An¨¢lisis de Neva, un majestuoso viaje vital a trav¨¦s del apego y la superaci¨®n

Tras meses de espera y unas prometedoras impresiones finales en el reciente evento de presentaci¨®n de Neva en la ciudad de Barcelona, al fin hemos podido tener acceso a la versi¨®n final del nuevo videojuego de Nomada Studio, creadores del celebrado Gris. T¨ªtulo que llega a PC, Nintendo Switch, PS4, PS5 y Xbox Series X|S bajo el paraguas de toda una editora de renombre como Devolver Digital con la promesa de llevar a¨²n m¨¢s all¨¢ las sensaciones a los mandos respecto a su ¨®pera prima, manteniendo el inconfundible estilo visual de su director art¨ªstico, el ilustrador Conrad Roset, que ya dej¨® huella con su primera incursi¨®n en la industria. Ya nos avisaron sus responsables; con Neva han querido ir m¨¢s all¨¢, dejando atr¨¢s el aspecto m¨¢s criticado de Gris con su manifiesta personalidad contemplativa para apostar por un plataformas de acci¨®n de corte m¨¢s tradicional. Lo analizamos en PlayStation 5.

La vida se abre camino en un ciclo sin fin

Neva se antoja una propuesta de corte m¨¢s tradicional en relaci¨®n a Gris, manteniendo su car¨¢cter plataformero en 2D con una fuerte carga narrativa aunque dejando de lado los puzles y su personalidad pausada, todo ello para apostar decididamente por la acci¨®n y los combates; aunque con matices. Adem¨¢s, lejos de ofrecer una trama intencionadamente abierta a la interpretaci¨®n de cada uno, Neva nos hace part¨ªcipes de una emotiva historia de amor, apego y resignaci¨®n, con la maternidad y las dificultades que conlleva cuidar de alguien como leitmotiv de su trama. Para ello tomamos el control de Alba, una joven que, tras un desgarrador suceso, debe hacerse cargo de una cachorra de lobo muy especial llamada Neva. Alba y Neva se convierten as¨ª en compa?eras de vida a trav¨¦s de un periplo en el que de se ven abocadas a liberar su mundo de una corrupci¨®n que pretende sumir todo en la m¨¢s absoluta oscuridad.

El desarrollo de Neva es completamente lineal, por lo que no hay concesi¨®n alguna al dise?o metroidvania, tan de moda estos ¨²ltimos a?os en el g¨¦nero de las plataformas y la acci¨®n 2D. La aventura tiene lugar a lo largo de las cuatro estaciones del a?o, dando as¨ª la posibilidad de que Neva crezca y se desarrolle a nuestro lado, con el consiguiente aprendizaje y posibilidades, m¨¢s centradas en el combate a lo largo del ¨²ltimo tercio, eso s¨ª. Neva hace lo que quiere en todo momento, por lo que no podemos esperar una interacci¨®n al estilo de Trico en The Last Guardian; es totalmente ajena a nuestras acciones. En ocasiones caer¨¢ o se asustar¨¢ o no encontrar¨¢ el camino correcto; all¨ª estaremos para reclamar su atenci¨®n, rega?arla y acariciarla. Sin embargo, aprenderemos a colaborar con ella seg¨²n convenga, puesto que pasaremos de llamarla para que no se distraiga o encuentre el camino correcto a ordenar ataques en su versi¨®n m¨¢s adulta, algo que deja espacio a ciertas estrategias cooperativas en pleno combate, adem¨¢s de otras acciones en sinton¨ªa que no queremos descubrir aqu¨ª para no arruinaros la sorpresa; aunque muy t¨ªmidas, eso s¨ª.

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Si ya hemos jugado a Gris anteriormente, r¨¢pidamente nos asaltar¨¢n sensaciones muy familiares; no en vano, Nomada Studio ha logrado encontrar su sello propio, especialmente en su vertiente art¨ªstica. Sin embargo, Alba se mueve de forma mucho m¨¢s ¨¢gil, contando incluso con el doble salto, el dash o la posibilidad de escalar paredes debidamente se?aladas, adem¨¢s del citado combate espada en mano. En este sentido, Alba puede realizar combos simples, as¨ª como estocadas hacia abajo o en pleno salto. Adem¨¢s, y a diferencia de Gris, en Neva podemos morir si perdemos las tres flores vitales situadas en la parte inferior de la pantalla. Eso s¨ª, los checkpoints son pr¨¢cticamente constantes, por lo que apenas no hay castigo por perecer m¨¢s all¨¢ de intentar superar una zona o un enemigo en particular, donde entra en juego la cl¨¢sica mec¨¢nica de ensayo-error.

Los combates se desarrollan de dos modos distintos, ya sea contra grupos de enemigos en mitad de un nivel -cuya variedad no es tampoco muy elevada- o contra jefes finales de mayor tama?o, de los que aprender sus patrones de ataque y encontrar la ventana de ataque para debilitarlos, hasta acabar con ellos. Con cada estocada recuperamos p¨¦talos de las flores vitales de Alba, por lo que debemos estar pendientes de esquivar y golpear para no perder vida. Con todo, si bien el combate es entretenido y a?ade ese plus tan demandado por los jugadores habituales del g¨¦nero, no deja de pecar de cierta sencillez, con pocas variantes y modos de encarar cada enfrentamiento. Neva tampoco pretende ser un Souls en 2D o un Blasphemous, por lo que aquellos que esperen una mayor profundidad en este aspecto pueden sentirse algo contrariados.

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Y es que Neva donde acierta de pleno es en el equilibrio que logra entre plataformas, exploraci¨®n y combate, ofreciendo al jugador una aventura amena en la que avanzar de forma bastante natural apoyada en una poderosa carga narrativa y sentimental. Las secciones de plataformas est¨¢n muy bien resueltas y amenizar¨¢n nuestro avance sin caer el desaf¨ªos imposibles. El progreso de la aventura es bastante ¨¢gil y no nos atascaremos en ning¨²n momento; solo los m¨¢s completistas que quieran encontrar todos los coleccionables en forma de flores luminiscentes encontrar¨¢n ciertas secciones de plataformas algo m¨¢s exigentes, adem¨¢s de potenciar la exploraci¨®n a trav¨¦s de caminos m¨¢s ocultos, dando lugar a peque?os desv¨ªos respecto al camino principal, como decimos, siempre lineal. En ning¨²n momento nos invadir¨¢ la sensaci¨®n de frustraci¨®n -la dificultad general est¨¢ muy bien ajustada-, menos a¨²n si nos decidimos por la vertiente narrativa de la aventura, mucho m¨¢s al estilo de Gris, mucho m¨¢s contemplativa y sosegada.

El combate es, seguramente, el aspecto m¨¢s controvertido de Neva, especialmente por su sencillez. Si bien los enfrentamientos resultan din¨¢micos y variados -no podremos avanzar sin salir airosos de cada uno de ellos-, las opciones son m¨¢s bien limitadas, provocando as¨ª cierta sensaci¨®n de redundancia. En ocasiones las hit boxes no son todo los precisas que nos gustar¨ªa, a lo que debemos sumar un control de Alba que, si bien es ¨¢gil e intuitivo, no termina de encajar al cien por cien junto a otras acciones como el dash o el salto; hablando solo del combate, eso s¨ª. En tramos de plataformas nos sentimos mucho m¨¢s c¨®modos, haciendo de la exploraci¨®n y el avance por el mundo de Neva un viaje ameno y agradable. Aunque cabe remarcar un peque?o ¡°pero¡± a un dise?o de niveles que vence y convence: se reitera en ciertas estructuras de escenarios, muy previsibles, a las que nos enfrentamos en diferentes momentos de la aventura. Y para los que se pregunten cu¨¢nto dura Neva: entre seis y siete horas en una primera pasada. Evidentemente, este tipo de propuestas no abogan mucho por la rejugabilidad m¨¢s all¨¢ de encontrar todos los coleccionables, probar el modo alternativo o disfrutar de su fastuosa y potente puesta en escena.

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La evoluci¨®n art¨ªstica de Nomada Studio

El aspecto m¨¢s llamativo de la obra de Nomada Studio es, sin duda, la presentaci¨®n audiovisual de sus t¨ªtulos. Sin con Gris ya sorprendieron con su peculiar apuesta por la acuarelas, los trazos a l¨¢piz y las texturas de papel para dar forma a su on¨ªrico universo -amenizado todo ello por el buen hacer del grupo Berlinist en la banda sonora-, en esta ocasi¨®n se ha apostado por un acercamiento est¨¦tico un tanto diferente con el buen hacer del ilustrador Conrad Roset al frente. Tanto es as¨ª, que a pesar de mantener el sello de Nomada Studio, Neva se aleja de las l¨ªneas marcadas para presentar sus personajes y paisajes a trav¨¦s de manchas de colores, con un tratamiento m¨¢s digital de las formas. Adem¨¢s, se ha llevado a cabo un trabajo excelso tanto en las animaciones como en la iluminaci¨®n, haciendo de cada pantallazo de Neva una verdadera obra pict¨®rica en movimento.

Adem¨¢s, tanto la paleta de colores como la composici¨®n de las im¨¢genes delatan la marca Nomada, logrando una personalidad arrolladora complementada por una banda sonora que acompa?a a la perfecci¨®n todas y cada una de las acciones mostradas en pantalla. Incluso se permite el lujo de, en ciertos momentos, alejar tanto la c¨¢mara para otorgar todo el protagonismo al propio escenario y su belleza y magnificencia intr¨ªnsecas, empeque?eciendo tanto a Alba y a Neva hasta el punto de parecer motas de polvo en un mundo dominado por la naturaleza y otras estructuras ancestrales. Instantes para recordar y enmarcar.

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