Resident Evil, cr¨ªtica de la nueva serie de Netflix. Un accidente que no es culpa de Umbrella
La plataforma asume de nuevo el desaf¨ªo de adaptar una de las licencias m¨¢s populares de la historia del videojuego. ?Est¨¢ a la altura de las expectativas?
M¨¢s de 25 a?os de historia, decenas videojuegos y lo m¨¢s importante, un hueco vitalicio en el Hall de la Fama del terror. Eso es Resident Evil, la franquicia nacida en 1996 de la mano de Capcom con Shinji Mikami al frente. La gran insignia ¡ªcon permiso de Alone in the Dark¡ª del survival horror tal y como lo conocemos. Pero ahora no es momento de hablar de ninguno de sus t¨ªtulos, sino de la nueva serie de Netflix.
Con el paso de los a?os, la saga ha recibido numerosas adaptaciones cinematogr¨¢ficas desde su estreno. Entre 2002 (Resident Evil de Milla Jovovich) y 2021 (Resident Evil: Welcome to Raccoon City) hemos visto hasta 7 pel¨ªculas y una serie de animaci¨®n (Oscuridad Infinita). Y ahora, Netflix vuelve a la carga con una apuesta de lo m¨¢s arriesgada, cuya historia gira en torno a la figura de Albert Wesker, uno de los villanos m¨¢s populares de la historia del videojuego.
Entre dos aguas
La serie divide su historia en dos arcos bien diferenciados. El presente se ambienta en 2022, en un momento en el que la Corporaci¨®n Umbrella ultima los detalles de su pr¨®ximo producto estrella: Alegr¨ªa, una bebida que promete ¡°cambiar el mundo¡±, brindando la posibilidad de que sus consumidores vean paliados los estragos causados por la depresi¨®n, entre otras aflicciones de gravedad. Como pod¨¦is imaginar, el aut¨¦ntico plan de la compa?¨ªa va mucho m¨¢s all¨¢ de concebir una especie de bebida de la felicidad, y no es otro que ejercer control total sobre la poblaci¨®n.
Por otro lado, el futuro nos lleva a 2036. En este escenario, el mundo ha sido devastado y las hordas de caminantes infectados campan a sus anchas por los pueblos y ciudades, junto a otras criaturas habituales de los juegos. Queremos pensar que el hecho de que uno de los compuestos de la citada bebida milagrosa fuese el Virus-T no tuvo nada que ver, pero¡ En fin, que si algo podemos alabar de la producci¨®n, es la apuesta por saltar entre dos planos temporales a lo largo de toda la serie. La idea es ambiciosa, la ejecuci¨®n no tanto. Porque para tratarse de una reinvenci¨®n, la sensaci¨®n que nos deja es de que ya lo hemos muchas veces.
El principal problema de la serie es el desequilibrio entre los dos arcos; lo que sucede en 2022 es mucho m¨¢s interesante que pr¨¢cticamente todo lo que vivimos en 2036, y eso da lugar a un conjunto descompensado. Eso, y las subtramas que se alargan en exceso, a pesar de no aportar nada de inter¨¦s al universo de la franquicia, como es el caso de la adaptaci¨®n de Jade y Billie, hijas de Wesker, a su nueva vida en New Raccon City, su llegada al instituto, las relaciones sociales y otros problemas que, sinceramente, nadie extra?ar¨ªa en el caso de haber sido descartados.
En busca de una identidad
Recientemente, Lance Reddick (el actor que interpreta a Albert Wesker) reconoc¨ªa que ni conoce los juegos, ni tiene intenci¨®n de hacerlo. Un hecho que no nos extra?a, a pesar de que su trabajo es de lo m¨¢s destacable de la serie. Tras presenciar un desenlace que no nos ha parecido precisamente satisfactorio, nuestra principal queja es que no tenemos muy claro cu¨¢l era el objetivo de Andrew Dabb, responsable del guion; no sabemos qu¨¦ quer¨ªa hacer con una licencia del calado de Resident Evil. Por un lado, la idea principal era reinventarla y alejarse de los t¨ªtulos que casi todos hemos disfrutado en alguna ocasi¨®n. Por otro, a menudo se recurre al gui?o f¨¢cil y las referencias constantes. Una serie de homenajes que, de haber sido tratados con m¨¢s respeto, habr¨ªan estado realmente bien, pero¡
Y ya que hablamos de Albert Wesker, uno de los principales protagonistas, tenemos que decir que el buen trabajo de Reddick no es suficiente para paliar la inexplicable representaci¨®n del mismo. Sorprende que el villano de la franquicia por antonomasia no sea mucho m¨¢s firme en sus convicciones, quiz¨¢ debido a un intento de humanizar al personaje y sumirlo en un constante dilema moral. Una vez m¨¢s, la idea es interesante sobre el papel, pero la dificultad para lograr que algo as¨ª funcione, sumado a una cuestionable ejecuci¨®n, da lugar a que se quede en tierra de nadie; no transmite ni miedo, ni l¨¢stima.
En numerosas ocasiones, la serie deja clara su intenci¨®n de buscar que las nuevas generaciones se acerquen a la franquicia. El lenguaje empleado a menudo, con referencias a las redes sociales del momento y muchas expresiones habituales entre sus usuarios ¡ª?imagin¨¢is a un alto cargo de Umbrella hablando de 4chan?¡ª, as¨ª como el tono de algunas subtramas, cercanas al cl¨¢sico drama adolescente, no son fruto de la casualidad. En principio, no habr¨ªa nada malo en todo eso¡ el problema es que estamos hablando de Resident Evil, y nos habr¨ªa gustado que ese nombre sirviese de algo m¨¢s que un mero reclamo comercial.
Resident Evil merece algo mejor
Si valoramos a Resident Evil como producto televisivo, podr¨ªamos decir que estamos ante una de esas series que ¡°entran bien¡±, en la l¨ªnea de las pel¨ªculas; es entretenida, ligera ¡ªa pesar de tener que lidiar con esas subtramas sopor¨ªferas¡ª y ofrece alg¨²n que otro buen momento, especialmente en los primeros episodios (lamentablemente, va de m¨¢s a menos). Eso s¨ª, sin alardes. Sin embargo, no podemos hacer la vista gorda con su principal problema: es una adaptaci¨®n de una de las franquicias m¨¢s laureadas de todos los tiempos. Y en ese sentido, el potencial de la saga de Capcom ha sido desaprovechado. Otra vez.
La licencia nunca se ha caracterizado por la calidad de sus adaptaciones cinematogr¨¢ficas, y la nueva serie no mejora nada de lo que hemos visto durante los ¨²ltimos 20 a?os. Creemos que no se ha hecho justicia ni un mito como Albert Wesker, ni a la propia Corporaci¨®n Umbrella. Apostar por la reinvenci¨®n y alejarse de los juegos parec¨ªa una idea interesante, pero es complicado que salga bien si en ning¨²n momento eres capaz de olvidarte de ellos e insistes en acumular un sinf¨ªn de gui?os y elementos fanservice agradables a la vista, pero vac¨ªos por dentro. Resident Evil y sus fans merecen algo mucho mejor.