Endling - Extinction is Forever, el juego espa?ol que est¨¢ nominado en los The Game Awards

Endling - Extinction is Forever puede no haber sido el nombre m¨¢s mencionado de entre los nominados a las categor¨ªas de The Game Awards, donde God of War: Ragnarok y Elden Ring se han llevado todos los focos. Puede, tambi¨¦n, que una difusa categor¨ªa como Games for Impact no sea la m¨¢s recordada entre el gran p¨²blico. Pero a pesar de ello, la presencia de un desarrollo espa?ol entre los mejores juegos de 2022 siempre es algo a celebrar, y el trabajo de los barceloneses Herobeat Studios para concienciar sobre el cambio clim¨¢tico buscar¨¢ seguir la estela de Gris, que gan¨® el premio a Mejor Juego de Impacto hace justo tres a?os.

En este caso, las motivaciones y mensajes de Endling difieren de los de Gris. Aqu¨ª estamos a los mandos de un zorro que intenta escapar de la mano del ser humano y de un incendio que casi acaba con su existencia. Una vez a salvo, nuestra protagonista dar¨¢ a la luz cuatro cachorros que deber¨¢ cuidar en un t¨ªtulo donde la supervivencia es b¨¢sica. No es de extra?ar que el estudio barcelon¨¦s haya escogido este animal, muy presente en las monta?as catalanas, irremediablemente atractiva por su color rojizo y que llama la atenci¨®n del ser humano: un tesoro visual para los de a pie, pero un reclamo para un mundo furtivo y salvaje como el que nos presenta el juego.

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Con la zorra deberemos explorar un mundo 3D pero de avance lateral, desvi¨¢ndonos por m¨²ltiples caminos? mientras conseguimos comida, salvamos obst¨¢culos e intentamos evitar la muerte de nuestros cachorros. Tres estar¨¢n con nosotros a lo largo de 30 noches -siempre que no mueran- mientras que un cuarto ser¨¢ capturado y deberemos seguir su rastro en momentos concretos para saber qu¨¦ le pas¨® o d¨®nde est¨¢. Todo ello, saliendo de noche, evitando a los humanos y a otros peligros, como trampas, tejones o depredadores.

El t¨ªtulo se desarrolla de esta manera, con la comida como principal reclamo para poder descansar durante el d¨ªa y volver a salir a la noche siguiente, desbloqueando nuevos caminos y haciendo que los cachorros aprendan algunas nuevas habilidades. Estamos en un mundo hostil en un futuro cercano y el juego hace bien en indicar, a lo largo del desarrollo, que el ser humano no es el ¨²nico peligro que nos rodea, aunque s¨ª el m¨¢s letal.

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La primera vez que una ave se lleva por delante uno de los cachorros o cuando nos atrapa una trampa que no hemos visto, es revelador: nos demuestran lo dif¨ªcil que puede ser sobrevivir y lo poco que necesita un animal de este tipo para perder a un cachorro o, directamente, morir.

La experiencia no es demasiado larga -algo m¨¢s de tres horas- pero eso no quita que tenga ciertos altibajos. Las noches en las que seguimos el rastro del cachorro perdido aportan contexto y cierta fuerza narrativa: nuestra supervivencia como zorros se asemeja bastante a la historia que vemos del humano y su hija que nos arrebat¨® al peque?o, pero por otro lado, hay muchas noches intrascendentes, donde los eventos son escasos o nimios y donde nuestro objetivo es simple y repetitivo. Es evidente que salir de noche a buscar comida es una rutina para esta especie y eso es lo que se representa, pero a nivel mec¨¢nico la experiencia se resiente.

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Es dif¨ªcil conseguir una primera partida con todos los cachorros a salvo, porque hay momentos inesperados que acabar¨¢n con ellos y porque gestionarlos a todos es m¨¢s dif¨ªcil que solo a uno, pero la propuesta jugable no es tan atractiva como para animarnos a rejugarlo tras terminarlo por primera vez.

Un mensaje no siempre sutil

El t¨ªtulo va destapando ciertos eventos que cambian nuestra ubicaci¨®n y abre nuevas zonas de exploraci¨®n, aumenta la presencia del humano hostil pero tambi¨¦n de peque?os aliados. En este sentido, es lo suficientemente difuso para que interpretes lo que sucede, a ti y a tu alrededor, y tome fuerza el sentido de supervivencia en un futuro que camina hacia la degradaci¨®n total del planeta. Pero por otro lado, es poco sutil en demasiados momentos, como queriendo poner el foco en el mensaje que quieren trasladar de manera tan clara que solo faltan luces y neones: esto es especialmente evidente en el tramo final, donde todo es muy bruto y expl¨ªcito, usando recursos facilones para el desenlace de la historia.

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A pesar de esta sensaci¨®n algo agridulce, la realidad es que el t¨ªtulo funciona muy bien en casi todo lo que propone durante la mayor parte del tiempo. La falta de sutileza final y ciertos altibajos jugables no tapan una experiencia que consigue lo que se propone durante gran parte de la partida. Y eso es gracias, sobre todo, a un apartado audiovisual tan sencillo como precioso, que retrata un futuro plausible y no muy halag¨¹e?o y un animal que lucha por lo que quiere con las pocas herramientas de las que dispone. Todo, acompa?ado con una banda sonora que sabe aportar tensi¨®n cuando lo requiere y que acompa?a perfectamente cada momento. A nivel t¨¦cnico funciona sin demasiados problemas, aunque en Steam Deck s¨ª hemos detectado algunos bajones de framerate en ciertos momentos.