An¨¢lisis de Eden Genesis, plataformas de precisi¨®n en un mundo cyberpunk

Hace bien poco que nos hemos llevado uno de esos ba?os de realidad que nos reserva la industria, esta vez con el cierre de la tienda de Xbox 360. Aunque se trata de algo l¨®gico a nivel empresarial, uno no puede dejar de pensar que es algo muy triste para los juegos de plataformas, porque fue all¨ª donde Edmund McMillen se hizo mundialmente famoso con su primer gran juego, convertido ahora en un cl¨¢sico con todas sus plumas: Super Meat Boy. Y es que todo lo que ha venido despu¨¦s, tanto en la escena indie como en la del AAA, ha captado en mayor o menor medida el mensaje de ese plataformeo de precisi¨®n, repetici¨®n de niveles, mejora de tiempos y saltos calculados al mil¨ªmetro. Un subg¨¦nero que luego perfeccionaron otras obras maestras, como el exitoso Celeste o el incomprendido The End is Nigh.

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Damos por hecho que en Aeternum Game Studios pululan algunos fan¨¢ticos radicales de Super Meat Boy, enfrascados en todo un tour de force que los ha llevado a lanzar un juego nuevo cada a?o. Su opera prima, Aeterna Noctis, ya lleva un tiempo con nosotros y cuenta con un spin off en el mercado y una secuela anunciada para dentro de no mucho. Pero m¨¢s que su productividad, sorprende la claridad del estudio a la hora de mostrar que lo que m¨¢s le gusta son precisamente esas plataformas de precisi¨®n, que parecen preferir a esos metroidvania tradicionales que ahora est¨¢n en horas bajas. Su nueva apuesta muestra una clara evoluci¨®n en muchos aspectos que ahora detallaremos, aunque tampoco llega a salir de la zona de confort del estudio ya que, recordemos, Aeterna Noctis era en realidad un metroidvania compuesto por cientos de peque?os niveles de plataformas de precisi¨®n, y esta idea sigue presente en el reci¨¦n llegado, aunque el backtracking sea algo mucho m¨¢s opcional de lo que fue. Un cambio de registro controlado, podr¨ªa decirse.

Un entorno m¨¢s atrayente

Algo que nos ha llamado mucho la atenci¨®n en Eden Genesis es el dise?o de todos sus men¨²s y la interfaz dentro del juego, por lo bien que ambos elementos nos meten en una historia cyberpunk que nos ha llegado a interesar mucho m¨¢s de lo esperable en un juego de plataformas. Nuestra protagonista, Leah Anderson, es una hacker con implantes cibern¨¦ticos afectada por una enfermedad incurable, a quien la cl¨¢sica corporaci¨®n omnipotente cuyas intenciones no est¨¢n del todo claras ofrece una soluci¨®n: su enfermedad puede curarse con un tratamiento experimental. La medicina est¨¢ muy clara: saltar muchos miles de plataformas y destruir similar n¨²mero de enemigos con sus ataque fuerte y d¨¦bil y, por qu¨¦ no, su pistola de rayos masivos.

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El g¨¦nero de las mec¨¢nicas maestras

Ning¨²n otro g¨¦nero como el de las plataformas de precisi¨®n requiere de forma tan innegociable de unas mec¨¢nicas pulidas. Es m¨¢s: ni siquiera habr¨ªa llegado a hablarse del subg¨¦nero de no ser porque cada uno de sus grandes exponentes ha bordado una mec¨¢nica jugable hasta sus ¨²ltimas consecuencias. Super Meat Boy, por ejemplo, hac¨ªa magia con el uso de la inercia, mientras que la Madeline de Celeste nos gan¨® con su forma de cansarse al trepar y rebotar por las paredes, ambos con todas las implicaciones que los niveles aportaban a sus habilidades. Leah Anderson se mueve r¨¢pido, con un estilo que recoge un poco de los dos monstruos que menciono, pero su premisa es m¨¢s bien la de alternar su dash y saltos con total libertad para lograr una movilidad muy inteligente que los niveles nos obligar¨¢n a plantearnos de continuo: con esos mimbres y su capacidad para andar por el techo pretende asaltar el trono del plataformeo complicado, algo de lo que se queda bastante cerca, sin llegar a doctorarse del todo.

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Aunque pueda tener elementos metroidvania, lo cierto es que la estructura del juego es claramente la de un juego de plataformas de niveles cortos, aunque la zona principal -una enorme ciudad virtual- es todo un overworld jugable que m¨¢s nos vale explorar si tenemos intenci¨®n de ver los niveles perdidos. Como es l¨®gico, no todo est¨¢ abierto desde el comienzo, por lo que el asunto va m¨¢s bien de ir pas¨¢ndonos niveles para abrir zonas cerradas que nos plantean siempre nuevos retos progresivos. Esta es otra faceta que nos ha convencido, con un equilibrio entre esa exploraci¨®n simplificada y la apertura de barreras que nos va permitiendo conocer zonas nuevas sin demasiado esfuerzo. La sensaci¨®n de progresi¨®n es m¨¢s amable que en otros t¨ªtulos del estilo, y la historia que se va abriendo alrededor acompa?a.

Un estudio espa?ol en crecimiento

Con todo lo que venimos diciendo hasta ahora, suponemos que queda claro que Eden Genesis es un videojuego con las hechuras de un estudio independiente que va tirando m¨¢s bien a grande y ha decidido jugar duro en el panorama actual de las 2D. Es verdad que se nota la familiaridad visual con Aeterna Noctis, pero al mismo tiempo se percibe que se ha querido dar forma a algo distinto. Con esta premisa, lo cierto es que Eden Genesis es un t¨ªtulo que convence visualmente, aunque lo cierto es que nos ha dejado la sensaci¨®n de no llegar a materializar todo lo que promete a los mandos. Gran parte del problema lo protagonizan unos niveles de combate que nos han parecido much¨ªsimo menos interesantes que los de pura habilidad plataformera, sin que avanzar en la aventura nos haya hecho dejar atr¨¢s esta opini¨®n. Pero hay otro asunto que no nos ha terminado de convencer del todo. Algo mucho m¨¢s troncal seguramente, aunque habr¨¢ quien lo llegue a superar con miles de intentos.

Adem¨¢s de las mec¨¢nicas maestras a las que me refer¨ªa m¨¢s arriba, los plataformas de precisi¨®n necesitan exactamente eso: precisi¨®n. La reacci¨®n del personaje a los mandos tiene que ser total, ya que solo as¨ª se puede exigir al jugador llevar a cabo filigranas incre¨ªbles con cada vez m¨¢s rapidez. Tras bastantes horas de juego, hay dos conceptos en el control de Eden Genesis que no terminan de ser todo lo satisfactorios que habr¨ªamos necesitado. Por un lado, se ha confiado mucho en unas losas que nos aceleran al darles el cl¨¢sico pisot¨®n, pero este gesto nos ha causado bastantes quebraderos de cabeza incluso en niveles ya avanzados, cuando supuestamente dominamos a fondo las reacciones de nuestra Leah. Por otro, y en esto hay cierta reincidencia si pensamos en Aeterna Noctis, la idea de andar boca abajo por los techos tambi¨¦n nos ha causado ca¨ªdas involuntarias, y esto es algo que desluce un juego que se basa en la repetici¨®n y mejora de patrones ya que llegar a los rangos altos requiere enlazar todos los saltos a la perfecci¨®n.

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Eden Genesis, que nadie se lleve a enga?o por estas zonas m¨¢s oscuras que describimos, est¨¢ hecho para gustar ¨Cmucho¨C a los que hayan completado todos esos t¨ªtulos a los que me he venido refiriendo en este an¨¢lisis. Hay muchos niveles inspirad¨ªsimos en su dise?o, y con ellos se las apa?a para picar al jugador m¨¢s implicado a volver por m¨¢s, que es de lo que se trata. Tambi¨¦n nos ha parecido paso adelante para un estudio, ya que demuestra que va a ser capaz de cambiar poco a poco de registro dentro de lo bidimensional. A buen seguro, los jugones m¨¢s avanzados del g¨¦nero le sacar¨¢n mucho partido, ya que est¨¢ pensado para repetir muchos niveles hasta la perfecci¨®n, pero a otros se les har¨¢ pesado c¨®mo se ha manejado el delicado equilibrio que existe en estos juegos. Esa dualidad entre el momento de averiguar c¨®mo hay que atravesar cada nivel y el de mejorar cada salto hasta lograrlo en tiempo r¨¦cord (sin hacer trampas con los fantasmas de otros jugadores, claro est¨¢). Algo que Edmund McMillen siempre trabaj¨® con el talento de los genios cono ¨¦l.