An¨¢lisis de Metro Awakening VR, una aventura aterradora y claustrof¨®bica a modo de precuela

La celebrada saga Metro da el salto a la realidad virtual con Metro Awakening, uno de los t¨ªtulos VR m¨¢s esperados de este a?o y que al fin est¨¢ disponible para PS VR 2 (PS5), Meta Quest y Steam VR. Un shooter en primera persona con una fuerte carga narrativa que no renuncia al sigilo, el terror y la acci¨®n directa a cargo de Vertigo Games -y su estudio de desarrollo afincado en Amsterdam-, responsables de algunos de los videojuegos para realidad virtual m¨¢s bien recibidos de un tiempo a esta parte. Tanto es as¨ª que tras los m¨¢s que notables Arizona Sunshine 2, The 7th Guest VR y el m¨¢s reciente Arizona Sunhine Remake, entre otros, ahora llega el turno de la adaptaci¨®n del universo Metro de Dmitry Glukhovsky a la VR tras varias entregas en formato FPS tradicional; y ya os adelantamos que el resultado es asombroso.

Siente el terror y la claustrofobia del universo Metro en VR

Y es que una de las grandes bazas de este Metro Awakening es que logra sumergir al jugador en su aterrador y claustrof¨®bico universo como pocos juegos en VR hasta el momento. La sensaci¨®n de estar ah¨ª, en los oscuros, fr¨ªos y radioactivos t¨²neles poasapocal¨ªpticos de Mosc¨² es total, a pesar de que en esta ocasi¨®n se reduce considerablemente el n¨²mero de objetos con los que interactuar, en clara oposici¨®n al universo zombi de Arizona Sunshine. Pero en este caso sus creadores buscan otras sensaciones y que tienen m¨¢s que ver con nuestra relaci¨®n con el entorno virtual y sus habitantes, ya sean aliados, despiadados mercenarios o terror¨ªficos mutantes. Y la inmersi¨®n es total, seguramente, su apartado m¨¢s brillante.

A grandes rasgos, Metro Awakening sigue muy de cerca las pautas de las entregas principales de la saga, aunque adapt¨¢ndolas convenientemente a las bondades de la realidad virtual. Con un desarrollo completamente lineal, se nos presenta una historia a modo de precuela de la primera parte, tomando el rol de Serdar, un m¨¦dico con evidentes aptitudes para la supervivencia que debe adentrarse en la oscuridad y los peligros que encierra la red de t¨²neles de una Mosc¨² arrasada por el apocalipsis nuclear, todo ello para dar con su esposa y las medicinas que necesita a ra¨ªz de un pasado tr¨¢gico del que no son capaces de pasar p¨¢gina. A partir de aqu¨ª se desata una aut¨¦ntica pesadilla dividida por cap¨ªtulos -con un total de doce- en los que tendremos que enfrentarnos a letales mutantes, implacables mercenarios y a la propia radiaci¨®n que inunda ciertos rincones de un mundo totalmente desolado.

Con una trama que inunda todo, Metro Awakening se vale de una narrativa que nos engancha como pocos juegos de VR, adem¨¢s de aportar todo lo que se espera de una propuesta de estas caracter¨ªsticas en 2024; m¨¢s si tenemos en cuenta el curr¨ªculum de sus responsables. Y es que el guion est¨¢ escrito por el mism¨ªsimo Glukhovsky, autor de las novelas originales, tocando temas profundos y adultos -con cierto toque sobrenatural- que conectan directamente con las entregas principales de la saga, jugando con la fina l¨ªnea que separa la cordura de la irracionalidad humana m¨¢s absoluta. Como decimos, su desarrollo abraza diferentes mec¨¢nicas, desde la acci¨®n y los tiroteos directos contra monstruos y humanos al sigilo, adem¨¢s de alg¨²n que otro rompecabezas, aunque sean anecd¨®ticos. Y lo mejor de todo es que en conjunto funciona a las mil maravillas.

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Eso s¨ª, la variedad no es su fuerte, ya que siempre nos movemos por t¨²neles -nunca en el mundo exterior-, por lo que puede dar la sensaci¨®n de estar siempre haciendo lo mismo cuando ya vamos por la mitad del juego, m¨¢s si tenemos en cuenta que completar la aventura nos puede llevar entre 8 y 10 horas, incrementando su duraci¨®n si nos detenemos a explorar a conciencia los escenarios en busca de munici¨®n, armas y otros enseres vitales para sobrevivir. Como suele ser habitual en los shooters de Vertigo Games, el manejo de las armas es bastante realista gracias a unas acciones que debemos seguir a rajatabla, tales como deshacernos de un cargador vac¨ªo, introducir otro cargado y amartillar el arma para seguir abriendo fuego. Incluso podemos apuntar con las dos manos para evitar un retroceso mayor o abrir fuego con un arma en cada mano.

Otras armas que apuestan por el sigilo precisan de mec¨¢nicas muy particulares, como el ritual a seguir para rellenar el cargador de la ballesta y tensarla con cada disparo o tener que llevarnos la cerbatana a la boca para poder disparar. De hecho, la manipulaci¨®n de nuestro equipamiento potencia a¨²n m¨¢s la personalidad survival de Metro Awakening, como la necesidad de sacar nuestra mochila de la espalda con el movimiento adecuado sobre el hombro para acceder a un dispositivo de carga el¨¦ctrica -tanto para nuestra linterna en la frente que se apaga y enciende manualmente como para dar luz a ciertos paneles el¨¦ctricos, girando su manivela-, nuestra m¨¢scara de ox¨ªgeno con filtros intercambiables, las granadas, el mechero o las propias armas secundarias, adem¨¢s de poder usar directamente la jeringuilla de salud con la mano izquierda con un simple movimiento, con sus propios viales de usar y tirar.

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Todas estas caracter¨ªsticas nos obligan a medir muy bien nuestros pasos y abordar cada nueva zona con los deberes hechos, para as¨ª no quedarnos vendidos en pleno tiroteo o bajo el acecho de los diferentes mutantes, que suelen cazar en grupo. La munici¨®n escasea, por lo que siempre que podamos tendremos que recurrir al sigilo para superar ciertos niveles dominados por facciones enemigas; un detalle interesante es que podemos quedarnos con los cargadores de nuestros enemigos ca¨ªdos. En estos niveles tenemos dos opciones: abrir fuego y desencadenar infernales tiroteos o tratar de pasar desapercibidos, agach¨¢ndonos, avanzando sin hacer ruido y tirando botellas o latas lejos de nuestra posici¨®n para despistar al enemigo; en este sentido, la inteligencia artificial no es especialmente brillante, pero hace su funci¨®n.

Lo que s¨ª hemos notado frente a otros shooters en VR como los propios Arizona Sunshine es que, en general, Metro Awakening no es tan preciso a la hora de apuntar, quiz¨¢ buscando unas sensaciones m¨¢s realistas de lo que ser¨ªa una escaramuza en lugares cerrados y oscuros. Por su parte, los mutantes se quedan decididamente cortos a nivel de variedad, con tan solo tres tipos -peque?os y r¨¢pidos, grandotes y lentos y las ara?as mutadas, muy molestas- con patrones de movimientos algo rob¨®ticos y poco inspirados. Lo que deber¨ªa ser el eje central del juego se queda un poco a medio gas, dejando el resto a la constante sensaci¨®n de terror psicol¨®gico y aislamiento.

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Un apocalipsis subterr¨¢neo muy real; y oscuro

Su apartado audiovisual llega a ser sorprendente por su realismo, especialmente a nivel de iluminaci¨®n, con modelados de objetos y personas m¨¢s que convincentes; por desgracia no ocurre lo mismo con los monstruos, mucho m¨¢s ¡°poligonales¡± y con animaciones m¨¢s sencillas y rob¨®ticas. Ciertas texturas tampoco est¨¢n al nivel, aunque por lo general Metro Awakening se posiciona como uno de los t¨ªtulos de realidad virtual m¨¢s vistosos, a pesar de su marcada oscuridad debido a su claustrof¨®bica ambientaci¨®n. Los efectos de sonido est¨¢n tambi¨¦n a un gran nivel, haciendo uso del audio 3D de forma brillante, con una gran presencia de este apartado en seg¨²n qu¨¦ situaciones, potenciando as¨ª la sensaci¨®n de horror. Las voces llegan en ingl¨¦s -con marcado acento ruso- con los textos y subt¨ªtulos en castellano, aunque en ocasiones cuesta leer unos subt¨ªtulos que acompa?an a nuestros movimientos de cabeza como buenamente pueden; cosas de la VR.