An¨¢lisis de Freedom Planet 2, todo lo que un Sonic cl¨¢sico quiere ser

Una d¨¦cada es lo que separa Freedom Planet 2 de su entrega original, t¨ªtulo que naci¨® como proyecto fan de los Sonic m¨¢s cl¨¢sicos por parte de GalaxyTrail Games y que se ha convertido en un peso pesado de los videojuegos de plataformas y acci¨®n 2D pixel art. As¨ª, tras varios retrasos y un a?o y medio desde su lanzamiento original en PC, finalmente tenemos entre manos la nueva y electrizante aventura de Lilac, Carol y Milla junto a Neera, la nueva incorporaci¨®n jugable que hace gala de unos efectivos poderes g¨¦lidos. Veamos en nuestro an¨¢lisis si Freedom Planet 2 para PC, Switch, PS4, Xbox One, PS5 y Xbox Series X|S mantiene los niveles de la primera parte y logra convertirse en el nuevo referente en el g¨¦nero de la acci¨®n y las plataformas bidimensionales de corte retro.

Una secuela cargada de novedades y contenido

Si bien nuestras tres protagonistas ya salvaron Avalice de una invasi¨®n alien¨ªgena, en esta ocasi¨®n su mundo vuelve a estar amenazado, esta vez, por un peligro ancestral latiente. Y es que lejos de lo que pudiera parecer por su aspecto y su g¨¦nero, Freedom Planet 2 esconde un mont¨®n de lore y una historia que se desarrolla -y de qu¨¦ manera- a trav¨¦s de sus variopintos y carism¨¢ticos personajes, abordando tem¨¢ticas tan maduras como la represi¨®n, la venganza o la lealtad. A grandes rasgos, Merga, la ¨²ltima de las dragonas de agua, queda liberada por los sucesos de la primera parte, liderando as¨ª una conspiraci¨®n contra Avalice y sus gobernantes. Por suerte, contamos con las habilidades ¨²nicas de nuestras protagonistas: Lilac y su impulso Drag¨®n, Carol y su Disco Bumer¨¢n -con moto incluida-, Milla y su escudo y Neera, la gran novedad de esta secuela, y sus poderosas Artes G¨¦lidas.

Gracias a esta variedad de poderes y habilidades, jugar con cada una de nuestras hero¨ªnas nos ofrece la posibilidad de abordar la aventura de cuatro modos bien diferenciados a trav¨¦s de mec¨¢nicas suficientemente diversas y variadas. De este modo, la jugabilidad con Lilac se basa en el dash y los ataques r¨¢pidos; Carol recurre a sus garras y una veloz moto; Mila es capaz de usar escudos y lanzarlos; Neera, por su parte, usa una polivalente lanza de hielo con la que realizar ataques g¨¦lidos y deslizarse sobre ellos. Eso s¨ª, no podemos cambiar de personaje en mitad de la aventura; empezamos y terminamos con la misma hero¨ªna. Por otro lado, Freedom Planet 2 ofrece un desarrollo no lineal de sus niveles, dando cierta libertad al jugador a la hora de enfrentarse a grupos de niveles en base a su dificultad. Y por si no fuera poco, una vez completada la aventura podemos acceder a un modo cl¨¢sico lineal, esta vez s¨ª, al m¨¢s puro estilo cl¨¢sico.

Esta secuela aprovecha tambi¨¦n para redise?ar el propio desarrollo de los niveles y sus enemigos, dando lugar a un buen equilibrio entre exploraci¨®n, acci¨®n y velocidad; no olvidemos que los Sonic cl¨¢sicos son absoluta referencia para GalaxyTrail Games. La combinaci¨®n ganadora vendr¨¢ dada por lograr dominar los diferentes ataques a nuestra disposici¨®n con la esquiva, esencial para superar cada desaf¨ªo sin recibir mucho da?o, especialmente con los jefes finales, uno por nivel, con m¨¢s de 30 en total. Ahora los niveles tienen zonas ocultas, secretos, numerosos objetos y power-ups; y un gran n¨²mero de enemigos de los m¨¢s variados, tanto en aspecto como en mec¨¢nicas de ataque.

Y es que cuando superemos un nivel podremos conseguir mejores recompensas en base a nuestra actuaci¨®n, incluso obteniendo diferentes rangos a trav¨¦s de las cl¨¢sicas puntuaciones C, B, A y S. Las gemas que podamos recoger en las diferentes fases ser¨¢n vitales para comprar objetos y pociones que podamos usar a nuestro favor, aumentando estad¨ªsticas de personaje u otorgando habilidades extra; tambi¨¦n podemos adquirir objetos que nos perjudiquen para obtener mejores recompensas si tenemos la destreza necesaria. No en vano, Freedom Planet 2 es suficientemente exigente como para ponernos las cosas dif¨ªciles en ciertos momentos, especialmente con el nivel de dificultad m¨¢s elevado, de entre tres opciones.

Todas estas variables dan como resultado un plataformas de lo m¨¢s completo y desafiante, con el suficiente contenido para mantenernos ocupados entre 5 y 6 horas de campa?a (que no es poco), alcanzando f¨¢cilmente las 9 horas si visionamos las no pocas escenas de historia en la que se desarrolla la trama y los personajes protagonizan acalorados di¨¢logos, tambi¨¦n cargados del particular sentido del humor made in Freedom Planet. Todos ellos genialmente interpretados por las habituales voces originales, claro est¨¢, en ingl¨¦s, aunque con una localizaci¨®n de los textos al castellano competente y sin fisuras. Eso s¨ª, en ocasiones el ritmo se resiente al contar con ciertos episodios de relleno que alargan artificialmente la historia.

Freedom Planet 2 y su oda al pixel art

GalaxyTrail Games ha aprovechado la ocasi¨®n para dejar atr¨¢s el vetusto motor gr¨¢fico del primer t¨ªtulo y ha apostado por Unity para esta secuela. Como resultado tenemos una apariencia m¨¢s colorida, con un pixel art m¨¢s detallado y s¨®lido. Adem¨¢s, el frenetismo de la acci¨®n sube una marcha m¨¢s, con lo que nos moveremos de forma incluso m¨¢s ¨¢gil entre saltos, ataques, esquivas y loopings imposibles a toda velocidad, todo ello mientras esquivamos proyectiles, rayos y toda clase de amenazas. Adem¨¢s, se incluyen algunas fases de estilo shoot¡¯em up y otras solo de velocidad que aportan variedad a la f¨®rmula.

Menci¨®n aparte para los niveles de desaf¨ªo en los que superar arenas de combate al estilo supervivencia, ciertos minijuegos o la posibilidad de enfrentarnos a los jefes ya derrotados. La banda sonora tambi¨¦n est¨¢ a gran altura, con temas de lo m¨¢s variados a cargo, de nuevo, del compositor Leilani ¡®Woofle¡¯ Wilson, que ya nos ofreci¨® una excelente BSO en el primer juego. En esta ocasi¨®n tenemos temas que abarcan una gran variedad de g¨¦neros -rock, funky, electr¨®nico, pop e incluso metal- siempre desde el prisma retro de un sonido inconfundible.