Saturado con Yakuza: tres juegos nuevos... ?y yo (Kiryu tambi¨¦n) con esos pelos!

Me pierdo con la saga Yakuza, no le puedo seguir el ritmo. Completo uno y resulta que anuncian tres m¨¢s de una tacada. ?Y yo con esos pelos! Y Kiryu luciendo nuevo peinado, al parecer justificado argumentalmente (y no, no es un crossover de Devil May Cry 5). En Like a Dragon me qued¨¦ atascado en un enemigo final muy pu?etero, me top¨¦ con una barrera de nivel y ah¨ª se qued¨®, instalado en mi Xbox Series X para la posteridad. Siempre digo que alg¨²n d¨ªa lo terminar¨¦, pero en el ¨²ltimo momento la pereza me embarga y vuelvo a elegir otro videojuego. Ichiban no espera y el ritmo de lanzamientos tampoco.

La s¨¦ptima entrega inici¨® una nueva saga de la mano de un protagonista in¨¦dito. Kazuma Kiryu se despidi¨® (pero poco) en Yakuza 6, porque el personaje regresar¨¢ en Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name y en Like a Dragon 8. No es que Ichiban Kasuga, el nuevo protagonista, vaya a desaparecer. Pero Ryu Ga Gotoku Studio parece incapaz de librarse del legado de su antiguo personaje, que se ha movido desde los a?os ochenta entre los bajos fondos del Jap¨®n mafioso. Por m¨¢s que se esfuerza en dejar los mamporros atr¨¢s, siempre vuelve a dar tortazos a los matones de turno.

Seguir la historia de Yakuza requiera horas y horas de dedicaci¨®n: los juegos se acumulan a ritmo vertiginoso y los spin-off a?aden m¨¢s personajes e historias dentro del mismo universo. ?Menudo barullo de tramas, ni en una serie de 10 temporadas ni en Pasi¨®n de Gavilanes! Teniendo en cuenta que esta columna viene de un seguidor de la saga Assassin's Creed, cualquiera pudiera pensar que la opini¨®n es algo hip¨®crita. Quiz¨¢ no sea del todo mentira, aunque la naturaleza del ser humano es as¨ª: contradictoria.

Yakuza me ha llamado la atenci¨®n desde el principio, es una de esas marcas que deseo disfrutar al m¨¢ximo: la ambientaci¨®n es fant¨¢stica, los juegos son divertidos y los personajes suelen mostrar matices interesantes. Reconozco que la mezcla del drama y de la comedia me chirr¨ªa, aunque es parte de la esencia de la saga y tiene cierto encanto, pura cultura nipona.

Empatizo menos con los elementos repetitivos de la jugabilidad, ese alargamiento artificial de las tramas y la sensaci¨®n de que parte del dise?o sigue anclado en la ¨¦poca de PlayStation 2: largas secciones en las que no se puede guardar, cinem¨¢ticas infinitas y combates incesantes con poca o nula recompensa. Subir de nivel no es gratificante cuando ganar a enemigos te proporciona una cantidad de puntos de experiencia p¨ªrrica. Y mira que dan la lata, que das dos pasos y ya los tienes ah¨ª con el bate, la katana o la pistola en las mano.

En el momento en que escribo este art¨ªculo ya he terminado los tres primeros Yakuza y Yakuza 0. He dejado Like a Dragon a medias y tengo alg¨²n que otro juego en la estanter¨ªa. Me gustan, pero al mismo tiempo me desesperan. Deseo acabarlos fervientemente, pero al mismo tiempo me agobian. Me pongo con uno, pero al mismo tiempo anuncian otros tres... y los que est¨¢n por venir todav¨ªa.

Tal vez parte del problema sea m¨ªo y no de los juegos, que al fin y al cabo han sido dise?ados como sus autores han querido. Aun as¨ª, creo que es mejor para un estudio centrar el tiro y focalizar la atenci¨®n en hacer un videojuego verdaderamente bueno que tres t¨ªtulos a la vez en un per¨ªodo de tiempo tan corto. Imaginad ahora un Yakuza alcanzando la excelencia.