Cr赤tica La Casa del Drag車n 1x01: ?una serie a la altura de Juego de Tronos?
Analizamos lo mejor del primer episodio de la serie de HBO Max, la cual nos quita las penas por el final de Juego de Tronos y zarandea como lo hizo aquella.
Los seres humanos somos as赤. Pisamos ligeramente el freno y miramos por la ventanilla cuando pasamos junto a un accidente de tr芍fico. Nos recreamos en las esquelas del peri車dico leyendo los motivos de defunci車n y calculando la edad de los fallecidos. Hasta disfrutamos cuando nuestros amigos comparten sus mayores cicatrices y heridas de guerra; sus historias de operaciones, enfermedades y momentos en que casi no lo cuentan. Por eso, porque los seres humanos somos as赤. Nos fascina la muerte, el peligro y todo cuanto les rodea. Nos encanta el morbo. Y quiz芍s por ese motivo sea tan dif赤cil quitar los ojos de la pantalla durante el impresionante episodio piloto de La Casa del Drag車n. El mundo de George RR Martin es un pozo de brea negra del que estar赤amos bebiendo hasta que nuestro coraz車n no pudiera m芍s.
Poniente es la mayor factor赤a de indeseables que haya parido (y nunca mejor dicho#) la historia de la televisi車n. Cre赤as que nadie iba a superar al Joffrey Baratheon de Jack Gleeson y de pronto ah赤 estaba el Ramsay de Iwan Rheon. Pensabas que ese era el techo de la serie y Aidan Gillen se empe?aba en demostrarte lo contrario con su versi車n de Mequi?e. Entonces gritabas basta, te dec赤as a ti mismo que no pod赤as odiar a nadie como a esos tres, y los showrunners de Juego de Tronos firmaban su obra magna carg芍ndose la propia serie y convirti谷ndose ellos mismos en el archienemigo principal. David Benioff y DB Weiss a迆n est芍n en busca y captura tras lo ocurrido en la octava temporada.
Esta primera hora de La Casa del Drag車n es un d豕j芍 vu, un recuerdo de lo felices que fuimos en HBO antes del fat赤dico rush final de Game of Thrones. Al personaje de Daemon Targaryen, por ejemplo, lo quieres matar desde el momento en que hace acto de aparici車n. Un s芍dico altanero, putero y deslenguado ante el que todo tu cuerpo te grita que no es trigo limpio. Y sin embargo, el primero que te la l赤a es su hermano Viserys, ese que parec赤a un rey magn芍nimo, bonach車n y querido. Pero cuando 谷ste mata a su mujer y se convierte en la diana de nuestro asco, va su ojito derecho, Otto Hightower, un pobre viudo que parec赤a ser el 迆nico en sus cabales, y prostituye a su propia hija. Lo dicho, un lodazal, una factor赤a de indeseables ante la que uno no puede evitar aplaudir y meter la mano hasta el fondo en el cubo de palomitas.
Entre tanto cabr車n hay dragones de colorinchis, lenguas inventadas (no os perd芍is nuestro curso de alto valyrio), justas medievales, sexposici車n y desmembramientos por doquier (primer plano de una polla cercenada incluido). ?De verdad alguien puede pedir m芍s? Porque si quiere m芍s, hay m芍s. La capacidad de resumir y sintetizar el galimat赤as Targaryen de Martin en unos minutos y la maravillosa red pol赤tica desplegada, con decenas de conflictos y dramas urdidos en ella. Hace poco, en nuestra cr赤tica de She-Hulk 1x01, nos quej芍bamos de que era todo presentaci車n, de que no se trazaba ni empezaba a construir nada. La Casa del Drag車n es todo lo contrario. HBO no deja de sembrar y abrir frentes. Provoca el principio m芍s b芍sico del mundo de la ficci車n: que nos muramos de ganas de verlo estallar todo por los aires (es decir, de ganas de ver el pr車ximo episodio).
La Casa del Drag車n arranca con fuerza, condensando lo mejor de Juego de Tronos y logrando que durante una hora logra nos olvidemos del mal sabor de boca que dej車 aquella. Porque lo de gritar Dracarys, trepar El Muro y combatir con caminantes blancos est芍 muy bien, pero son meros postres para rematar y endulzar. Lejos de los focos, los motivos por los que nos gustaba Juego de Tronos eran otros y HBO por fin parece haberlos entendido.
Nos enamoramos por las escenas en las que Arya espiaba las conversaciones de Twyn Lannister haciendo de escanciadora (como Rhaenyra). Por las reuniones del Consejo Real con Tyrion que aqu赤 parecen amenizar Otto y Lord Corlys Velaryon. Por el tr芍gico destino de esas mitad doncellas, mitad concubinas, como Shae y ahora Alicent Hightower. Por el desfile de blasones, rencores y miradas de odio en cada juramento de lealtad. Di芍logos, subtexto y tensi車n latente. Personajes bien construidos y repletos de claroscuros. Un mundo rico y pr車digo en an谷cdotas, misterios y leyendas. Lo que es la obra de Martin, vaya. Cruda, realista, despiadada. Aqu赤 hasta con algo que al autor le falta: ritmo.
Aderezado encima con lo prometido, su propia Boda Roja, la traum芍tica escena del parto. Sobrecogedora labor de montaje que equipara la batalla en el lecho con la mantenida por Daemon en la justa, dejando claro lo fr赤vola y rid赤cula de la segunda y d車nde est芍 el verdadero terror. No cabe duda de que dejar芍 huella y dar芍 para escribir r赤os y r赤os de tinta.
El piloto de La Casa del Drag車n recoge con soltura el testigo de Juego de Tronos y hasta nos hace pensar en la redenci車n de HBO. Invita al optimismo y lanza un 車rdago a las pr車ximas series de Star Wars y El Se?or de los Anillos. Pone el baremo alto y se postula como el fen車meno de la temporada. Ahora le queda lo m芍s dif赤cil, mantener el nivel. Recemos a Los Siete por ello y nos vemos tras el episodio 2.