriores. Sin ir m¨¢s lejos, en la secuencia de introducci¨®n aparecen en un ascensor los pisos 1, 2, 3, K y M, sugiriendo que Sonic 4 no existe y que tras Sonic & Knuckles le toca a Sonic Mania. Aunque no seamos muy fanes de hacer como que las cosas no existen, lo cierto es que esa percepci¨®n es adecuada. Sonic Mania se siente m¨¢s Sonic tradicional y cl¨¢sico de los 16 bits que Sonic 4. De hecho, es una gozada de principio a fin. Como dec¨ªamos antes, es una carta de amor al personaje, pero tambi¨¦n a los juegos de plataformas tradicionales. Y s¨ª, es un t¨ªtulo que apela claramente a la nostalgia y que no disimula sus intenciones de llegarnos al coraz¨®n¡ pero en el vigesimoquinto aniversario de la mascota de Sega, es justo lo que necesit¨¢bamos.
Desde un primer momento, el juego reh¨²ye de todo intento de modernizarse. Los gr¨¢ficos, la banda sonora, los men¨²s, incluso los logotipos de las desarrolladoras al inicio del juego¡ Todo tiene aspecto de 16 bits y el juego nos trasmite en todo momento, y de manera claramente intencionada, la sensaci¨®n de ser un cl¨¢sico emulado. La secuencia de animaci¨®n, que se reproduce si no pulsamos ning¨²n bot¨®n en la pantalla de t¨ªtulo, es posiblemente lo que m¨¢s modernidad t¨¦cnica tenga en el juego. Aunque puede desentonar un poco, lo cierto es que no es f¨¢cil recordar que Sonic CD tambi¨¦n ten¨ªa secuencias de animaci¨®n elaboradas y cuidadas, por lo que es f¨¢cil encuadrarla; sobre todo, por su estilo tan de videoclip de los 90, que le ayuda a no desentonar y a potenciar la nostalgia por una ¨¦poca ya tan lejana.
Pero es cuando nos ponemos a los mandos de los personajes cuando el juego consigue enamorarnos de todo. Es incre¨ªble c¨®mo se ha conseguido recrear con tanta precisi¨®n y acierto las sensaciones que transmit¨ªa originalmente el mando de Mega Drive. Tal es as¨ª que, aunque se puede jugar con el joystick izquierdo, inevitablemente tendemos a la cruceta. Es el sistema de control con el que naci¨® el personaje y es el que mejor le sienta. Jugar con el joystick se antoja algo menos satisfactorio, como si no se tuviese el mismo control sobre el personaje o se perdiese esa precisi¨®n milim¨¦trica necesaria para algunos saltos o evitar algunos obst¨¢culos. Se nota que es cuesti¨®n de acostumbrarse y de coger la medida al uso del joystick, pero con la cruceta lo tenemos ya tan interiorizado que todo se siente muy natural.
Y vaya si se siente todo muy natural. El control de los personajes es una delicia y avanzar por los niveles es tan satisfactorio como hace m¨¢s de dos d¨¦cadas. Tendremos una docena de mundos, compuestos por dos niveles y con un jefe final en cada uno de dichos niveles. Esos doce mundos incluyen entornos ya conocidos de los Sonic cl¨¢sicos de Mega Drive y otros completamente nuevos, pero tan bien amoldados y fusionados que ni se nota. De hecho, los ya conocidos empiezan en muchos casos siendo iguales que anta?o, pero van evolucionando y a?adiendo din¨¢micas nuevas que ofrecen grandes posibilidades en lo jugable para que, pese a ser entornos similares, vivamos situaciones novedosas. Todos los niveles mantienen la estructura laber¨ªntica tradicional, con diversas rutas posibles seg¨²n las direcciones que tomemos o lo bien que hagamos un salto.
Como siempre, las sendas superiores son las m¨¢s agradecidas y r¨¢pidas, mientras que las inferiores suelen ser m¨¢s enrevesadas y complicadas (sobre todo en los mundos de agua o petr¨®leo). Y aunque el juego tenga cron¨®metro, est¨¢ pensado para rejugarlo una y otra vez, para explorar los entornos en busca de las fases de bonificaci¨®n secretas y conseguir las siete esmeraldas del caos. Entrar¨ªa aqu¨ª, una vez m¨¢s, el tema de la falsa sensaci¨®n de velocidad de Sonic en 2D. El erizo azul destaca por su velocidad, pero rara vez puede explotarla al m¨¢ximo, ya que si no es una trampa, es una plataforma de lento avance o la necesidad de explorar el escenario; sin embargo, en Sonic Mania est¨¢ todo muy bien medido y, aunque sigue habiendo esa falsedad de la velocidad al tener que explorar los entornos, s¨ª que hay varios momentos en los que te sientes libre para correr y ver c¨®mo todo queda atr¨¢s a medida que Sonic avanza arrasando con todo.
En Sonic Mania hay dos tipos de fases de bonificaci¨®n. En los puntos de control, si tenemos la cantidad de anillos necesaria, accederemos a fases de bonificaci¨®n tradicionales, inspiradas directamente en las de Sonic 3. En cambio, si conseguimos encontrar un anillo gigante, tendremos las nuevas fases de bonificaci¨®n, que recuerdan en concepto a las de Sonic 2 pero con un giro propio; es decir, est¨¢n basadas en conseguir anillos y bolas azules, pero en un mapa cerrado y en una especie de carrera contra la m¨¢quina que se lleva la esmeralda. Ambas fases de bonificaci¨®n son muy divertidas y, mientras unas no perdieron ni un ¨¢pice de su encanto, las otras son frescas y satisfactorias. Tal es as¨ª, que estaremos constantemente ¡°saliendo¡± del juego principal y del nivel para disfrutar de estos minijuegos que tantas recompensas y satisfacciones ocultan. Esto tendr¨¢ un efecto, claro est¨¢, en la duraci¨®n del juego. Sonic Mania, yendo directamente al grano y con cierta pericia se puede acabar en un par de horas pero, si se muere en alguna fase, la cifra de horas de juego rondar¨¢ las 6 horas (sobre todo porque es preciso completar los dos niveles de cada mundo del tir¨®n, el juego solo guarda tras haber cambiado del mundo); y, si se quieren conseguir todas las esmeraldas del caos para disfrutar del final bueno del juego, esa cifra se dispara (sobre todo porque solo se puede jugar las fases de bonificaci¨®n de esmeraldas una vez en cada partida completa, de tal modo que no hay muchas oportunidades para conseguirlas y hay que ser bastante precisos).
El juego, al igual que Sonic 3 y Sonic & Knuckles, nos deja elegir con qui¨¦n queremos jugar: Sonic y Tails, Sonic solo, Tails solo o Knuckles. La experiencia es diferente seg¨²n con quien juguemos, ya que, igual que anta?o, Sonic tiene velocidad, Tails hace el helic¨®ptero con sus dos colas y Knuckles puede trepar y planear. Esto hace que cada partida sea diferente, aunque el juego, igual que anta?o, est¨¢ pensado para jugar con el combo de Sonic y Tails (aunque est¨¦ mejor medido y no sea como en Sonic 3, donde jugar solo con Tails era casi una odisea imposible). Nuestros tres h¨¦roes se enfrentar¨¢n a Robotnik y a sus nuevos robots secuaces, que nos atormentar¨¢n en los jefes finales de cada una de las fases.
Como cabr¨ªa esperar, el juego tambi¨¦n nos hace infinidad de gui?os a entregas anteriores. Algunos jefes son viejos conocidos que regresan, hay peque?os cameos de viejos conocidos como Metal Sonic, Fang, Bean o Bark, gui?os a Shinobi, nos encontramos alguna se?al de viajes temporales de Sonic CD, las habilidades de los personajes son las tradicionales y se ir¨¢n desbloqueando algunas de entregas posteriores, los televisores tradicionales tambi¨¦n regresan con casi todas las habilidades que tan bien conocemos¡ No queremos desvelar todos los detallitos del juego, pero son numerosos y los amantes de las aventuras cl¨¢sicas del erizo azul sabr¨¢n reconocerlas. De hecho, incluso regresa el tradicional modo de competici¨®n, en el que dos jugadores se enfrentar¨¢n a pantalla partida por llegar a la meta antes que el rival. Y no pod¨ªa faltar un modo contrarreloj para conseguir los mejores tiempos del mundo en cada fase.
Todo esto est¨¢ recreado con amor puro hacia el p¨ªxel tradicional. Hay animaciones, texturas, dise?os, enemigos y elementos que se recuperan tal cual de los juegos de 16 bits, mientras que se a?aden otras nuevas o se pulen algunos elementos para potenciar lo que ya se ten¨ªa. En general, es una delicia visual y algunas animaciones de Sonic solo se pueden definir como adorables; por su parte, el apartado sonoro tambi¨¦n mezcla aspectos nuevos con otros cl¨¢sicos (sobre todo en los efectos de sonido), pero siguen siendo melod¨ªas tan pegadizas como anta?o, de tal modo que, sin darnos cuenta, podemos estar haciendo la compra mientras tatareamos la melod¨ªa de las fases de bonificaci¨®n. Cierto es que no estamos hablando de tecnolog¨ªa puntera y que, seg¨²n los est¨¢ndares actuales, el juego se queda muy lejos de explotar las plataformas para las que se lanza, pero en ning¨²n momento fue ese el objetivo de esta producci¨®n. Destacar tambi¨¦n que el juego posee alg¨²n que otro bug absurdo en los que la m¨¢quina se l¨ªa y Sonic muere sin motivo aparente. No es habitual, pero nos ocurri¨® dos veces durante nuestra partida y se antoja un poco frustrante cuando es nuestra ¨²ltima vida.
Es preciso destacar, no obstante, que tampoco ser¨ªa bueno para Sega abusar de la f¨®rmula. Hace unos a?os, Mega Man 9 nos encandil¨® a todos por su regreso a los 8 bits para ofrecernos una aventura que recuperaba absolutamente todos los elementos y el encanto de las entregas cl¨¢sicas del personaje de Capcom. El juego fue un ¨¦xito y eso propici¨® el desarrollo de Mega Man 10, un juego que ya no cal¨® tanto entre el p¨²blico porque perdi¨® el punto de la novedad y la nostalgia. Si Sonic Mania tiene el ¨¦xito que se merece, esperemos que sepan renovar la f¨®rmula y no intenten hacer lo mismo otra vez, porque es posible que le ocurra como a Mega Man 10 al perder la frescura y la novedad de un juego de 16 bits 23 a?os despu¨¦s de Sonic & Knuckles.
Este an¨¢lisis se ha hecho con un c¨®digo de la versi¨®n PS4.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.